12 | Buena chica

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Desperte por el sonido de la alarma realmente no quería levantarme, me cambié y tocaron la puerta.

— Hakan abre soy yo.

— ¿Quién? — reconocía su voz pero necesitaba comprobarlo.

— Soy Celeste abre porfavor.

Abrí la puerta y entró rápidamente.

— ¿Porqué corres?.

— No quiero que nadie me vea entrando aquí — ya había llegado a la sala.

— Bueno, ¿a que viniste?.

— Tu chaqueta estaba en mi auto pensé que la querías de vuelta, también vine a pagarte por los días que me llevaste a casa — explicó abriendo su billetera.

— No te preocupes por eso, tómalo como un favor, gracias por la chaqueta.

— No como crees, debiste levantarte más temprano hiciste mucho por mi — extendió su mano con algunos billetes.

— Ya te dije tómalo como un favor, ni siquiera te estoy cobrando.

— ¿Cuál fue la razón por la que viniste a la isla? — dejó el dinero en una de las mesitas.

— Ya te lo dije, tenía problemas y solo quería una salida.

— Puedo saber ¿que problemas?.

— No quiero hablar de eso — si se lo digo capaz que le da un infarto y otra persona muerta no quiero.

— Puedes confiar en mí — tomó mis manos.

— Y tú ¿confías en mi? Ni siquiera sé tú apellido.

— Ercel.

— ¿Er que?.

— Mi apellido es Ercel.

Traté de ocultar las cajas de cigarrillo y el cenicero que estaba repleto.

— No soy quien para juzgarte pero te estas matando — Dijo y se acercó a mi, acarició mi mejilla — Puedes decirme ¿Qué te sucede?.

— Solo necesito un abrazo — me abrazó y no pude contener las lágrimas.

— Tranquilo, las cosas mejorarán, no estas solo.

— Debes pensar que soy un estúpido.

— No lo pienso, bueno antes si lo hacía — Sonreí ante su comentario.

— Debo limpiar esto — Sequé mis lágrimas y empecé a recoger la basura y restos de comida de la sala, ella me ayudó un poco.

— Hakan sobre lo que sucedió.

— Fue sexo casual, no pienso decir nada despreocupate de eso.

— Gracias, yo no sé qué decirte, debes pensar que soy de las que se acuesta con sus compañeros de trabajo — dijo algo avergonzada.

— No pienso eso de ti, yo te tengo como una buena chica claro que obviamente le gusta el sexo conmigo.

— Jajaja no me quejo.

— Gracias por venir, realmente necesitaba distraerme un poco.

— A eso vine, Volkan me dijo que no salias de la habitación y supuse que algo te pasaba.

— No te preocupes, estoy mejor.

— Podemos ir a caminar a la playa.

— No quiero salir de aquí y no quiero que piensen mal de nosotros al vernos en la playa.

— Entiendo — La vi caminar hacia la puerta.

— Quedate un rato más — le pedí.

— No tardará en llover, debo irme — explicó tomando la manija de la puerta.

— Pero me dijiste para ir a caminar.

— Si exacto caminar, no estar encerrada en un apartamento.

— Esta bien — Se acercó para despedirce con un beso en la mejilla pero la atraje a mis labios.

— Hakan...

— Solo un poco más, no me detengas en éste momento — La volví a besar y acaricié su cintura, nuestras respiraciones estaban agitadas debido a los besos.

Nuestros besos con el tiempo aumentaban la intensidad, mordí su labio, tocaron la puerta quitandonos el momento de pasión.

— Demonios — Le señale que se metiera en la habitación, abrí la puerta, vi a niños correr. — Niños porfavor no estén jugando — Los seguí hasta que los perdí en el ascensor.

Vi una vez más por el pasillo y volví a cerrar la puerta.

Fui hasta la habitación y quedé perplejo al encontrarla semidesnuda en mi cama.

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