Capítulo 29

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La estática sonaba a su alrededor, su rostro solo mostraba ira, su respiración era áspera y acelerada y sus dientes y manos se apretaban con fuerza mientras su vista se posaba en la niña con la que alguna vez había recorrido las calles de esta ciudad.

Mono cerró los ojos y exhaló de manera áspera, se enderezó mientras el ruido a su alrededor desaparecía; y luego los volvió a abrir, mirando de manera fría a la niña, quien caminaba por el muelle a paso lento con un extraño humo negro rodeándola. Pero la ira del chico hizo que no se fijara en eso.

Lentamente estiró su brazo de manera firme en dirección a la niña del impermeable mientras en su mano comenzaba a aparecer una esfera de estática que hacía un ruido fuertemente insoportable.

Solo hacía falta un disparo, y podrá vengarse de la niña que lo traicionó, abandonó y lo hizo pasar el peor momento de su vida.

Pero fue en ese momento que recuperó la compostura. Su mirada no cambió, pero ahora su mano temblaba.

Estaba dudando.

¿De verdad lo voy a hacer? —A pesar de que él mismo la hizo, esa pregunta llegó a su cabeza de manera tan repentina que lo tomó por sorpresa.

El aire cálido golpeaba la cara de Mono mientras, ahora mismo, este se estaba enfrentando a un dilema. Un dilema que nunca antes había considerado. ¿Matar a un niño? La idea era repugnante para él. Pero esta no era cualquier niña. Esta era la niña que lo había traicionado.

El chico trató de contener sus impulsos al máximo mientras trataba de analizar bien la situación.

Por un lado, tenía la oportunidad de poder tomar venganza de ella y matarla. Eso lo haría sentir alivio y satisfacción, además de sentir que estaba haciendo justicia.

Pero por otro, nunca antes en su vida había matado a un niño. Puede que él tenga poder, pero eso no había cambiado lo que era. Para él, matar a otro niño es algo que ni siquiera debe pensar. Y sin embargo, lo está pensando.

La cara de Mono ya no mostraba seriedad, su duda comenzaba a extenderse más y más.

Su respiración ya no era áspera, pero su velocidad aumentó, su brazo ya no estaba tan firme y sus labios estaban apretados. Podía sentir la calidez que irradiaba la esfera en su mano mientras sus oídos se irritaban por todo el ruido que esta producía.

Si decide matarla, ¿eso lo haría diferente a ella? ¿Se volvería mejor que ella? ¿Haría que ese momento de su vida nunca haya pasado?

No, no lo haría. No lo hará diferente ni mejor que ella, mucho menos que ese momento de su vida desaparezca.

Entonces, ¿por qué estaba pensando en hacerlo? ¿Acaso era por el alivio y satisfacción que desaparecerán cuando se de cuenta de lo que realmente hizo y el arrepentimiento y la culpa lo invadan, clavando sus garras en él como un depredador?

Mono no sabía qué decidir. La opción de vengarse estaba tan cerca que era tentadora, pero ¿será lo suficientemente fuerte para aguantar lo que vendrá después de eso?

El chico mantenía la respiración por la tensión que sentía en ese instante y cerró fuerte sus ojos mientras el momento en el que ella soltó su mano volvía a él.

Apretó sus dientes mientras una lágrima salía de su ojo antes de bajar su mano, reabsorbiendo la esfera; y sentarse en el suelo tratando de no llorar mientras viejos recuerdos lo invadían.

Mono abrazó sus rodillas mientras miraba a la niña desde la cima del edificio caminar por las calles y luego escondió su cabeza en ellas.

Carajo... se sentía demasiado débil ahora.

Little Nightmares: The return of MonoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora