20 | Culpable

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Las semanas transcurrieron con normalidad, tratamos de hablar por separado, yo entre caricias con Hakan para que nadie sospeche y Taylor de la misma forma con Volkan.

Emanuel me pidió llevarlo al parque otravez, no pude negarme ante sus ojitos y su tierna sonrisa.

— No te alejes mucho pequeño.

— Estoy grande.

— Esta bien niño grande no te alejes. — Estaba frente a mi jugando amo verlo sonreír, divertirse, sonreí inconscientemente pero alguien cubrió mis ojos.

— ¡¡Sueltame!! — Grité llamando la atención de Emanuel, en cuanto me soltaron me di cuenta que era Hakan.

— Hey Hey soy yo.

— Me asustaste.

— ¿Que pasó mami? ¿Te está haciendo algo malo mi amigo?.

— No mi amor solo creí que era otra persona por eso me asusté, sigue jugando. — Lo vi volver a sus juegos.

— Hola hermosa ¿Cómo estás?.

— ¿Taylor te dijo que estaba aquí?

— Si, también me dijo que has estado muy nerviosa y lo acabo de comprobar.

— Solo un poco es que todo esto es nuevo para mí. — Intentó darme un beso pero lo aparte.

— Pero ¿porque me alejas? oh Emanuel, lo había olvidado.

— Exacto.

— ¿Cuándo le diremos lo que somos?.

— No sé cómo lo vaya a tomar.

— Celeste te diré algo y espero que no te enojes.

— Dime.

— No debiste decirle que su papá volverá yo creo que mejor habría sido decirle, que está un mejor lugar que los cuida o algo así.

— Te pediré que no te metas en eso, es mi manera de criar a mi hijo y si no te gusta no es mi problema.

— No te enojes, lo digo de buena manera. — Me levanté y caminé hasta Emanuel.

— Manu ya debemos irnos.

— Mami un ratito más.

— Déjalo que juegue un rato más — Hakan sostuvo mi brazo.

— Nos vamos ahora porfavor Emanuel recoge tus juguetes.

— Sigue jugando pequeño yo debo hablar con tu mami. — Emanuel se dio media vuelta y siguió jugando.

— Ya Hakan porfavor.

— Porfavor Celeste deja de actuar como una niña y enfrenta las cosas, debes darte cuenta de que le estás haciendo mal a él, lo harás crecer con una idea equivocada, con falsas esperanzas. — Mis ojos no tardaron en cristalizarse.

— Tengo miedo de que me vea como la culpable de su muerte.

— Tú no tienes culpa de nada.

— Él se suicidó producto de este mundo, producto de la porquería que vende Esra, producto de toda su maldad, por culpa de ella lo perdí.

— Tranquila, tranquila, estoy contigo. — Me abrazó y Emanuel no tardó en hacerlo.

— Mami ¿otravez te duele la panza?.

— Un poquito mi amor pero con tus abrazos se me pasa. — Lo tomé en mis brazos y lo abracé, Hakan limpio mis lágrimas.

Fuimos hasta mi casa pero en el camino Emanuel se durmió, saludé a Taylor y acosté a Manu mientras Hakan me esperaba en la sala.

— El dinero está listo.

— Estas seguro de que ellos creerán que son billetes verdaderos.

— Si, completamente seguro, Volkan consiguió billetes muy parecidos a los reales.

— Esta noche Volkan traerá el dinero para poder empaquetarlo con tiempo  y darles un adelanto para que mantengan la boca cerrada, ojo ese adelanto debe ser dinero real para que lo crean.

— Entiendo.

(...)

Terminamos de empaquetar los billetes, tenemos todo listo esta misma noche nos vamos, Emanuel entendio que papá es una estrella en el cielo y que siempre estará aquí en nuestro corazón, no puedo negar que es uno de los momentos más dolorosos, de no ser por Hakan no se que habría hecho.

— Chicas está todo listo — Dijo Hakan.

— Si, Emanuel prometió no hablar durante el viaje, el es muy valiente ¿verdad?.

— Si mami.

— ¿Y Volkan?.

— Él ya está en el bote comprobando que esté todo bien.

— ¿No podemos llamarlo?.

— No, eso podría levantar sospechas.

— ¿Y Héctor?.

— Encerrado en una de las suites, me encargue yo solo igual use el pasamontañas.

— Vamos, no podemos perder tiempo.

— Espera debo hacer la llamada Anónima a Esra.

Marqué su número usando el distorsionador de voz.

— “ Hola, ¿quieres volver a ver a tu amor Héctor? ”.

“¿Quién Habla?”. — preguntó a la defensiva.

— “Ve hasta el piso cuatro, talvez esté con vida”.

“Porfavor no le hagan daño, porfavor, porfavor”. — Suplicó y colgué. 

— Vamos vamos no tenemos mucho tiempo.

Hakan me ayudó a sacar la última maleta, dio un beso en mi mejilla.

— Chicos vamos tratemos de no llamar la atención.

— Te vas sin despedirte de mamá — Vi a Esra frente a mi y Volkan detrás de ella.

PECADOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora