Crisálida rota

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Running Up That Hill🎶
Kate Bush 🦋

                           
                             Beth

El nudo en mi garganta va hacerme estallar, mis ojos escuecen, las lágrimas picando por salir.
Aprieto mis labios y me pego a la pared tratando de fundirme contra ella en un intento burdo y sin sentido.
Trago mi propia desesperación
No es momento para esto.
Debo ser fuerte.
Por Dyland
Llorar no solucionara como por arte de magia las cosas.

Miro con frialdad al hombre inconsciente, que yace en el suelo de mi habitación, algunas marcas encendidas en el dorso de su mano.
Su cuerpo se redujo a una masa amorfa en la oscuridad, retorciéndose de dolor por las quemaduras del cigarrillo.
No tengo ningun remordimiento.
Ni una sola pizca de culpa o de arrepentimiento.
Pese a que sus berridos los tengo atorados como un horrible eco en mi cabeza.
Examino mis manos pequeñas y con los nudillos ensangrentados.
Lo golpee muchas veces.
Mi capacidad de raciocinio era nula para ese entonces.
No se si es mi propia sangre o una mezcla con la de el.
Siento el ardor de la carne expuesta
Pero no me importa.
Mis hombros se hunden con frustración.

Estoy temblando levemente.
La sangre aun esta caliente en mis venas.
La ira se asienta sobre mi como un velo que me cubre entera.
Aun así no logro conseguir una sola palabra de ese bastardo.

Chandler se ha ido.
En un momento dado, simplemente salio de la habitación.
Sin decir una sola palabra.
Quizás quiere estar con su novia Sandy
Pasar tiempo de pareja con ella o que se yo.
El pensamiento me llena de desconsuelo.
Me encojo de hombros y caigo sobre mi trasero en el piso.
Me siento tan sola.
La sensacion de perdida y abandono están consumiendo mi alma.
Pienso en mama, en Conar, en Chandler y por ultimo en Dyland.
Cada uno produciendo una sinfonía de dolor dentro de mi pecho.
Todos se habían ido.

Cierro los ojos.
E intento recuperar el valor.
Necesito permanecer lucida.
Necesito tener calma.
Pero no puedo permanecer como si nada y es cuando me rompo en miles de pedazos, como un cristal que rebota y se esparce en cientos de partes incongruentes sobre la súperficie.

Unos brazos fuertes me sostienen y me hundo contra su pecho. Aspiro entre bocanadas y gorjeos procedentes de mi  garganta.
Es su aroma....
Es el...
Siento su respiración contra la coronilla de mi cabeza.
Conozco su aroma.
Conozco la curvatura que adopta sus brazos sobre mi.
Y la dureza de sus músculos.
Lo se, lo he sentido antes.
Y volver a experimentar su cercanía envia un calor sumamente delicioso a mis partes femeninas.
Aun así soy un caos absoluto.
Soy lágrimas calientes, soy dolor abrazador, soy sollozos desesperados
Y devastación inherente.
Mi tormento es profundo debido a que no pude evitar que me lo quitaran.
Es porque soy débil.
Es porque soy demasiado confiada.
Chandler tenia razón.
No tengo lo que se necesita, porque no veo lo que esta mal en las personas.
Soy débil y soy demasiado joven para todo esto.
Soy débil y voy a pagarlo.
Soy tan débil y patética.
Justo como una oveja rumbo al matadero.
La única cosa mas valiosa que me encargaron cuidar, he dejado que me la arrebataran.
Mi cara se entierra en el hueco de su clavícula tan masculina.
El no dice una palabra.
Nada
Lo cual aprecio.
Y solo me rompo en pedazos y el esta ahí para sostenerme pese a mi propia miseria.

¿Que se supone que le dire a mama y a Conar cuando nos reunamos de nuevo?

Cuando finalmente dejo de llorar, me separo un poco.
Aun no dice nada.
Admiro esa capacidad que tiene para parecer taciturno y controlado.
Bueno en ocasiones.
Alguien entra con pasos apresurados y se aclara la garganta.

—Crei que ya se habían largado—Dice con recelo Chandler.
Pero lo siento como un animal acorralado.
Eso lo hace peligroso.
Me repliego mas a la pared y guardo silencio.
—No es el momento —
Chandler ladeó la cabeza, en un ángulo intimidatorio y a continuación da un paso adelante y se lo que va hacer.
Sus largos dedos se enrollan en el cuello de la camisa de Alfred, Y tira de ella con fuerza, con demasiada quizás. Alfred permanece estático, con la sorpresa escrita en su rostro solemne.
—Ding dong, miren a quien tenemos aquí...
La voz de Chandler sale en ásperos gruñidos.
—Dime de una jodida vez ¿que es lo ustedes tienen que ver con todo esto?..

El Club De La Dimensión MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora