capitulo 20

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En el día no hubieron interacciones, te ignoró por lo de ayer era una venganza por el sexo, pero se estaba volviendo ansiosos, necesitaba coger ya, masturbarse no lo llenaba, había vivido sin sexo mucho tiempo ahora que lo había tenido quería todos los días ser prenetrado si fuera por él estarían cogiendo hasta en los baños, lo quería fuerte que lo dejaran temblando, lleno de un pene y de semen, aunque ahorita no se le cumplía.

Cuando cenaban en el dormitorio te miraba mucho, esparando un “Okey... Tengamos lo que quieres y de paso te embarazo ” estabas tan tranquila comiendo que le daban ganas de tirarte el plato, pero como era descartable no te iba a doler, así que prefería la silla.

Luego después de que hiciste tus tareas, te vio tomar una pastilla de la mesa de noche que había, se quedó pensativo, no le diste una explicaciones.

«no son anticonceptivos o... ¿Si? » parecía caerse de la segunda litera intentando ver el nombre de las pastillas.

Estas pastillas eran relajantes musculares, últimamente no te habías sentido bien, por problemas familiares que terminaron afectando tu estado físico, no hablaste esto con Katsuki por que no había razón para mencionarlo, estos medicamentos serian temporales, los estabas tomando hace dos meses y este meses sería el último hasta la pronta recuperación.

Al irte a la cama Katsuki investigo el nombre del medicamento, descubriendo que eran relajantes musculares, aparte se preguntó por que tomarías un medicamento tan fuerte, quería comprobar si realmente era cierto, así que espero dos horas, bajo de su cama y te vio con el teléfono encendido durmiendo, en algún momento te quedaste dormida, apago el teléfono, hincó con su dedo índice tu mejilla y no despertabas, siguió haciéndolo hasta que nada te despertó, era el sueño más profundo que vio en su vida.

Siguió al orilla de la cama viendo como dormías, comenzó a reír y antes de hacer sus fechorías volvió a hincar tu mejilla, pero nada, te quito la sabana que te cubría y aún así no despertaste, se puso de rodillas a la par de la cama y comenzó a masturbarse teniendote cerca, en media hora tenía el suelo manchado con sus secreciones que le salían del tracero, pero se sentía tan bien haciéndolo literalmente en tu cara.

Katsuki desvío su vista a tu entrepierna cuando pensó que quería algo más grande y grueso.

«Está tipa no se dará cuenta » concluyó.

Se subió arriba tuyo, te beso, si despertabas pues te noquearia por que sería peor que lo vieras en ese estado de deseo, se puso a pensar las veces que tuvo su celo y tú solo te quedabas a dormir en el baño avitando cualquier contacto con él.

Bajo a tu miembro y te saco la parte inferior de la pijama al verlo, limpio, cargando a sus futuros hijos se excito.

—¡Tan hermoso! —Lo lamio —. Se vería mejor en mi coño, lo quiero adentro en el fondo.

Seguia lamiendo y metiéndose a él mismo los dedos, ya había pasado mucho tiempo y sentía que el sabor era perfecto, todo era perfecto, no quería dejar de chupar, lamer, escucho un jadeo tuyo y se volvió a ti con el pene en su boca, pero seguías du...

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Seguia lamiendo y metiéndose a él mismo los dedos, ya había pasado mucho tiempo y sentía que el sabor era perfecto, todo era perfecto, no quería dejar de chupar, lamer, escucho un jadeo tuyo y se volvió a ti con el pene en su boca, pero seguías durmiendo.

Mientras subía y bajaba su mano en tu pene, lo chupaba cada vez deseoso hasta que te corriste en su boca, el relajó tanto su expresión al sentir el semen en su carganta, se lo trago de una y dejó de chupar, lamio sus labios y estaba dispuesto a seguir.

Se puso arriba de tu miembro guiandolo a su entrada estirada y mojada, se fue sentando en el hasta llegar al final, gimió al tenerlo adentro, se recostó sobre tu pecho, se movió más rápido y decía en el trayecto:

—¡Me encanta! —Se reía al moverse, se estaba volviendo loco sin hacerlo.

Se abrió a el mismo mientras se movía, la verdad es que deseaba un par de nalgadas, al sentir el semen suspiró y seguía agitado, vio como había llenado tu camisa con su semen y pensó que debía cambiarte la ropa después, no lo verías por que las pijamas eran iguales.

Después de haberse corrido tres veces y que tú eyacularas en el dos veces sin notarlo; se canso, se acostó en tu pecho con el miembro adentro de él, sus piernas temblaban y su pene estaba en las últimas.

«No me quiero limpiar... » se quería quedar con lo que habías dejado adentro, seria un desperdicio según el.

𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 𝓟𝓡𝓔𝓓𝓔𝓢𝓣𝓘𝓝𝓐𝓓𝓞 𝓟𝓔𝓡𝓕𝓔𝓒𝓣𝓞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora