26 | Bienvenida

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Desperte temprano para ir hasta la cárcel, me revisaron y llevaron hasta el área de visitas, Hakan entró esposado.

— No quiero que estés aquí, este no es lugar para ti.

— Hakan, mírame se acabó la pesadilla y yo te sacaré de aquí ya lo veras.

— Tengo mis manos manchadas de sangre debo estar aquí.

— Pero me dijiste que no lo recuerdas.

— No logro recordar nada.

— Pueden creer que mientes.

— ¿Tú lo crees?.

— Necesito que me digas todos los detalles.

— Fue un disparo en la frente igual que a mi mamá — explicó.

— ¿Tu hermano mató de la misma manera a tu mamá?.

— Si así la encontramos en la habitación, mi hermano Burak lo hizo.

— ¿Haz hablado con él después de la muerte de tu mamá? — necesito saber más de todo este lío.

— No quiero verlo nunca más en mi vida, nadie lo visita. Bueno Ekin me dijo que lo visitaría días antes de que lo matara.

— Podría hablar con él y preguntarle si Ekin habló con él.

— No quiero que hagas eso Celeste deberías olvidarte de mi, de todo esto que te he causado.

— Tu me ayudaste a salir del infierno en el que estaba.

— Que no te das cuenta que tengo sangre de asesino, que eso me va a perseguir toda mi vida — explicó levantando su voz.

— Cálmate, inténtalo.

— No quiero verte sufrir cuando dicten mi sentencia.

— Serás juzgado y estaré ahí para apoyarte.

— No quiero que me vuelvas a visitar — Dijo golpeando la mesa.

— Hakan — susurré.

— Lo hago por tu bien.

— Por mi bien es que debo ayudarte, porque de no ser por ti no habría salido del infierno en el que vivía con Esra.

— Entiéndelo no recibiré más tus visitas.

— Hakan porfavor cálmate.

— Lo siento.

— Antes de que te vayas tengo una pregunta.

— Dime.

— ¿Tu hermano está en esta misma cárcel? .

— Está en otro pabellón.

— Hablaré con él.

— No Celeste ya basta, entiende de una vez por todas que no te quiero ver aquí, y no quiero que hables con el asesino de mi madre.

— Tu a mi no me ordenas nada.

— Olvidaba que eres necia.

— No me importa en absoluto lo que digas.

— Aléjate de mi vida de una vez por todas.

— ¿Enserio quieres eso? — asintió, fingí una sonrisa y salí.

Llegue a casa, Taylor dijo que él está muy confundido por eso me pidió que me aleje, sus palabras me dolieron pero debo ser fuerte, solo lo dijo para no verme más allí.

Emanuel esta feliz pasa corriendo de un lado a otro, toda su vida fue en la isla así que esta encantado con todo lo que ve.

...

Dejé dormido a Emanuel caminé hasta la sala para encontrar a Taylor y un tipo de traje en la sala.

— Eh Hola.

— Hola Celeste Ercel.

— Si, Taylor ¿quien es él?.

— Tranquila, soy Pikem Yusuf el abogado de Esra tu mamá.

— ¿Y que quieres?.

— Vengo a hacer efectivo el testamento de tu madre.

— No quiero nada de ella.

— Te dejó una empresa de bienes raíces, tienes que tomar el mando ya que ella no podrá dirigirla obviamente, sabe perfectamente que amas los negocios y la enfermería pero no te quiere ver metida en un hospital atendiendo enfermos.

— No aceptaré nada.

— Aparte de eso la herencia que te dejó es como para que no trabajes el resto de tu vida, todo es dinero limpio.

— Ella nunca manejó dinero limpio.

— Debes hacerte cargo de la empresa, de lo contrario no se presentará una carta que escribió para disminuir la condena de sus empleados.

— ¿De qué carta hablas?.

— Ella dejó una carta aclarando que todos trabajaban de manera obligada, asumiendo toda la culpa del tráfico de drogas.

— Necesito esa carta — es el pase de salida de Hakan.

— Asume la presidencia de la empresa y tendrás la carta.

— Acepto — dije para estrechar su mano con la mía.

— Bienvenida a la empresa “Pacífico”.

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