Llevamos varias semanas de encuentros sexuales, Celeste pidió discreción y la entiendo, no la quiero exponer ante la maldad de Esra.
He realizado varios robos en todo este tiempo. La culpa me está matando, uno de los turistas casi me descubre pero gracias a Volkan no pasó a mayores.
Celeste empieza a preguntarme que porque ya no voy a verla al bar, mi respuesta es simplemente estoy cansado y no quiero beber.
He intentado armar un plan con Volkan pero todo lo que le digo ha matado, o han desaparecido las personas que lo quieren llevar a cabo.
— Hello. — Llegó Celeste a mi habitación, saludó con un beso en mis labios.
— Eh Hola.
— ¿Que planes tienes hoy?.
— Dormir.
— Te parece si caminamos por la playa, nadie tiene por que vernos.
— Celeste ya lo hemos hablado.
— OK.
— Si iré
— ¿Enserio?— En su voz había emoción, ilusión en sus ojos, mi corazón se aceleró al ver su sonrisa.
— ¿Es una cita?. — Sonreí.
— Tómalo cómo quieras.
Caminamos por la orilla del mar, ella tomó mi mano, ninguno hablaba, no era nada incómodo, es una sensación de paz y tranquilidad.
— Esto es raro.
— Yo me siento bien.
— ¿Sentimos lo mismo?.
— ¿Qué sientes? — Pregunté rodeando su cintura.
— No se realmente si es amor, porque dejé de creer en eso cuando murió mi esposo.
— ¿Tuviste esposo?.
— Si, no planee rehacer mi vida hasta que te conocí.
— ¿Te me estas declarando? — pregunté incrédulo.
— No lo hagas más complicado — Bajó su cabeza, sus mejillas estabas rosadas, levanté su rostro y di un corto beso.
— ¿Estas segura de lo que sientes?.
— No estoy segura de lo que tu sientes pero yo... — La volví a besar.
— ¿Novios?.
— Jaja te sorprendería si te digo que me siento como una adolescente.
— Ya somos dos.
— Jaja disfruto tanto estar junto a tí.
— Y yo junto a tí.
Caminamos un poco más, entre besos y caricias fue una noche perfecta.
Celeste Ercel.
Desperté temprano, tenía el día libre y decidí limpiar la casa con la ayuda de Taylor y Emanuel.
— Me pasas la Esponja.
— No. — Respondió Emanuel.
— Porfavor.
— Ahora si la puedo pasar mami.
— Jaja para que veas quien le enseñó — Comentó Taylor con aires de superioridad.
— Mi niño es inteligente como la mamá.
— Y como papi. — Dijo Emanuel, mi sonrisa se borro.
— Si cariño como papi. — Afirmé.
— ¿Cuándo vendrá papi?.
— Pronto cariño — me parte el corazón tenerle que mentir.
— ¿Y traerá juguetes? — preguntó con ilusión mi pequeño.
— Muchos juguetes.
— ¿Y flores? así como la foto donde esta mami con las flores.
— Si mi amor porque mami ama las flores — dije para darle un beso en sus tiernas mejillas.
— Vamos a buscar más esponjas Emanuel, esas ventanas no se limpiarán solas.
— Pero yo quiero jugar.
— Jugaremos a limpiar. — Dijo Taylor y negué con la cabeza.
— jajaja ¿y que? ¿él que limpie más rápido gana?.
— Exacto.
— ¿Qué gana? — Preguntó Emanuel.
— Se ganará una barra de chocolate.
— ¿Y qué más?.
— Y un paseo al parque.
— Si si yo quiero ir al parque.
— Entonces a limpiar.
— Si mi amor vamos a limpiar — Lo levante en mis brazos y empecé a hacer cosquillas, su risa lo es todo para mi.
— No más cosquillas mami — jaja el adora eso.
Tocaron la puerta y Emanuel corrió a abrir.
— Mami mami son flores es papi.
— ¿Qué?.
Vi a Hakan en la puerta con un ramo de flores.
— ¿Eres mi papi? — le preguntó Emmanuel.
— Papi ¿de que habla?. — Preguntó Hakan confundido.
— Puedo explicarlo.
— ¿Mami qué sucede?. — Emanuel corrió a mis brazos.
— ¿Celeste que sucede?. — preguntó Hakan y Taylor se llevó a Emanuel.
Me acerque a él, quise tomar el ramo de rosas pero bajó sus manos.
— Es mi hijo — Dije en un hilo de voz.
— Se te olvido el pequeño detalle de decirme que tienes un hijo.
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PECADOS
FanfictionLa única opción que tengo, es huir. Por culpa del alcohol, disparé aquella arma delante de un testigo. Es la condena de mi vida, mi único pecado. ¿Cuál es el tuyo?.