Abrí mis ojos de golpe al sentir el fuerte olor a alcohol para encontrarme con una señora algo mayor.
— Hey hey ¿que hace? — observé sus ojos azules.
— Tranquilo muchacho, soy Esra, te desmayaste en el restaurante — explicó con calma.
— Yo, yo estoy bien — Dije mientras me intentaba sentar.
— Come algo.
— Fue una baja de azúcar, si te alimentas adecuadamente te sentirás mejor — comentó una chica de cabello ondulado y ojos impactantes.
— ¿Cómo te llamas? — Preguntó la señora Esra.
— Soy Hakan — respondí cortante.
— Toma — La chica me extendió unos dulces.
— No me gustan los dulces.
— Que parte de fue una baja de azúcar no quedó claro, eso solo ayudará a subir tus niveles de azúcar mucho más rápido — Comí dos de los caramelos.
— Celeste solo intenta ayudarte — Asentí y me levanté, pero me volví a sentar al marearme.
— No te muevas, espera unos minutos más y hazlo lento — Respondió la chica para salir de ahí.
Esperé unos minutos más y pude levantarme.
— Eres nuevo por aquí ¿viniste solo o acompañado?, mi hotel cuenta con las comodidades necesarias para una familia grande o pequeña — esta señora si que sabe promocionar su hotel.
— Vengo solo, y no quiero hospedarme — respondí cortante.
— Entonces, ¿que es lo que buscas? — preguntó con interés.
— Regresar el tiempo — dije sin pensar.
— ¿Eh? Bueno no puedo hacer eso pero si hay algo en que pueda ayudarte dímelo — este es un buen lugar para ocultarme.
— ¿Dónde puedo conseguir un trabajo? — necesito ocuparme aquí.
— Haz llegado al lugar correcto — Dijo con una sonrisa.
— No importa la paga, lo que quiero es trabajar además estoy solo — necesito quedarme aquí como sea.
— Hay una vacante para mesero.
— Si, si eso esta bien para mi — perfecto.
— Será en mi restaurante con el tiempo te irás acostumbrando, ya lo veras.
— Si conozco el trabajo, lo he hecho antes — expliqué.
— Perfecto, llegaste como caído del cielo, empiezas mañana.
— Y si no es mucho pedir un lugar para quedarme que me recomiende, no creo que sus empleados vivan en el hotel.
— Por lo general mis empleados también viven en el hotel, uno de los chicos te guiará hasta una habitación, te quiero mañana temprano en la entrada del restaurante — mucho mejor para mi, no deberé salir de este lugar.
— ¿Usted es dueña de ambos lugares, el restaurante y el hotel? — pregunté interesado.
— Así es — La vi salir y comí lo de la bandeja, al salir de la habitación un chico me guió hasta una habitación pequeña, me di una ducha, me acosté mirando el techo, no debí dar mi nombre verdadero en el curriculum que me pidieron, no ellos no me buscarían aquí, no serán capaces de encontrarme aquí.
Tocaron la puerta y abri.
— Hola soy Volkan, me envió Eleanor para darte el tour por el hotel — saludó amablemente.
— Hola, no gracias quisiera hacerlo solo — quiero evitar lo que más pueda a las personas.
— Como gustes — Se encogió de hombros y se fue, después de un rato salí, caminé por la orilla del mar vi a varios turistas la mayoría de la tercera edad, ésto es un lugar lindo para vacaciones pero en mi cabeza no deja de aparecer el rostro de Ekin ¿como pude haberlo matado? no recuerdo haberlo hecho, no recuerdo nada.
Después de caminar varias horas regresé a la habitación, encontré un sobre con una nota bajo la puerta, lo abrí para leer la frase.
“ Vete antes de que sea tarde”.
Arrugué el papel y lo deseché, de seguro se confundieron de habitación, nadie me conoce aquí.
Revisé todo lo que había en la mochila, creí que esto no podía empeorar pero encontré el arma, di varios golpes en mi cabeza ¿Porqué no logro recordar? ¿por que demonios no recuerdo nada?.
Ser asesino corre por mis venas, mi hermano fue capaz de matar a mi madre y está pagando por eso, y yo huyendo de lo inevitable.
Este es mi destino.
Me acosté mire el techo, nada me ata a este mundo, tomé el arma en mis manos y la metí en mi boca, mis manos temblaban me observé en el espejo, no puedo, simplemente no puedo, no tengo el valor de hacerlo.
Cerré mis ojos y entre lágrimas disparé.
ESTÁS LEYENDO
PECADOS
Fiksi PenggemarLa única opción que tengo, es huir. Por culpa del alcohol, disparé aquella arma delante de un testigo. Es la condena de mi vida, mi único pecado. ¿Cuál es el tuyo?.