Capítulo 7

33 5 0
                                    

Connor Marks

Tengo a una mujer encima de mi besándome, pero no me puedo concentrar en ella por que alguien a decidido abarcar todos mis pensamientos,  la castaña, ojos miel no sale de mi cabeza, he hecho una y mil cosas pero nada, no logro sacarla de mi cabeza.

Freno y la mujer se molesta.

—Ey!

—Déjalo—mi guardaespaldas se la lleva y vuelvo a quedarme solo en la mesa de mi discoteca.

Decido mejor irme a mi oficina hay por lo menos puedo pensar bien.

Entro me siento en mi silla de cuero negro, empiezo a intentar leer un correo y otra ves esa mujer viene a mi, esos ojos, ese cabello, ese cuerpo, definitivamente esa mujer fácilmente puede ser una diosa, tan decidida y imponente.

Me acuerdo de la subasta, de el juego de miradas retándonos, a ver quien daba más, a lo ultimo yo ofrecí ese precio y cuando ella iba a hablar para ofrecer más la mujer dijo vendido, ella se quedó muda.

Creo que no está muy familiarizada con perder o no ganar algo, meto la clave en la caja fuerte y aparecen armas, dinero y lo que estoy buscando, abro la caja de máxima seguridad y aparece algo hermoso, una piedra preciosa que jamás en mi vida había visto, un diamante de escarlata con zafiro, cuando lo veo solo la veo a ella con el.

Lo vuelvo a guardar y me doy cuenta que algo se está despertando, pensando en esa mujer, así que mejor busco algo de tomar.

Saco un vaso, la botella, hielo y me sirvo.

Tomo el primer trago y me voy a la pared de vidrio, desde aquí arriba se puede observar todo mi club.

Veo a gente bailando, bebiendo, riendo, pero hay algo que capta mi atención o alguien.

Esas piernas, ese cuerpo, ese cabello, no puede ser coincidencia que la mujer con la he estado fantaseando toda la noche este aquí, en mi club, se coloca en medio de dos mujeres junto con otra que la reconozco por que, fue una de las que estaba con ella en la mesa del evento.

Bailan y se ríen y esta queda de frente a el ventanal, solo de verla, hace que alguien despierte, como se mueve, como se pasa las manos por el cuerpo, veo que muchos hombres tanto el área VIP como los que están abajo están disfrutando del espectáculo que ella da, y me provoca es agarrarla y traerla aquí para que dejen de verla así.

Pero por qué estoy pensando así, Dios! esa mujer a hecho algo que nadie a hecho, meterse en mi cabeza, veo que se va y va hacia la barra, salgo y observo cada uno de sus movimientos todo lo que hace hasta que llega un sujeto y se pone a hablar con ella luego se sienta al lado de ella- Por qué tiene que ser tan coqueta como para dejarlo sentarse con ella- y después a ella se le cae un labial y él le echa algo en la bebida- maldito, la va a drogar- bajo rápido y no los consigo les digo a mis guardias que los busquen y uno los consigue, van hacia la pista y ella se tropieza y casi cae, camino lo más rápido que puedo cuando llego el se la quiere llevar.

—Suéltala.

Ella está detrás del sujeto.

—Eso no va a pasar ella viene conmigo—dice el grandísimo infeliz.

—Sobre mi cadaver—le pegó un puñetazo en el rostro que lo deja noqueado y tendido en el suelo

La veo a ver si está bien y prefiero preguntar, esos ojos....

—Estas bien?

—Si, tenía todo bajo control—me responde .

Reina Carmesí (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora