Capítulo Nueve

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Boston,
02 junio 2013.

Por fin sábado, día para descansar y pasar el día entero en la cama con mi querido prometido que al parecer tenía los mismos planes que yo tenía o eso parecía insinuar, acaricie su nuca luego de entrelazar mis piernas alrededor de sus caderas, sonrió y se inclinó para atrapar mis labios en un beso que poco a poco fue subiendo de tono.

Sentí las yemas de sus dedos bajar por mi vientre hasta llegar al inició de mis bragas donde introdujo su mano para comenzar a estimular mi clítoris, lo que hizo que enterrará mis dedos de los pies en su cadera por el placer que proporcionaba.

Mierda, paraíso lo describiría a la perfección.

Lleve mis manos al elástico de su bóxer bajándolos sin vacilar, lo necesitaba dentro de mi ahora, el movió mis bragas dejando al descubierto mi coño que fue embestido por su miembro.

Arque mi espalda al sentir como movía sus caderas en círculos y después entraba por completo causando un tremendo placer, tomo mis caderas con delicadeza aumentando un poco más sus movimientos que me hacían desear más de él.

–Mu-Muévete.–dije con la voz entrecortada.

Tomo mis manos entrelazándolas con las de él para moverse aún más rápido, chille sintiendo mi vientre contraerse lo que indicaba que estaba a punto de llegar igual que él.

–Maldición.–jadeé.

Eche mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos cuando me deje ir junto con él, mantuve los ojos cerrados hasta que mi respiración se regularizó.

–Eso fue...–comenzó a decir.

–Mágico.–terminé por él.

–Me has robado la palabra mi amor.–beso la punta de mi nariz.

Sonríe sintiendo como salía de mi acomodando mis bragas y su bóxer, se acostó a mi lado abrazándome, dejando que mi cabeza descansara en su pecho.

–¿Qué quieres hacer?–cuestionó trazando círculos imaginarios en mi espalda.

–Solo quiero estar aquí, ver una película o algo.–suspiré.

–Me parece perfecto, prepararé el desayuno, tú busca una película.–beso mi frente.

–Okay.

Nos levantamos de la cama yendo cada uno hacer lo que habíamos acordado hacer, abrí la cajonera sacando las películas, romance, terror, tristeza y animación, terminé escogiendo El diario de una pasión.

Era una película hermosa, me encantaba y Louis estaba obligado a amarla.

–¡Que sorprendente!–se burló al ver cuál era la película que había elegido.

–¡Louis!–lo reñí ocultando mi risa.

–Es mentira mi amor, ven, hay que verla.–se acercó a la cama.

Sonreí tomando asiento en el inicio de la cama dejándome un espacio a Louis para que sentara dejando el desayuno entre nosotros, con el control le di play a la película para después comenzar a desayunar entre risas ignorando casi por completo la película, la mermelada cayo en mi pecho descubierto por la camiseta de botones que llevaba.

–Mmmh...

Cerré los ojos sintiendo como Louis pasaba su lengua por donde había caído la mermelada, tomo mi espalda baja para poder acostarme en la cama y ponerse encima de mi para comenzar con el segundo round, pero el sonido de mi teléfono nos interrumpió.

–Seguro es de la oficina, debo contestar.–lo detuve.

Una parte de mi creía que era Aiden, pero lo dudaba, ¿para qué me llamaría?

Salí debajo de su cuerpo para ir por mi teléfono y contestar sin ver quien era.

–¿Hola?–oculté la ilusión de mi voz.

–¿Aline?

Mi corazón comenzó a latir con fuerza.

–Si.–me mordí el labio inferior.

–Pf... Pensé que no había marcado bien.–pude sentir su sonrisa.

–No, si, ¿Qué pasa?–mire sobre mi hombro a Louis.

–Quería saber si tú... Aceptarías tener una cena conmigo.–mi corazón martillo con fuerza por su propuesta.

Maldición.

No quería negarme, pero eso parecería un engaño ante los ojos de todos, tenía que tomar una decisión rápida.

–Por supuesto, ¿dónde?

–Creo que será sorpresa.–su tono de voz me estremeció.

–Uh... Encantador.–murmuré.

Su risa hizo que mi piel se erizada.

–Te llamo luego.–se despidió.

–Okay, adiós.

Colgué, me gire y mire a Louis sintiendo como si estuviera haciendo algo malo y tal vez si lo estaba haciendo porque ese hombre comenzaba a ser un peligro.

Peligroso Amor. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora