Capítulo 36: por una madre preocupada

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Inko Midoriya se encontraba en una habitación especial del Paraíso. Esta se encontraba en el palacio de Adora, para poder vigilarla mejor. Cuando aquel humo verde adormiló a todo el centro comercial de Kiyashi Ward, ella se encontraba allí, y cuando se despertó, se encontraba con una sala completamente llena hasta arriba de gente, adultos y niños por igual. Nadie entendía que pasaba, hasta que una pantalla enorme mostró el rostro de quien ahora sabía que era la jefa de este lugar. Se presentó como Adora, y les dio una pequeña explicación de cómo funcionaban las cosas en aquel lugar. Sobre cómo mientras dormían les implantaron a todos microchips que los rastrearían y les volarían la cabeza si trataban de escapar o actuar en su contra. Incluso tuvo la decencia de mostrar su eficacia con unos villanos menores como conejillos de indias. Ahora estaba pensando sobre la razón por la que estaba allí. No en el Paraíso, sino en concreto en una habitación del palacio de la reina. Sin embargo, Adora también tuvo la decencia de explicarle la razón de su actuar con ella.

Adora: -entrando en la habitación de Inko- buenos días, señora Midoriya. Seguramente se pregunte qué está haciendo aquí en concreto, cuando hay varios bloques de edificios enteros de residencia para esclavos nuevos y viejos.

Inko: n-no realmente. Creo hacerme a la idea. Pero sí tengo curiosidad sobre por qué querría usted hacer venir a mi hijo hasta aquí.

Adora: hm, si le explicara mi actuar me tomaría por loca. Simplemente le diré que su hijo se ha convertido en la pieza clave para mi plan. Es mi objetivo en la vida, y estoy dispuesta a hacer lo que sea para conseguirlo.

Inko: ... seguro que sí. Pero Izuku no sólo es sabio e inteligente. Es seguramente de las personas más fuertes de este mundo. Y si usted cree que puede enfrentarse a él y ganar como si nada...

Adora: ... seguro que combatir contra él será difícil. Sin embargo, no por ello será imposible ganar. Venceré a su hijo, y con la esencia del universo en mi poder, lograré alcanzar el Cielo, junto con toda la humanidad. Los dioses nos reconocerán como la especie que nunca debieron dejar sin supervisión, y con el poder del Aether sobre el cuerpo humano, derrotaremos a los dioses y la humanidad será la forma de vida definitiva.

Inko estaba preocupada. Lejos del relato del plan de Adora, del hecho de que esta sentía que de verdad podía derrotar a su hijo.

Adora: debo darle las gracias por parir a su hijo, pues gracias a él lograré mi objetivo. Como agradecimiento, me aseguraré que tenga la mejor de las vidas en el Aether.

Inko: ... si llega a matar a mi hijo, mejor máteme, pues con una vida sin él prefiero no vivir.

Adora: ... así será. -feliz internamente por ganar la primera batalla contra Izuku. O, mejor dicho, contra la imagen de Izuku que residía en la mente de su madre, ya que pudo convencer a esta de que la posibilidad de su derrota era más baja que la de su hijo. En eso vino Ina, la cual llegaba con noticias para Adora, lo que hizo que ella se fuera a la sala de reuniones. Inko agradeció a la nueva persona por alejarla de ella, e Ina asintió.

Inko: usted parece buena persona. ¿Por qué está aquí?

Ina: ... misma razón que usted. Simplemente soy más valiosa que el resto para ella. Bueno, en parte estoy aquí para llevar más cosas a su habitación para que se sienta más cómoda. Le traigo unos libros que tenía en su casa para que se entretenga. -mostrando una pila de libros que ocultaba en su espalda.

Inko: muchas gracias querida. Lo agradezco mucho. -pero al tomar uno de los libros de la mano de Ina, esta tocó su mano y se fueron a su espacio mental.

Inko: -desesperándose- ¿dónde estamos?

Ina: en mi espacio mental. Le vengo aquí a charlar sin que los micrófonos de la sala le digan a Adora lo que hablamos. Bueno, me gustaría poder reconfortarla diciéndole que su hijo tiene un plan para derrotar a Adora en un par de días, pero el riesgo es muy grande, y puede ser que de todas formas acabe peor que muerto. Sólo quiero que se haga la idea para cuando llegue el momento de la verdad.

Izuku: del Conocimiento al EntendimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora