Mono se puso de pie rápidamente al ver que la Maestra comenzó a perseguirlo y trató de entrar a los conductos de ventilación para estar seguro, pero, cuando estaba por entrar en ellos, la Maestra estiró su cuello para poder atraparlo y, con sus dientes, lo agarró de su mochila para luego comenzar a acercarlo a ella y tomarlo en sus manos.
Antes de acercarse más, Mono trató de quitarse la mochila, pero su brazo se atoró en esta un rato y luego se soltó. Eso fue suficiente para perder el equilibrio y caer de mala manera torciéndose su tobillo del pie izquierdo.
Mono soltó un gemido de dolor antes de levantarse con dificultad para comenzar a correr por la biblioteca para esconderse en algún lugar hasta que la Maestra deje de buscarlo.
La Maestra, por otro lado, al darse cuenta que Mono se estaba yendo, soltó la mochila, la cual cayó cerca de la puerta en la que entró, y comenzó a perseguir al chico para atraparlo.
El chico llegó a una estantería y se escondió en esta cubriéndose con algunos libros para poder revisarse el tobillo: no se veía morado ni nada, pero el dolor estaba ahí, aunque lo podía soportar.
Sabía que, para no forzar su pie y que este sane rápido, tenía que descansar, pero con la Maestra persiguiendolo en este momento, eso sería algo que no podía hacer. Primero tenía que ponerse a salvo en otro lugar que no sea la biblioteca.
Pasos pesados y rápidos se comenzaron a escuchar acercándose a su posición, pero al llegar, estos siguieron derecho, parece que la Maestra no lo vio, eso era bueno.
Mono esperó un rato para poder asegurarse que la Maestra ya no estaba y, al ya no escuchar sus pasos, asomó su cabeza para mirar en ambas direcciones antes de salir e ir hacia los conductos de ventilación para poder irse de este lugar de una vez por todas.
Aún con la prisa que tenía el chico de salir, fue trotando para que su pie no se ponga peor.
Al llegar a los conductos de dispuso a entrar en ellos hasta que vio su mochila cerca de la puerta y fue a recogerla. La manta y los libros eran muy importantes como para dejarlos allí.
Al agacharse para tomar su mochila, un chillido furioso se escuchó detrás de él y, de nuevo, esos pasos pesados comenzaron a acercarse rápidamente.
Eso fue suficiente para que Mono sepa de quién se trataba y, sin mirar atrás ni ponerse la mochila, comenzó a correr pasando por la puerta cerrándola en el proceso.
Del otro lado, el chico se puso la mochila en su espalda para que esta no le haga peso de un lado y perder el equilibrio mientras miraba el pasillo: este tenía varias puertas en los lados y una al final, todas se encontraban cerradas.
Al lado de la última puerta había un estante de libros vacíos y, sobre este, una rejilla de ventilación abierta que daba al otro lado.
Unos golpes en la puerta tras él lo hizo volver y, sabiendo por dónde ir, Mono comenzó a correr tan rápido como su pie se lo permitía, necesitaba subir el estante y pasar esa rejilla si no quería que la Maestra lo atrape, pero no sabía si tendría tiempo.
Cuando iba a la mitad del pasillo, la Maestra abrió la puerta hacia el lado contrario al que esta se abre. Estaba tan concentrada en atrapar al chico que no se dio cuenta que rompió la puerta abriéndola para el otro lado.
El chico se asustó al ver eso, si era capaz de romper una puerta por atraparlo, ¿qué le haría a él?
No queriendo saber la respuesta, Mono corrió más rápido sin importarle su pie, prefiere tener que esperar un par horas más para que sane a tener que esperar meses para que su cuerpo sane, si es que seguía con vida para que lo haga.
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Little Nightmares: The return of Mono
FanfictionTras ser traicionado y abandonado en el olvido, Mono se encuentra atrapado en la desolada Torre de Señales, donde su existencia se desvanece en la monotonía. Aferrado a una silla, trata desesperadamente de relegar su pasado y aceptar su incierto fut...