Izuku: del Conocimiento al Entendimiento

Capítulo 14: la paz interior de una detective y... peligro

Todos. Absolutamente todos, observaron cómo alrededor de Izuku y de las heroínas se veía un cambio de paisaje distinto. Del lado de Amelia, era un lago calmado a la luz del sol, y del lado de Gura, era un fondo marino muy relajante. Mientras Izuku estaba entre medias, haciendo que pareciera que ambos paisajes chocaran sus límites. Aizawa estaba impresionado. Asumía que ese era su quirk, pero entonces llegó el director.

Nezu: ¿qué tal les va a los integrantes temporales?

Aizawa: véalo por usted mismo -señalando a los tres- Pensaba que se distraerían con el ruido de mis alumnos, no que mis alumnos se distraerían con el silencio de esos tres.

Nezu: ah, eso que ves es obra de Izuku. Por lo que me explicó la señorita Amelia, tal parece que extiende su aura y le da la forma del paisaje que más relaja a la persona mientras medita. Para ellas, no existe nada más que esos entornos imaginarios.

Aizawa: ... ¿su aura? ¿No es su quirk?

Nezu: ¿por qué no lo pruebas?

Aizawa, indeciso, al final trató de utilizar su quirk en Izuku, pero las vistas imaginarias no desaparecieron, e Izuku fue el único que notó la perturbación del entorno fuera de su aura, pero igualmente no dijo nada.

Aizawa: ¿c-cómo? ¿Cómo es posible?

Nezu: ya te lo dije. Le da forma a su alma, la cual extiende en un cierto radio, y se conecta con las almas y mentes de la señorita Amelia y la señorita Gura para que se sientan inmergidas en su interior. El hecho de que pueda recrear un paisaje distinto para cada una significa que puede dividir su mente en dos tareas distintas y enfocarlas en su alma.

Con esa explicación, todos quedaron en shock, incluido All Might, quien estaba entrando por la puerta para saludar hasta que vio a nuestro protagonista y a las dos heroínas que lo acompañaban, y se quedó a escuchar la explicación del director.

Nezu: lo mejor será que todos los estudiantes sigan con su entrenamiento. No importa cuánto ruido hagan, no les va a perturbar en lo más mínimo en su meditación.

Aizawa: ... está bien. -dirigiéndose a sus alumnos- ¡Todo el mundo a seguir entrenando!

Con ese grito, todos volvieron a lo suyo. Mientras tanto, en la mente de Amelia, esta estaba en un lago, sentada encima de un nenúfar sobre el agua. No podía ver a Izuku a su alrededor, pero no le hacía falta. Ella sabía que él estaba allí. Sentía que Izuku estaría allí para apoyarla y ayudarla en lo que fuera, no como sus padres que la abandonaron en un orfanato. Amelia siempre vivió separada del resto. Creció sin amigos ni padres, hasta que cumplió la edad suficiente como para vivir por su cuenta, aun sin un apellido. Siempre quiso hacer un amigo, tener una familia que la quisiera. Alguien. Cuando los niños jugaban, ella leía novelas antiguas de misterios y detectives. Ella soñaba con ser una detective, y cuando su quirk despertó, sólo pensó que tal vez había nacido para ello. Que era su destino. Pero ahora que había pasado tanto tiempo con Izuku, entendía que el destino de cada individuo no estaba escrito. Ella creía que el destino de todo ser vivo era reproducirse y morir. Que así lo quiso la vida misma. Pero Izuku le enseñó que cada uno tenía control sobre su propio destino. Que dependía en la fortaleza física para unos, en la fortaleza mental para otros, y en su caso, en la fortaleza espiritual. Ella tenía una gran mente, que sin embargo a menudo era nublada con pensamientos sobre qué hubiera pasado si hubiera tenido un poco más de suerte en su desgraciada vida. Pero eso no importaba ahora. La suerte no es real. Sólo existen las probabilidades y las coincidencias. Y todas las casualidades de su vida, desde su abandono hasta su niñez, la habían traído a este momento. Sentía como si el universo mismo la quisiera juntar con Izuku para que se fortaleciera, para que tomara las riendas de su destino. La vida siempre pone la opción de morir de viejo como por default, pero los más fuertes, los más sabios, como Izuku, pueden ver que eso no es el final, y pueden escoger la opción oculta en la programación de la vida: elegir. Ella podía elegir si dejar su vida a la vida, o seguir su propio camino. Uno que antes no formaba parte del mapa establecido, pero que gracias a viajar con Izuku, pudo descubrir un nuevo destino. Uno en el que ella elige por dónde ir en la vida, y dónde terminar llegando, o siquiera querer terminar. Izuku seguiría el camino más largo, aquel que no tiene un lugar al que llegar. Era su decisión si seguirlo o no...

Izuku: la belleza de la vida es que no es eterna. Tarde o temprano todo termina. En algún momento no tendré planeta por el que habitar. Entonces me convertiré en polvo y seré uno con el universo. Pero no tienes por qué seguir el mismo camino que yo. Tú puedes elegir. ¿Qué importa un nombre, o un apellido? Cuando todo termine, decidirás el valor de todos tus actos. Tienes toda una vida para elegir. No te precipites. Piénsalo. Medítalo. Compréndelo.

Amelia escucho esas palabras que parecían provenientes del mismo universo. Parecía como si el universo la amara. Y ella era parte del universo. E Izuku también era uno con el universo. Todos forman parte del universo. Y el universo los ama a todos. Y todos somos el universo. Ella debía aprender a amarse a sí misma para que los demás la amaran. Ella amaba cada momento de su vida. Su abandono, su infancia, su trabajo, su mejor amiga, Izuku... Cada momento de su pasado la llevó hasta donde estaba ahora. Estaba agradecida por ello. Esa era su paz interior.

Desde afuera, todos pudieron notar un gran cambio en las auras que antes desprendían Amelia y Gura. Toda su tristeza, toda su nostalgia, se había convertido en felicidad. Desde su lugar, Bakugo no pudo evitar sonreír al ver el efecto que tenía Izuku en las personas. "Da igual cuanto lo intentes, siempre había alguien mejor que tú." Ese alguien era su mejor amigo, y estaba orgulloso por ello. Por supuesto, Izuku pudo leer los pensamientos de Bakugo, y esbozó una sonrisa poco notoria por su bufanda, pero que Bakugo notó, entendiendo rápidamente que lo había "escuchado" pensar, haciéndolo sonrojarse de la rabia que sentía en aquel momento. Y se hubiera lanzado a explotarle la cara al maldito Deku, si Aizawa no lo hubiese visto venir y lo hubiera amenazado con una mirada con su quirk activo. Sólo pudo soplar de molestia, lo que hizo que la sonrisa de Izuku se hiciera más grande. Katsuki no pudo evitar sonreír otra vez por la relación que tenía con el peliverde.

Un rato después, ambas heroínas abrieron los ojos y se levantaron con sonrisas sinceras y relajadas en sus rostros. Izuku las siguió levitando sin deshacer su postura de meditación. Los tres se dirigieron al director, quien los veía con una amplia sonrisa.

Nezu: ¿y bien? ¿Qué tal ha ido?

Gura: fua, me siento super relajada. El peso sigue ahí, pero siento como si estuviera bajo el agua y el peso lo pudiera levantar sin esfuerzo.

Amelia: trataba de que los demás me amaran, cuando ni siquiera me amaba a mí misma. Ha sido liberador -volteando a Izuku- Gracias Izuku. Gracias por todo.

Gura: ¡sí! ¡Muchas gracias por sus palabras señor mago! Ahora que sé que meditar no es un muermo total, tal vez lo haga más seguido.

Izuku: -soltando una risilla- no hay de que. Todos venimos del mismo lugar, por lo que todos deberíamos ayudarnos unos a los otros -dijo relajado, pero en eso su cara cambia a una seria por unos segundos, cosa que fue notado por las heroínas y el director

Amelia: ¿ocurre algo Izuku?

Izuku: hay un grupo de gente en el monasterio.

Amelia: ¿qué? ¿Cómo sabes?

Izuku: dejé mi esencia en varias marcas ocultas para que sirvieran como sensores. Alguien de ese grupo las está desactivando.

Amelia: ¿qu-qué? Entonces...

Izuku: puede detectar la esencia. Sí.

Amelia: no puede ser... Vamos, te hago un portal -dijo para seguido utilizar su anillo para crear un portal a la entrada del monasterio

Gura: ¡y yo os ayudaré! Si son intrusos, ¡les patearé el trasero! -dijo decidida a ayudar a sus amigos

Izuku: está bien. Hasta pronto director -para cruzar el portal junto con Amelia y Gura, sin darle tiempo al director de responder, pensando en el curioso efecto que tenía Izuku en las personas con las que se cruzaba.

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(... okey, este capítulo y el anterior perfectamente pueden pasar como relleno. Lo único relevante de la historia es el final de este capítulo. Pero bueno, al menos espero que el relleno os haya gustado.)

Así que ya saben, cualquier duda, crítica o sugerencia, puede ir aquí, o en cualquier parte de la historia, en donde decidas escribirlo.