¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
Adaptación Autorizada
Todos los créditos son de su autora original @Junchi95. Gracias por darme el permiso de adaptar tu hermosa fic.
Los créditos de la portada y separador son de m...
El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes de cambiarse de colegio, por más que quedara un trimestre para que termine el ciclo.
Por más que estaba enojado con Joaquín por no haberle dicho nada, ya que el joven finalmente confesó que habían sido varias veces las golpizas, que no era la primera, Germán ayudó a acelerar el cambio de escuela, recomendando una con orientación artística, cuyo director era amigo de él.
Según sus palabras, un hombre extravagante y apuesto llamado Federico Ayos.
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A la semana, ambos chicos comenzaron de nuevo, en un lugar más verde, con gente tocando guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban letras inventadas, más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamara su atención.
Emilio le había regalado un nuevo cuaderno, ésta ver más bonito que el anterior, con tapa dura para que pueda escribir dónde sea y con su nombre grabado en la tapa para que el mundo supiera de quién era.
Emilio recordó cómo había estado sonriendo todo el día, a pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbró a ese dolor y le agradeció escribiéndolo en ese mismo cuaderno, sindo las primeras palabras "Gracias, Mailo".
Joaquín palmeó el brazo de Emilio, señalando en dirección a un chico tocando un saxofón, con un muchacho en silla de ruedas frente a él.
Emilio sonrió al ver a Joaquín sonreír por eso, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que al chico no le doliera, a Emilio sí.
Por decisión de Joaquín, se hicieron amigos de aquellos 2 chicos primero.
El saxofonista se presentó cómo Nikolás Caballero y el otro muchacho con pelo corto rizado era Eduardo Barquín.
Emilio se presentó por los 2, con algo de miedo al decir que Joaquín era mudo, pero los 2 chicos no lo tomaron cómo si fuera una discapacidad, un problema, un error.
Por primera vez Joaquín encontró alguien más que Emilio que lo trate igual que el resto.
Para el final del día ya eran amigos y hasta Nikolás llegó a prestarle su saxofón a Joaquín, instrumento que el chico sopló muy fuerte y casi cae hacía atrás por lo aturdido del sonido, pero Emilio se había apresurado a sostenerlo.
Eso provocó risas, porque Joaquín había sido muy adorable con su cara de susto.
A Emilio se le seguía derritiendo el corazón cada vez que veía la risa silenciosa de Joaquín.
Y estaba feliz de haber llegado a un lugar dónde podría verla más veces.
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