Capítulo 10: aprendizaje y regreso

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Izuku demostró ser un maestro excepcional, pues en pocos días de meditación, logró que Amelia despertara su conexión entre cuerpo, mente y alma. Por lo que tuvieron más tiempo para que le enseñara a Amelia lo poco que sabía sobre usar la energía del alma para las artes místicas.

Flashback (primer día de entrenamiento de meditación)

Amelia se había quedado a vivir en una de las habitaciones del monasterio, y sus necesidades nutritivas eran cubiertas por Izuku unos minutos antes de que empezaran los entrenamientos.

Amelia: "¡carajo, que hambre tengo! Pero supongo que forma parte del entrenamiento de Izuku, pues nunca lo he visto comer en lo que llevo aquí." -pensó para sí misma, olvidando por completo que Izuku puede leer mentes

Izuku: si tienes hambre, te aconsejo que comas ahora, ya que vamos a meditar todo el día, y muy probablemente toda la noche.

Amelia, que no había notado su presencia, se sobresaltó: ¡aahhh! ¡Qué susto! ¡No hagas eso!

Izuku: creía que su quirk le daba una mente y unos sentidos más desarrollados -dijo, con ironía, y un toque de diversión- pero no se preocupe, le enseñaré cómo aumentar su sensibilidad mediante su aura, así como a ocultar su presencia.

Amelia: -suspiro- bien. Y respecto al hambre, no tengo comida. Me la terminé toda en el viaje -dijo algo avergonzada por no haber planeado una estancia prolongada, aun cuando era considerada por sus compañeros héroes como alguien casi a la par de Nezu en inteligencia.

Izuku sólo pudo reír, y alzando la mano, concentró su esencia en el suelo, del cual comenzó a brotar un manzano, del cual salían manzanas doradas que brillaban al estar imbuidas en su esencia. Luego arrancó una de las manzanas y se la ofreció a Amelia.

Izuku: cómasela entera. Le saciará por el resto de la semana.

Amelia: ...eso ha sonado muy mal, lo sabes verdad -con una sonrisilla, ya que, aunque no lo pareciera, le gustaba el humor +18

Izuku: ... -se le escapa la risa- je. Muy bueno. Pero enserio, no hay partes no comestibles. Lo que sí es verdad es que la mejor parte de comérsela entera es la semilla. Es deliciosa -dijo mientras su rostro reflejaba que se estaba divirtiendo.

Amelia: ...-en eso entiende el chiste- pfffff, ¡¡hahahaha!! -jadea por aire- jajajjaahdsfkafewflwa -ahogándose con su saliva- cough cough jeje cough -recomponiéndose- ahhh, okey okey. De acuerdo. Me la comeré entera hasta llegar a la semilla-riéndose, para luego tomar la manzana, tomar el primer mordisco, y al instante notar el buen sabor que tenía.

Al acabarse la manzana, notó cómo el hambre se había saciado. Así que estaba lista para hacer lo que le dijera su maestro. Ambos se sentaron en el patio trasero del monasterio, uno al lado del otro. Izuku se puso en pose de meditación, y Amelia lo imitó. Al principio no parecía pasar nada, ya que a Amelia se le hacía complicado meditar con el viento helado del Himalaya. Esta intentó cerrar los ojos e imaginarse que estaba en otro lugar, pero de repente notó un cambio en el ambiente, que le hizo abrir los ojos y notar que ahora estaba en un lugar distinto. Parecía estar en un lago, rodeado de árboles. Ambos estaban subidos en unos nenúfares en medio del lago. Escuchaba las ranas croar, los pájaros cantar, el viento mover el follaje por el aire.

Izuku, sabiendo que Amelia estaba confusa, le dijo: estoy proyectando mi aura a nuestro alrededor, y le estoy dando la forma y aroma de un paisaje que vaya más acorde a sus emociones. Seguimos en el mismo lugar en la montaña, pero nuestra mente y espíritu ha viajado a un ambiente más apropiado para usted. Este es su espacio mental/espiritual ideal para meditar.

Izuku: del Conocimiento al EntendimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora