Josh salió del cuarto de la enfermera con un vendaje sobre su ceja y hielo sobre un lado de su cabeza.
Romina se levantó de un salto y lo abrazó fuertemente, haciéndolo reír, aunque dejó de hacerlo cuándo se dió cuenta que la chica lloraba.
— Ey, tranquila — Josh frotó su espalda para intentar calmarla—. Ya pasó, estoy bien, ¿Ves?
Romina negó.
— Vine para cuidarte y no puedo hacerlo — murmuró con voz ronca.
— Me cuidaste bien, me trajiste hasta la enfermería casi cargando, ¿Qué más quieres?
La chica volvió a negar, se sentía culpable, inútil, no había podido hacer nada.
— Estoy bien y lo harás la próxima vez, supéralo — Josh rió un poco para romper un poco esa aura del ambiente.
Una señora se asomó por la puerta de dónde Josh había salido, la enfermera les dedicó una mirada a los dos abrazados antes de ver hacía atrás.
— ¿Siguen ustedes? — preguntó.
Emilio le tendió una mano a Joaquín, quién la tomó y ambos fueron juntos hacía la pequeña habitación, el peligris no pudo evitar mirar de nuevo a su hermana, abrazada a ese que había presentado cómo un amigo, aunque dudaba.
— ¿Qué está pasando? — preguntó la mujer, anotando algo en una libreta.
— Tiene fiebre y dolor de cabeza — contó Emilio, un paso atrás de Joaquín.
— Ajam, ¿No siente nada más?
Joaquín negó.
— Bien, siéntate un momento, te revisaré un poco — la mujer lo invitó a subir a la camilla.
Tomó su presión, temperatura y pulso, esas últimas dos cosas estaban más altas de lo normal, aunque era a causa del dolor
Mientras hacía eso, Emilio no pudo evitar preguntar por Josh.
— Oh, nada grave. Sufrió una convulsión repentina, cayó al suelo, quizás sea por la posición, ó quizás por la suerte, pero sólo tuvo una contusión y un corte en la ceja.
La mujer habló otro rato de las convulsiones y de lo terrible que puede ser ver una.
— Esa chica estaba muy alterada, no la culpo, al ver la sangre y al chico tan confundido... Podría haber pensado de una fractura de cráneo ó algo así, por suerte no pasó, es común en los que sufren epilepsia.
Guardó el termómetro, anotando la temperatura en su libreta, y se volteó de nuevo hacía Joaquín.
— Del uno al diez, ¿Qué tanto te duele? — le preguntó.
Joaquín tardó un momento en decir entre ocho ó nueve, finalmente, alzó nueve deditos.
Le parecía peor que antes, quizás porque hacía mucho que no le pasaba, ó porque no tenía nada para sentirse mejor, ni medicamentos ni trapos fríos.
— Bien — la mujer asintió —, necesito que me pases el teléfono de tus padres, necesito su consentimiento para darte algún remedio.
Joaquín miró a Emilio, quién sacó su celular desbloqueándolo para buscar el contacto de la señora Bondoni, para pasarle el aparato a la enfermera.
La señora Bondoni tardó unos pitidos en contestar, pero, tan atenta y protectora cómo siempre, tenía el celular junto a ella en la cama y atendió en la primera llamada.
No hablaron por más de 1 minuto, dónde la mujer le explicó la situación y la madre no se opuso al remedio que tenía para ofrecerle, ya que era el que Joaquín solía tomar para sus eventos de fiebre.
Ya con las pastillas en mano, se despidieron de la mujer, Emilio sostuvo a Joaquín todo el camino hacía la cabaña, su novio tardaría un poco en sentirse mejor, pero para demostrar su apoyo, se quedó con él en la cama y sin darse cuenta, ambos se quedaron dormidos juntos.
Seguimos..........
Nos vemos AlbertXioW.
ESTÁS LEYENDO
Mute // Adaptación Emiliaco
Fanfiction¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar? Adaptación Autorizada Todos los créditos son de su autora original @Junchi95. Gracias por darme el permiso de adaptar tu hermosa fic. Los créditos de la portada y separador son de m...