Me despierto y no lo veo, veo la hora y son casi las cuatro de la mañana, me levanto y no diviso a Malcom por ningún lado, bajo y veo una luz encendida al final de un pasillo, se que no debería pero voy en esa dirección.
Me preocupa conseguirme con alguno de sus empleados y yo solo con una camisa de Malcom que me queda como vestido, pero igual, que escena tan bochornosa, me acerco a la puerta y escucho unas voces.
—Si ya está lista esa parte—La voz de Malcom.
No escucho bien así que me acerco mas y al no escuchar nada, decido entrar, el está sentado en su silla negra de cuero, con su postura de soy el Rey, levanta la vista, me mira—Tengo que colgar hablamos después—cierra el portátil.
—Espero que esto no se vuelva una costumbre—Hablo.
—Que?—Responde tranquilo.
—El tener que venir a buscarte a las cuatro de la mañana siempre.
—Pensé que estabas durmiendo—Me mira de arriba a abajo y se asoma una pequeña sonrisa de sus labios, y se que lo disfruta, disfruta el saber que lo estaba buscando, el que tiene- aunque no lo haya dicho- un poco de poder sobre mí, cosa que no puedo permitir que siga sucediendo.
—Estaba pero no te vi así que vine a buscarte—Entro y me acerco hacia el escritorio—Con quien hablabas?—se que no me corresponde pero me causa curiosidad saber.
—Cosas de las empresas, ya sabes papeleo—me siento en el escritorio y el quedo a su altura, no entiendo quien puede llamarlo a estas horas para asuntos de la empresa—Que pasa?
—Nada.
No me di cuenta que estaba sumida en mis pensamientos hasta que Malcom vuelve a hablar —Ya que se todo lo de Gabriella, y no hay secretos entre nosotros, ahora que?—quedó en blanco jamás pensé que el me lo preguntaría, si, yo me lo he preguntado pero no se si estoy completamente lista para una relación ahorita, hace algunos meses el hombre que pensaba amar y con el que me iba a casar me engañó con otra y por si fuera poco me dejo y robó, no se si estoy completamente lista para darle todo a una persona, porque a pesar de todo cuando entro a una relación quiero que den el 150% de sí, y yo también debo hacerlo.
—Ahora que? de que?—Quiero que lo diga.
—Entre nosotros—Responde. Puedo ser una asesina, mafiosa, torturadora y manipuladora sin escrúpulos, pero también tengo corazón y si siempre soñé con tener un novio y casarme, me enamore o eso pensaba.
Lo beso y me sigue el beso y seguido de ese otro más—No lo se.
—Piénsalo, no me voy a rendir ni dejar de insistir— no se de donde sale que insista tanto, Malcom no es así pero me gusta que no se vaya a rendir.
Me vuelve a besar y así seguimos un rato más cuando el beso se pone más intenso lo separo—Que vas a hacer hoy?—Cambio de tema.
Cobarde
Odio a mi subconsciente, en verdad.
—No lo se por qué?— me mira con una sonrisa de medio lado, siento mis bragas húmedas con solo eso y eso me gusta, que el siempre con un beso logre ese efecto en mí—Que tiene planeado Señorita De Santis?
—Pervertido— lo empujó pero no hace ni el intento de moverse—Hay una reunión de las mafias y varias están invitadas... y quería saber si querías ir conmigo ya que tú también perteneces a una.
—Si, cuando?—se pone un poco serio.
—Hoy, en Grecia— me mira sin decir nada, ni una reacción recibo de su parte.
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Reina Carmesí (borrador)
ActionEntre tú y yo solo hay dos cosas que nos divide-le digo -Que?-Pregunta. -La mafia y La ley. Ella es fuego. El un dominante que no se deja manejar por nadie. Ella una mafiosa. El un Coronel respetado. Estará dispuesto a quemarse en el fuego mientras...