Boston,
08 de junio 2010.Mire por todos lados pasar a los médicos, enfermeras y personas desesperadas por un familiar o amigo seguramente grave. Tragué fuerte el nudo en mi garganta caminando por el brillante piso blanco donde podía mirar mi reflejo, al llegar a donde estaba mi madre y mi hermana me sentí quebrar al verlas destrozadas.
—¿Qué está pasando?–tenía miedo y mi voz temblorosa lo hizo notar.
Mi madre abrió la boca para contestar pero no pudo, las lágrimas cayeron de nuevo por sus blancas mejillas.
–Eve dime que pasa.–dije en un hilo de voz.
–Pa-papá...
Cerré los ojos con fuerza al escuchar hablar a mi hermana. Él se salvaría, era fuerte, lo demostraría como siempre lo hacía.
–Estará bien mamá.–dije con seguridad.
–No lo entiendes Aline.–sacudió la cabeza envuelta en llanto.
–Explícame entonces.
–Los médicos no creen que logre sobrevivir, no esta vez.–sus palabras fueron como un balde de agua helada.
–Lo hará mamá, prometió nunca dejarnos.–las primeras lágrimas fueron derramadas.
Caí de rodillas frente a mi madre sintiendo como mi corazón se partía cada vez más con cada segundo que pasaba, tomé las manos de mi madre entre las mías tratando de decir algunas palabras que la animaran, pero no tenía ni idea de que decir.
–Familiares de Jordan Davis.
–Nosotras.–dijimos todas al unisono al médico.
Me levante del piso sacudiendo mis rodillas antes de mirar al médico que se miraba cansado, tal vez por horas de trabajo tratando de salvar a mi padre de la muerte.
–No les tengo buenas noticias.–dijo manteniendo su postura profesional.
De pronto todo el ruido a mi alrededor había desaparecido hasta el sollozo desgarrador de mi madre a mis espaldas, todo comenzaba a tornarse oscuro.
–Será mejor que entren a despedirse.–su voz fue un susurró a penas audible para mí.
Mis pies comenzaron a moverse en dirección hacia la habitación donde se encontraba mi padre, al entrar fue como recibir un fuerte golpe cuando ví su cuerpo completamente pálido con grandes bolsas bajo sus ojos, los cuales apenas mantenía abiertos.
Me acerqué a un costado de la camilla tomando su mano para después dejar con beso en su tibia frente, apreté su mano guardando un sollozo en el fondo de mi garganta. Mi hermana se acercó al otro lado de la camilla tomando la mano de nuestro padre como yo, se inclinó dejando su boca a la altura de la oreja de él.
–Serás abuelo papá.–logró decir a pesar del llanto.
Las lágrimas cayeron por mis mejillas quemando a su paso, mire a mi padre sonreír levemente antes de que sus ojos se cerraran para siempre.
Me incline en mi lugar juntando mi frente con nuestras manos unidas soltando sollozos bajos mientras escuchaba a mi madre gritar con dolor desde el inició de la camilla donde estaba parada.
Me enderecé mirándolo una vez más, su mano había dejado de apretar la mía como lo había hecho segundos atrás, volví a besar su frente haciendo que mis lágrimas la tocaran y cayeran por su nariz.
–Te amo papá.–las palabras cruzaron el nudo en mi garganta.
Ω
Su brazo envolvía mi hombro pegándome a su cuerpo mientras que la tierra caía sobre el cajón de mi padre, hipé durante minutos por los sollozos acumulados en mi garganta. Esto dolía bastante, él estaba bien, yo lo había visto.
–Nena todo estará bien.–dijo en mi oído intentando animarme.
–Mi papá, Louis.–sollocé sin aceptar que ya nunca más lo vería.
–Aquí estoy nena.–la firmeza de su abrazo me lo afirmó.
Mire a mi hermana al otro extremo de donde estaban enterrado a nuestro padre con sus manos sosteniendo su vientre –aún plano– mirando fijamente la tierra caer sobre el cajón de mi padre, era doloroso incluso para los familiares lejanos.
Voltee mi cuerpo dándole la espalda a donde enterraban a mi padre, me aferre a los brazos de Louis siguiendo con mi llanto mojando su camiseta negra.
–Sh... Todo estará bien, lo prometo.–acarició mi cabello.
Estuve minutos aferrada a sus brazos mientras terminaban de enterrar a mi padre y los familiares y amigos daban el pésame antes de marcharse evitando un momento más incómodo.
No existían palabras para explicar cómo me sentía.
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Peligroso Amor. ©
Roman pour Adolescents¿Qué pasará cuando un hombre ponga toda tu perfecta vida de cabeza? Lo que parecía ser un peligro para Aline Davis se terminó convirtiendo en amor, en un peligroso amor que la hará dudar de todo lo que tenía. ¿Realmente amaba a su prometido? Descubr...