Capítulo 29: la sonrisa de Eri y la visita de OTRO imperio criminal

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Acabando el festival, Eri y Mirio se toparon de frente con Gura, la cual estaba hecha un asco, pero su sonrisa hacía que Eri no se diera cuenta.

Gura: ¿y bien? ¿Qué te ha parecido?

Eri: ¡¡estuvo muy entretenido!! Había esta función de la clase de Dekiru-chan, la música era muy movida y los bailes, y los brillos, ¡y estuvo genial! Y luego estaban todas estas otras funciones como la de Nejire-chan y...

Gura no podía escuchar nada de lo que le decía Eri. Estaba demasiado distraída con su radiante sonrisa. No pudo evitar derramar lágrimas de felicidad por lograr su cometido. Protegería esa y demás sonrisas hasta la muerte, e incluso mataría por ellas. Cesó sus pensamientos cuando Eri notó que no la estaba escuchando, por lo que aprovechó para darle un regalo que había estado preparando durante el festival.

Gura: mira Eri, te dije que podrías probarla. Aquí tienes. -dándole una manzana acaramelada-

Mirio: ¿eh? ¿Acaso me salté el puesto en dónde se vendían?

Gura: las hice yo misma. Espero que te gusten.

Eri probó un bocado, y su cara reflejaba lo dulce que era la manzana. Ambos héroes sentían que morían de diabetes, incluso el propio Aizawa, que estaba esperando para llevarse a Eri a su hogar. En eso aparece Izuku desde atrás, acercándose a Eri, la cual sabía el por qué de su aparición, y ya tenía una respuesta.

Izuku: saludos. Veo que has roto las cadenas que encerraban tu ser. Me alegro. Pero ahora, espero tu respuesta a tu propia pregunta.

Eri: -con un tono determinado- estoy dispuesta a aprender a controlar mi quirk para hacer felices a los demás. Muchas gracias por sus palabras señor Izuku.

Izuku: un placer ayudar. -volteándose a Gura- y hablando de ayuda, parece que la necesitas.

Gura: en absoluto. Estoy de perlas. -con una sonrisa, mientras su cuerpo estaba lleno de tierra y de moretones de su enfrentamiento con Gentle.

Izuku: ... está bien. Pero si algún día necesitáis ayuda, siempre sabéis dónde encontrarme. -sorprendiendo a Gura por hablar en plural, como si supiera de su condición.

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Mientras tanto, en algún lugar desconocido, una figura humana sentada en su trono revisaba todo lo que sabía de Izuku Midoriya. Hijo de Hisashi e Inko Midoriya, nacido en estado vegetativo, desarrollado su quirk el mismo día de nacer, y que abandonó su hogar con 10 años. Recientemente descubrió que viajó al Himalaya, junto con una comunidad independiente de personas que buscan algo en la vida. Había dado caza a dicha comunidad, y fue notificada que viajaron a un monasterio en lo profundo del Himalaya, a buscar cada uno lo que los hacía felices en sus vidas. Entonces, Midoriya Izuku había sido capaz de despertar su relación entre cuerpo, mente y alma por sí mismo. Algo impresionante, además de gratificante. Actualmente las únicas personas en su reino que conocían las artes místicas eran ella misma, su segunda al mando, y su sacerdotisa, la cual únicamente fue capaz de aprender debido a una expedición a una ciudad antigua subterránea, en la cual se encontró un libro que relataba todos los usos de las artes místicas, las cuales tienen fuentes de poder oscuras y tenebrosas. Sin embargo, si fuera capaz de crear un ejército de usuarios del aura...

Cesó sus pensamientos cuando entró la que era su segunda al mando. Aproximadamente el 70% de personas que vivían en su reino eran esclavos, en el sentido de que fueron raptados, capturados y/o marcados con rastreadores y dispositivos de tortura y asesinato remotos. Sin embargo, su segunda al mando no sólo la seguía por voluntad propia, sino que era capaz de utilizar su aura para hacer vudú, lo que la hacía tan útil como su sacerdotisa.

Izuku: del Conocimiento al EntendimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora