— Nada va a funcionar
— No seas pesimista— dije tratando de darle ánimos.
— Ella tiene el control de todo. Volkan es el que sabe todo el movimiento.
— ¿Conoces alguna debilidad de ella? — negó con la cabeza.
— Esa mujer no tiene debilidad.
— ¿Hijos, familia?.
— No tiene nada.
— Demonios, ni como avisarle a la policía son sus principales aliados— se me empiezan a acabar las posibilidades.
— Tratemos de calmarnos.
— Cómo me calmo, sé que corren riesgo de que en cualquier momento me suceda algo a mi o a ti por salir conmigo — explicó algo desesperada.
— Nadie saldrá herido si sabemos mantenernos calmados.
— ¿Tiene esposo o alguien que le importe? — pregunté porque Celeste tiene más tiempo aquí algo debe saber.
— A ella no le importa nada Hakan, es viuda.
— No me sorprendería que haya matado a su esposo.
— ¡Ya basta! No quiero seguir hablando de ella — noté sus ojos llorosos y asentí para que soltara todo lo que reprime.
— Es un monstruo. — La abracé intentando controlar su llanto, me sentía impotente de no poder encontrar solución.
— Todo va a ir bien si sigues sus órdenes.
— Debemos seguir así.
— No te quiero perder.
— No me vas a perder, todo saldrá bien ya lo veras.
— Debo irme quede de llevar al parque a Manu.
— ¿Te refieres a Emanuel? — pregunté para salir de dudas.
— Suelo decirle Manu.
— ¿Quieres que te acompañe?.
— No lo sé, no quiero que Esra nos relacione.
— Ella sabe perfectamente que salimos, cualquiera pudo decirle.
— Bueno, no quiero poner en riesgo a nadie.
— Vamos, tenemos que enfrentarla, no podemos vivir aterrados.
— Me pondré la chaqueta. — La tomé en mis manos. — ¿La lavaste?.
— Cuenta si la metí a la lavadora.
— Si — di un corto beso en sus labios. — Saldremos de aquí te lo prometo.
— No dejaré a Emanuel, ni a Taylor ella es como una hermana para mí.
— Todo es muy complicado, debemos planearlo con tiempo.
— Lo haremos — Fuimos hasta su casa.
— Eh Hola — Dijo Taylor.
— ¿Quién eres?. — Preguntó el pequeño Emanuel.
— Soy un amigo de tu mami, me llamó Hakan. — el pequeño sonrió.
— A mi mami le gustan las flores.
— Si lo sé por eso traje unas.
— ¿Quieres ser mi amigo?.
— Claro.
— Jaja Manu no molestes mucho a Hakan — Dijo Celeste con algo de pena.
— Ya es mi amigo, no seas celosa mami — no pude evitar reír.
— ¿Quién te enseñó de Celos?. —preguntó Celeste.
— A mí ni me miren — Dijo Taylor pero sabíamos perfectamente que era ella.
— Bueno pequeño ve por tus juguetes iremos al parque. — Dijo Celeste y lo vi correr hacia la que supongo es una habitación.
— Hakan si no te sientes cómodo con esto, lo entiendo es algo nuevo.
— No se mucho de niños, ni de juegos, no vengo de la mejor familia, pero puedo intentarlo.
— No hables nada relacionado a su papá y porfavor si te lo llega a mencionar nos avisas — advirtió cual madre protectora.
— ¿Algo más que deba saber?
— Es alérgico a las picaduras de abejas. — Afirmó Taylor.
— ¿Vendrás con nosotros? — preguntó Celeste a Taylor.
— No, quedé de verme con Volkan aprovechando el tiempo.
— Uys Volkan — Dijo Celeste haciéndole cosquillas.
— Ya, no inventes — dijo Taylor con algo de pena.
— Él si mencionó que se vería con una hermosa chica — dije para ver como los ojos de Taylor brillaban.
— ¿Enserio dijo eso?.
— ¿Porque mentiría?.
— Tu novio me cae bien — Dijo Taylor sin darse cuenta que Emanuel estaba detrás de ella.
— ¿De qué novio hablan?. — Preguntó Emanuel.
— De nada cariño, la tía Taylor ya sabes como es media loquita.
— Jaja bueno que les vaya bien — Nos despedimos de Taylor y fuimos hasta el parque.
Emanuel, empezó a jugar en una de las cajas de arena.
— ¿Cuántos años tiene?.
— Tiene cuatro y es lo mejor que me ha paso en la vida — comentó con orgullo.
— Me imagino, se ve que es tranquilo haz hecho un gran trabajo.
— El mayor mérito se lo lleva Taylor, es quien lo cuida casi todo el día.
— Pero eres su mamá basta con eso.
— Siento que a veces no paso suficiente tiempo con él.
— Desde ahora pasaremos más tiempo con él.
— Hakan no estoy buscando un padre para mi hijo, tampoco quiero que te llame papá, no me lo tomes a mal, pero él sabe que tiene un papá que no eres tú y él cree que regresará en cualquier momento.
— Lo entiendo, tampoco busco eso, por si no lo recuerdas nisiquiera sabía que lo tenías.
— Debí decirte.
— No seré un padre, ni un padrastro Celeste te lo aseguro, seré su amigo.
— Gracias por no dejarnos solos.
— Te prometí algo y lo cumpliré. — Di un beso en sus manos, sonrió y caminamos hasta la caja de arena, empezamos a jugar con Emanuel.
— Que bella familia —Levanté mi vista para encontrar a Héctor.
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PECADOS
FanfictionLa única opción que tengo, es huir. Por culpa del alcohol, disparé aquella arma delante de un testigo. Es la condena de mi vida, mi único pecado. ¿Cuál es el tuyo?.