¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
Adaptación Autorizada
Todos los créditos son de su autora original @Junchi95. Gracias por darme el permiso de adaptar tu hermosa fic.
Los créditos de la portada y separador son de m...
Federico pareció atender su celular con ganas, sonriendo.
Había pasado un largo rato desde que habían llegado (casi un par de horas), y seguían esperando ya que habían recibido un mensaje de Nikolás que ya habían conseguido un viaje de regreso, (para él, junto con Eduardo y Germán) y que los esperaran para festejar todos juntos.
— ¿Emi? — habló el mayor, con una sonrisa —. Ya están a unas cuadras...— dijo, mirando a Emilio, quién tenía a Joaquín sentado sobre sus piernas, los tres acomodados en el sillón de la sala, mientras que la señora Bondoni preparaba café —. Oh, nos quedaremos un rato, ven y...— su voz fué apagándose de a poco, su sonrisa se borró —. Irás con Daniel...
La decepción en el tono de Federico hizo que la pareja lo mirara con atención, llegaron a escuchar un "Volvió de sus vacaciones en Estados Unidos y quiero verlo..." desde la distancia dónde estaban.
Federico mordió su labio, bajando la vista.
— Oh, bien... No, no, no me pasa nada, diviértete — su sonrisa fué tan falsa cómo su tono alegre —. Te veo... Oh, sí, que pasarás unos días con él, bien... Te veré cuándo te vea, entonces... Sí, adiós, Germán.
Federico cortó, mirando la pantalla de su celular con un semblante triste un momento.
Emilio colocó una mano en su hombro, en gesto de apoyo.
— Estoy bien, enserio — habló el mayor, fingió una sonrisa —. Yo... Estoy acostumbrado, está bien. Germán no me prestaría atención a menos que... No sé, me muera.
— No digas esas cosas — habló Emilio, con el ceño fruncido.
— Bien, quizás no tanto, quizás sólo... Un accidente automovilístico grave, no sé, lo suficiente para que se haga una idea de lo que pasaría si me perdiera...— el pelinegro se detuvo un momento —. ¿Estoy siendo muy dramático?
Los chicos negaron.
— Nop — contestó Emilio —. Pero si algo negativo.
Federico suspiró con cansancio, sin querer hablar más, se levantó para ir hacía la cocina, por si la señora Bondoni necesitaba ayuda con algo.
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