¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
Adaptación Autorizada
Todos los créditos son de su autora original @Junchi95. Gracias por darme el permiso de adaptar tu hermosa fic.
Los créditos de la portada y separador son de m...
La señora Bondoni llegó al colegio con paso apresurado, entrando a la enfermería con la frente perlada de sudor por correr.
Emilip alzó las cejas ante el parecido de Joaquín con el de su madre, tenían los mismos razgos, sólo que la mujer tenía el rostro más redondo y los ojos más pequeños.
— ¡Solecito!
Emilio se alejó de Joaquín para que la madre lo abrazara y se sintió un poco de vacío al ver al chico abrazando a otra persona.
Vió a su madre hablarle en señas, sus manos acompañando su voz, pero no pudo escucharla.
Vió a Joaquín contestar, viendo sus deditos moverse y luciendo extremadamente adorables.
Luego de hablar un momento, vió a Joaquín señalar hacía él, con una leve sonrisa.
La señora Bondoni se volteó hacía él, con una sonrisa amplia.
— Muchas gracias por cuidar a mí solecito, Emilio Osorio — la mujer hizo una reverencia.
— N-No hay de qué...
La mujer sonrió una vez más, se volteó un poco para poder ver a los dos chicos.
— Iré a firmar para llevarte a casa, solecito, ya vuelvo — habló, moviendo las manos.
Ambos asintieron, la mujer se fué.
Emilio supuso que debía ser más que sólo una persona que sabía el lenguaje de señas, que era una intérprete, ó enseñaba señas, por la costumbre de hablar con las manos a pesar de que Joaquín podía escuchar perfectamente.
También supuso que de ella Joaquín había sacado lo de hablar todo el tiempo con las manos.
Los ojos de Joaquín fueron hacía los de Emilio, el mayor sonrió, acercándose un poco a él.
— Todo está bien, ¿Sabes? — dijo, sintiéndose mal por los golpes en su rostro.
Joaquín asintió un poco y creyó por un momento que la mirada de Emilio fué a sus labios y él aprovechó a hacer lo mismo.
No supo porqué, pero simplemente ambos lo ignoraron.
Y la señora Bondoni regresó para llevarse a Joaquín, aunque antes el chico hizo unas señas, para señalar finalmente a Emilio de nuevo.
— Emilio — dijo la mujer —. Joaco te está invitando a su cumpleaños.
— ¿Cumpleaños? — repitió, pasando la mirada de la señora Bondoni a Joaquín, quién tenía las mejillas ruborizadas.
— Hoy Joaquín cumple 15 años — dijo la mujer.
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