Sempiterno | Regulus Black

EPÍLOGO

12 años después

La casa de los Potter estaba festejando los trece años de los mellizos Potter, la guerra había terminado hace doce años y había dejado heridas que hasta la fecha no se habían podido curar.

La traición de Peter Pettigrew aún dolió en el más fondo de los Merodeadores, el que hubiera querido culpar a Sirius y el intento de asesinato hacia Lily y James junto a los bebés había sido la gota que derramó el vaso.

Ese 31 de octubre de 1981 Lord Voldemort había sido derrotado, no sabían cómo pero la maldición asesina pareció rebotar contra el.

James Potter había reconocido a Peter Pettigrew cómo su guardián secreto y aún es buscado por los aurores.

Con el paso de los años, Harry y Hedda crecieron, volviéndose en unos niños completamente opuestos.

La diferencia más remarcada por todos es que Harry James Potter es un auténtico león, mientras, Hedda Kiliane Potter es una astuta águila. También, Hedda parecía odiar el Quidditch mientras Harry está en el equipo de su casa.

A Lily y James no les importaba cuan diferentes eran sus hijos, ellos los amaban de la misma manera a ambos. Así que, habían reunido a familia y amigos para la celebración del décimo tercer cumpleaños de sus hijos.

Los Weasley se encontraban ahí, Remus Lupin, Sirius Black y Hermione Granger.

Lily llevaba un gran pastel y lo dejaba frente a sus dos hijos, Harry sonreía y Hedda parecía querer salir de ahí en cualquier momento.

— Solo sopla la vela y te puedes ir de aquí — Hedda asintió hacia su madre, así que junto a su hermano apagó la vela y sin esperar más se fue a sentar a las sillas del jardín.

Ese día se sentía desanimada, desde que Harry había conocido a Ron y Hermione el había cambiado, comenzó a ser grosero con su melliza y ella no comprendía la razón.

Ese día incluso no la había felicitado, cuando Hedda hasta un obsequio le había dado. Remus y Sirius al ver a la Potter tan triste decidieron ir hacia ella.

— Hubiera estado bien que invitaras algún amigo — Sirius dijo mientras se sentaba a un lado de su ahijada.

— Tío canuto, nadie ha sido lo suficiente para que yo pudiera llamarlo "amigo" — Respondió Hedda mientras Sirius veía a Remus.

— Sabemos que todos quieren acercarse hacia el gran Harry Potter y te quieren usar a ti — Remus le dijo a la chica que asentía — Eres fabulosa, Hedda. Estoy seguro que todos esos estudiantes en Hogwarts se pierden de lo fantástica que eres y es bueno que sepas quién te conviene tener en tu vida y quién no.

— ¿Entonces, está bien no tener amigos? — Preguntó ella y ambos adultos asintieron.

— Claro que está bien, ya llegarán esas personas que te demuestren el significado de amistad verdadera. — Sirius le dijo mientras le revolteaba el cabello. — Los Potter deben buscarse un peine, siempre andan de pelos locos.

— ¡PAPÁ! — Hedda grito y James corrió hasta aparecer frente a su hija y sus dos amigos. — Tío canuto me ha despeinado.

Sirius ya había comenzado a correr cuando James comenzó a perseguirlo. Remus aprovecho para sentarse a un lado de Hedda y pasarle su brazo por los hombros.

— Esta bien ser diferente — Le dijo Remus y la chica escuchaba mientras aspiraba el olor a chocolate de su tío Lunático.

Ahora disfrutaban de un buen momento, pero dentro de un año les tocará presenciar el regreso de Lord Voldemort y deberán lidiar con toda una guerra de nuevo.

Hedda Potter debe enfrentar la verdad y vivir con ella.

Mientras tanto, a pesar del pasar de los años, Regulus Black no lograba olvidar a Kaia Potter.

La bella chica pelirroja que le había robado el corazon, lo había hecho tocar el cielo y cuando menos lo imagino, la perdió para siempre.

Aún su corazón latía por ella, aún le profesaba su amor a ella y había entendido que su amor hacia ella había sido sempiterno.

Sempiterno: Que durará para siempre, que no tendrá fin.

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OFICIALMENTE SEMPITERNO HA CONCLUIDO.

¿Que les ha parecido?

¿Están preparados para el siguiente libro?

besitos<3