Capítulo 22

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Han pasados varios días desde que llegamos de Las Vegas, Malcom y yo nos hemos visto mucho últimamente, como hoy que vendrá para ver unas cosas de unos negocios.

Me termino de colocar máscara para pestañas y salgo hacia la sala de estar, veo la hora y ya es la hora acordada.

Al llegar a último escalón de la escalera lo veo a el.

—Buenas noches—tiene una camisa blanca con un pantalón oscuro, el cabello ligeramente despeinado pero igual viéndose súper sexy—Grace.

—Malcom—me extiende la mano para terminar de bajar, un gesto muy caballeroso—Como estás?

—Bien.

—Vamos—me sigue y vamos directamente a la oficina al entrar vamos a mi escritorio y el se sienta en la silla de al frente.

Empezamos a revisar algunos papeles en los cuales estamos viendo algunos negocios, Malcom se ha vuelto una persona de mi confianza en muy poquito tiempo y eso me asusta, por que soy una persona meticulosa y hermética, pero a pesar de, le he estado comentando sobre algunos de mis negocios, más cosas sobre la mafia etc...

—Grace?

Levanto la cabeza de mi computadora y lo veo—Dime?

—Aquí dice que la mafia ha estado involucrada en algunos negocios del casino—No entiendo por qué lo pregunta el sabe que si.

—Lo se, hay algún inconveniente con eso?—me mira y hace un movimiento con la cabeza, diciendo no con ella.

Pasamos un rato más así hasta que  siento que me esta mirándome—Sucede algo?

—No—vuelvo la vista a los papeles y de nuevo siento esa mirada intensa en mí.

—Que?—me mira pero no dice nada.

—Nada.

—Nada— lo remedo—que pasa?

Sin más se levanta y me besa, tan efusivamente que tengo alejarme después de un rato para tomar aire, tiene los labios rojos y asumo que yo igual.

Me levanto de la silla y lo sigo besando, el beso se torna apasionado y fuerte, siento como empieza a bajar por mi camisa, deshaciéndose de ella, saca mi brazier y la ropa empieza a estorbar poco a poco me carga y me sube al escritorio, el empieza a besar por mi cuello, mi clavícula, mis senos, mi abdomen y llega a mi feminidad en la cual introduce tres dedos sin darme tiempo de responder—Mojada y lista para mi, Delicioso—Me susurra, empieza a ser salvaje y cuando ya estoy llegando a mi orgasmo para—No no belleza no te vas a correr hasta que yo te pruebe.

Baja y me mira preguntando a lo que yo asiento, devora mi feminidad a su gusto y antojo, yo empiezo a gemir sin control alguno—Malcom—logro decir.

—No—Sigue haciendo magia con su boca y de nuevo esa sensación se instala en mi.

—Necesito...—se vuelve más violento y profundo, pero en vez de molestarme está lejos de eso, me exita.

Me vengo tan fuertemente con su nombre en mis labios y el recibe gustoso cada uno de mis jugos.

—Deliciosa—Sube y me vuelve a besar logrando que pruebe un poco de ello.

—Sigamos en mi habitación—logro articular.

Me carga y subimos corriendo tratando de que nadie nos vea.

Al llegar a mi habitación vuelve a besarme y yo lo separo de mi, lo empujo y cae en la cama, me coloco a horcadas de el y empiezo a besarlo, vuelve a voltearme y queda arriba de mi, empieza a bajar de nuevo y yo trato de voltearlo pero no puedo, no me deja.

Reina Carmesí (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora