𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 𝓟𝓡𝓔𝓓𝓔𝓢𝓣𝓘𝓝𝓐𝓓𝓞 𝓟𝓔𝓡𝓕𝓔𝓒𝓣𝓞

Capítulo 18

Katsuki se fue al dormitorio y se sentó cerca del escritorio, siempre se había mostrado desinteresado, enojado, con gran gusto por el sexo, ahora que viste ese dibujo se sentía sin orgullo, lo peor es que si se entendía lo que era, no había nadie más con ese color de cabello cenizo oscuro en la academia.

Se había sentido herido, por un momento pensó que el había hecho estas cosas, pero nunca se puso en el lugar de nadie.

«La hubiera matado » se dijo a él mismo.

Cuando captaste de que trataba te sonrojaste demasiado.

—Dios... —Suspiraste, guardaste las cosas de Katsuki, quedándote la libreta.

«Ahora entiendo... »comprendiste.

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Katsuki estaba en su litera avergonzado, humillado y con ganas de morirse, también con ganas de matarte, escuchó que la puerta se abrió pero no se  fijo, estabas subiendo las escaleras de la litera, Katsuki estaba de espaldas, seguía con el uniforme puesto, molesto a pesar de todo.

Besaste su nuca en señal de disculpa, pero el se aparto de forma que no alcances su nuca.

—Te odio —Dijo.

—Lo siento Katsuki, no pensé que te sentirías así —pedías disculpas.

—Vete a la mierda —No te quería ver, te acostaste atrás de él.

—En serio, lo siento Katsuki —Besaste su nuca al alcanzar —. No lo pensé bien, perdón, por un momento pensé que me pegarías una patada en las pelotas —susurraste a su oreja.

Lo abrazaste y él desprendió un par de feromonas.

—Quiero saber algo —Se giró a ti, tenía un leve rojo bajo sus ojos —. ¿Es normal.. —Se detuvo —. Querer un hijo? —Bajo su voz y su cabaza.

Recostaste tu frente en su hombro,Katsuki sintió que estaba caliente, tocaste los dedos de sus manos sin decir nada, el corazón parecía que se te saldría del pecho.

—Si... —Decías apenas —. Se dice que los omegas su mayor orgullo es poder tener hijos, acompañado con deseo.

Subió su cabeza y te volviste a él, le miraste, él te vio enrojecida, te tomó del rostro y te besó, parecía saborearte cada vez se pegaba más a tu cuerpo y se aferraba, el beso se volvía más fuerte, te separas de él y él sonríe, lamio tu labio inferior y después le dio una leve moridida.

Después de eso estaban almorzando en el dormitorio, ya se habían cambiado el uniforme, Katsuki te estaba observando mientras comían.

—¿Y tus padres? —Le preguntaste para aliviar el ambiente.

—No hables con la boca llena —tomo una sobra de tu comisura y la comió —. Mi papá es una alfa femenina, trabaja como dueña de lugares turísticos, mi mamá es un omega masculino de modelaje.

—Increíble —Le decías, no sabias nada de sus padres hasta ahora.

—¿Los tuyos? —te preguntó.

—Viviendo, mi papá es alfa... Masculino japonés, trabaja de en una compañía inversora, aparte dueño de unos casinos y hoteles en las Vegas, mi madre es omega dominante de Francia, es dueña de una industria de cosméticos, pero de alguien sobresaliente de mi familia sería mi abuela, es francesa manejas clubes en Francia, se llama Duhamel Benoit.

—Escuche de ella una vez...

—De ahí nada más...

—Siempre le quise preguntar a mi mamá que se sentía ser una alfa femenina, nunca le pregunte, ¿Qué se siente? —Te miró.

—Horrible —Tragaste lo que masticabas —. Con la persona indicada es hermoso si.

—Mmm —Le giñaste el ojo y el se sonrojó.

—Te amo —Le dijiste tras eso.

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Dos meses después

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Katsuki iba por el pasillo furioso, expulsan feromonas intimidantes, los demás le miraban con temor.

—Maldita alfa —Murmuró y maldecía.

Cuando vi a Momo le preguntó —¿Dónde está él estúpido presidente? —frunció más el ceño.

—Después de la reunión se fue al club del béisbol.

Katsuki se fue antes de que acabará, seguía maldiciendo, no te vio en la mañana, ni en clases, tenías una reunión larga con el director y la vice presidenta, acaba de salir del club de baloncesto y no se cambió su uniforme con tal de ir rápido donde estabas.