¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
Adaptación Autorizada
Todos los créditos son de su autora original @Junchi95. Gracias por darme el permiso de adaptar tu hermosa fic.
Los créditos de la portada y separador son de m...
Joaquín fué hacía el baño, pegó la oreja a la puerta, al no escuchar nada, golpeó dos veces.
— Ya... Ya salgo — habló Federico, su voz sonaba cómo si estuviera congestionado, aunque era sólo por el llanto.
Joaquín mordió su labio con fuerza, sintiéndose mal por su director.
Recordó cómo lo había ayudado semanas atrás y quería hacer lo mismo por él, hacerlo sentir tranquilo cómo había hecho con él.
— ¿Federico? — habló.
El mayor tardó un momento en entender su nombre en el aniñado acento del chico, además de que hablaba bajo y con la puerta entre medio apenas había escuchado.
Federico abrió la puerta, notando la mirada preocupada del chico y cómo abrió un poco de más sus ojitos al notar sus ojos aún brillantes y las mejillas enrrogecidas por llorar.
— Joaco, lo siento, ¿Querías pasar?
El chico negó, sentía un nudo en la garganta, así que aclaró su voz, mientras lo señalaba.
— ¿Bien?
Federico sintió ternura por la preocupación del chico.
Rió un poco, aunque sonó bastante forzada.
Revolvió los cabellos del chico, para luego rodear sus hombros, yendo hacía la escalera para volver a la sala.
— No voy a mentirte, Joaco, no me siento bien, pero estamos aqui para celebrar que hablas, olvídate de ésto, así que no te sientas mal por mí y piensa en sentirte bien por tí.
Joaquín sintió que el mayor estaba rechazando su ayuda, pero decidió no decir nada y le hizo caso.
Durante la cena, el señor Bondoni había traído cervezas y los únicos que se negaron fueron Eduardo y Joaquín.
Al final, cuándo se fueron, Joaquín y Emilio fueron hasta el cuarto que compartían, acurrucándose junto al otro en la cama que también compartían, el sueño no tardó en ganarles.
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