Neovisa es la cadena televisiva más grande del país, pero tiene una ley muy marcada en su reglamento: "Nada de relaciones románticas en el trabajo". El presidente Kim despedirá a cualquiera que la rompa.
Pero los chismes corren rápido, y varios emp...
Haechan por primera vez llegó "feliz de la vida" al trabajo, y se sorprendió cuando vio el enorme adorno de flores que había en la recepción, girasoles y tulipanes, las flores favoritas de Haechan y de Mark.
—¡Es para ti! —Chenle gritó con alegría. —¡Si, dice para "Mr. Lee! El esposo más lindo y mejor reportero de Neovisa. Feliz casi cumpleaños." Jeno no está casado y su cumpleaños fue en abril y es para ti, estoy casi seguro de que lo envió Mark.
Haechan observó el adorno, iría con Mark pronto para agradecerle, era verdaderamente lindo en sus últimos días de Neovisa, donde ya no iba a trabajar, solo iba a dejar alguna papelería para la renuncia. Era triste que esperara hasta el final, tantas veces envidió eso, quería que alguien lo viera y le llevaran enormes arreglos, que alguien se diera cuenta de lo amado que era.
—¡Qué lindo adorno! —Ten mencionó. Se acercó a recepción y miró a Chenle. —Perdón por la interrupción. —Dijo bajito. —Pero Chenle, ¿Podrías comunicarte con Jaemin y decirle que tendrá que hacer el programa de la mañana solo? —Miró a Donghyuck. —¿Puedes hacerlo con Jaemin?
Haechan y Chenle arrugaron el ceño.
—¿Y Jeno? —preguntó Haechan.
—En el hospital, también Yangyang está en el hospital, ya hablé con Mark, hoy se acaba su contrato, es su último día, así que él será el director. —Ten soltó un enorme suspiro.
—¿Por qué están en el hospital? ¿Están bien? —Chenle parecía demasiado preocupado.
—Sí, ellos están en perfecto estado. Solo que ayer hubo un altercado y Renjun resultó herido, está bien, pero ninguno de los dos se quiso despegar de Renjun anoche. —Ten explicó.
—¿Qué pasó? —preguntó Donghyuck.
Y Ten empezó a contarles lo que sabía, el cómo buscaron al reportero estrella, pero terminaron mandando a Jeno y a Yangyang y Renjun se coló con ellos y fue agredido por el entrevistado al grado de tenerle que hacer una ligera sutura en la frente.
—Tengo que ir. —Haechan dijo en voz alta.
—Tienes que quedarte. —Ten suplicó.
Fue en ese momento que la puerta se abrió, entró un Jaemin sonriente con una ligera bolsa de plástico. Pensó que se le había hecho tarde, pero estaba a tiempo.
—¿Dónde estabas? —Preguntó Chenle, te marcaba y no contestabas.
—En el hospital, fui a dejarle ropa a Jeno y a traer el auto de Neovisa. —Levantó los hombros. —Jeno vendrá para el noticiero de la noche, Yangyang mencionó que pedirá unos días de descanso. —Miró a Ten. —Debo ir a RRHH a dejar las llaves. No tardo.
—¿Cómo está Renjun? —Preguntó Haechan.
—Jeno dice que está bien, la verdad no lo vi. —Jaemin sonrió. —Jeno estaba afuera en la sala de espera porque solo una persona podía estar dentro de la habitación del paciente y Yangyang estaba con él.
—¿Qué huelo? Un nuevo romance. —Chenle se echó a reír.
—Supongo. —Jaemin sonrió. —Bueno, volveré en un momento.
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