"Cuando la vida esta yendo de maravilla de algún modo termina al final yéndose a la mierda"
Eso es lo que piensa literalmente la mente de Anton Stryder, cuando ve en su teléfono celular aparecer un mensaje de texto de alguien a quien creyo haber olvidado. Anton era un hombre de apenas veinticuatro años, con un trabajo anodino en la cocina de restaurante cualquiera pero con la única ensoñación que poseía en su vida: ser escritor. Su personalidad optimista y desenfadada era un rasgo muy atractivo y atraía a ala gente como un imán a un clavo de metal. Todo el que leía sus relatos decía que tenia un don para eso, cosa que siempre provocaba en Anton leves escalofríos. Apenas recordaba vagamente cuando sus padres estaban vivos y le animaban a explorar esa vena artistica, pero eso era antes, cuando ellos seguian ahí, después de lo que sucedio, despues del accidente donde ambos se fueron, Anton no tuvo mas remedio que dejar a un lado su sueño y hacerse cargo. Era su responsabilidad como el hermano mayor cuidar de los gemelos y de la niña de la casa. En su trabajo en el restaurante se le dificultaba mucho tener algo de tiempo. Pero eso no le importaba mucho a Anton. Sus hermanos eran lo mas importante. Su prioridad, infinitamente mas valiosa. Hasta que conoció a Lisa en un día en que asistía de traje y corbata a un evento de la escuela de su hermanita.
Lisa era una chica rubia y de personalidad exigente y meramente caprichosa. Acostumbrada desde tierna edad a que todo se lo dieran. Su familia alguna vez habia dinero pero debido al despilfarro estaban en la decadencia y por lo tanto ella se encontraba a la a caza de un hombre con dinero.
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De ese modo, se resolvería sus problemas financieros de una vez por todas y ya no tendria que seguir pegada a un escritorio. O eso creia... No obstante, por azares del destino mezquino y burlón su camino se cruzo con el de Anton y no pudo evitar sentirse flechada. Iniciaron su romance bajo el hechizo del amor y una pasión casi inagotable. Lisa naturalmente cuando quería ser agradable podía serlo, aun a sabiendas que su familia no estaba de acuerdo con la relacion con Anton, pero ella ignoraba sus reclamos. Estaba enamorada y eso era todo lo que estaba bien en el mundo. Anton por su parte, le preocupaba como seria agrandar a la familia y si sus hermanos aceptarían alguien mas. Estaba motivado a pedirle matrimonio a Lisa, la amaba con locura y estaba seguro de que ella era la única mujer con la que compartiria el resto de su vida.
Paso semanas planeando presentarla en una cena. Y cuando los chicos la conocieron estuvo todo bien. Los gemelos y la hermana pequeña la acogieron como una mas y eso estuvo genial. De hecho hizo que Anton se sintiera menos estresado y disfrutara mucho mas de la velada.
