Veintidós

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Emilio y Joaquín compartían habitación.

Los primos de Joaquín ya no vivían en esa casa, pero sus habitaciones seguían allí, dónde podían recibir a sus visitas.

El chico castaño se dirigió al dormitorio sin decir nada, la señora Bondoni le hizo una ceña a Emilio para que él lo acompañara.

Encontró a Joaquín ya metido en la cama, notó los temblores de su cuerpo, a causa del llanto, debajo de las sábanas.

— Joaco... — Emilio cerró la puerta para acercarse, notando al chico esconderse bajo las sábanas —. No, no.

Emilio se sentó en el borde de la cama, pasando su mano sobre el cuerpo tapado con las sábanas, haciendo círculos sobre su espalda para calmarlo.

— Mira, Joaquín, no sé qué pasa — dijo —. Creo que estás mal por el tema del médico, pero no importa, enserio, estoy contigo, todo vá a estar bien.

Joaquín asomó el rostro fuera de las sábanas, se tomó su tiempo para sentarse, limpiando sus lágrimas, mirando a Emilio con ojos rojizos.

— ¿Quieres decime algo? — preguntó, el chico asintió y señaló sobre la cajonera dónde descansaba su cuaderno y su lapicero.

Emilio se los alcanzó y esperó a que el chico escribiera.

"Nunca te dije porqué no puedo hablar"

— ¿Quieres contarme?

Joaquín pensó en responder ó no, pero en cambio escribió de nuevo en su cuaderno.

"¿Porqué crees que no puedo hablar?"

— Siempre pensé que era por tus cuerda vocales — dijo.

Joaquín negó, volvió a escribir.

"Mi cerebro no está conectado con mi parte del lenguaje. No puedo hacer sonidos"

Emilio leyó varias veces, no respondió y Joaquín volvió a escribir.

"Escuché que mamá te diría. Prefiero decírtelo yo".

Emilio vió las lágrimas en los ojos de Joaquín, se apresuró en abrazarlo, apretándolo con ganas, pero sin mucha fuerza.

— No sé porqué estás triste por eso — dijo —. Espero que no pienses que eso vá a afectar a nuestra amistad ó algo, Joaquín. Te quiero igual. Estaré a tu lado igual. Igual que lo he hecho todo éste tiempo.

Joaquín se dejó abrazar unos segundos más antes de dar unas palmadas en el pecho de Emilio para que éste se separara.

Alzando su mano, Joaquín alzó el dedo meñique, para luego extender el dedo índice y pulgar, en una seña.

Emilio negó, no recordaba que Joaquín haya echo ese gesto antes.

— No sé lo que significa.

Joaquín sólo volvió a asentir, con una ligera sonrisa.

"Lo sé".

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Seguimos.........

Nos vemos AlbertXioW.

Mute // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora