Jungkook estaba terminando de bañarse, mientras el agua tibia recorría su cuerpo desnudo, sus pensamientos seguían llegando al mismo lugar, a lo que Jimin le había contado, se alegraba de que hubiera tenido esa enorme confianza con el pero al mismo tiempo enfurecía por qué el solo imaginar a su hermoso Jiminie solo en la oscuridad de ese bar, asustado y luego la manera tan brutal en que lo atacaron sin que el supiera quién fue o por qué razón, lo volvía loco.
Jungkook golpeó el azulejo de la pared con furia. Tenía que saber quién fue, tenía que hacer que pagará. El infierno no sería nada en comparación con lo que el le haría...
En su mente revoloteaban mil formas de venganza, ¿pero como? Tenía que saber en qué bar fue, en que fecha. Pero de ninguna manera podría preguntarle a Jimin por qué este tema lo alteraba muchísimo, ayer cuando lo sostuvo en sus brazos parecía tan frágil como un pajarito que se había caído desde lo alto y se había roto las alas. No, de ninguna manera le preguntaría nada al respecto, no quería que se alterara así de nuevo, en ese momento solo había querido calmarlo y que no sufriera, no podía hacer que hablara de ello de nuevo.
Tendría que recurrir a Taehyung, tendría que preguntarle a el y llegar al fondo de esto, ¿Cómo era que no había responsables? Claro que no, el llegaría al fondo y haría pagar a quien fuera responsable. Eso ya era un hecho.
Termino de secarse y noto que tenía un poco lastimados los nudillos de la mano, no le importo mucho y continuo vistiéndose.
Recordó que no había podido contarle a Jimin acerca de su trabajo, pero Jimin no había preguntado de nuevo, se lo diría en cualquier momento que considerará adecuado. Jimin de seguro se reiría de el por inventar una mentira tan coja y tonta. Cómo se le pudo ocurrir que Jimin se alejaría si sabía quién era, valla tontería.
Por su parte Jimin llegó a su trabajo temprano como todos los días y se posicionó en su escritorio. Ayer había sido un día lleno de emociones. Recordó como Jungkook lo había cargado y metido a su auto, como lo había consolado tan suavemente y como le había dicho esas palabras que tanta falta le habían hecho escuchar.
Tu no tuviste la culpa...
Por años Jimin se había sentido tan culpable, aún no desaparecía de el todo la culpa pero las palabras de Jungkook habían hecho una gran diferencia, habían sanado una parte de su alma que había estado herida por años. Tae muchas veces le había dicho que no había sido su culpa pero creyó que solo se lo decía para hacerlo sentir mejor.
Los ojos de Jungkook y su voz lo hicieron creer que era cierto, que el realmente no había tenido la culpa, si bien habría sido bueno que relajara un poco su ritmo de vida, aún así el no había tenido la culpa, el solo había estado en el momento y lugar equivocados.
Una pequeña cajita rosa fue puesta en la ventanilla y lo saco de sus pensamientos. Cuando levantó el rostro vio justo a la razón de su alegría.
Jungkook estaba parado de el otro lado en un traje azul marino, guapo como un dios Adonis y con esa sonrisa juguetona y segura tan característica suya.
_Buenos días bonito. ¿Cómo estás hoy? Por qué yo te veo cada día más hermoso.
Jimin bajo la mirada sonrojado, este chico siempre decía esas cosas tan vergonzosas.
_Buenos días Kookie. ¿Sabes una cosa?
Creo que estoy enamorado.
_¿A si? ¿Y quién es el afortunado?
_Un chico de cabello negro y brillante sonrisa.
_Que envidia... ¿Qué hizo para merecer tanto?
_Es el hombre más cariñoso en el mundo y siempre tiene confianza, nunca teme decir lo que siente. El solo toma todo por si mismo y no acepta nunca un no. Además es tan guapo que no sé por qué no está modelando para las marcas de ropa.
_¿Tan genial es?
_Si, más de lo que puedes imaginar.
_Jimin-a, eres la luz de mi vida.
En ese momento llegó alguien a formarse detrás de Jungkook y este hizo una mueca de disgusto.- Me tengo que ir pero abre mi regalo antes de que me valla.
Jimin abrió la pequeña caja con una sonrisa y saco un pequeño pastelillo de chocolate.
La boca se le hizo agua por imaginar el sabor.
_No es tan dulce como tú por supuesto pero aún así quería que lo probarlas.
Al final Jungkook se tuvo que ir para dejarlo trabajar, pero eso no evito que se fuera muy de mala gana, quería estar todo el tiempo con Jimin, era su prioridad.
Así pasaron varios días, salían a comer o solo paseaban por el parque, otras veces cenaban los tres juntos mientras miraban televisión.
Los días pasaban ligeros como burbujas y cada día los dos estaban más enamorados el uno de el otro.
Jungkook descubrió que a pesar de la condición de Jimin, el era determinado con su trabajo, no faltaba un solo día y no se iba si no dejaba todo listo. Era sumamente disciplinado en todo lo que hacia.
Le contó Jimin que su madre le había dejado una herencia millonaria y que había pasado la mayor parte de su vida estudiando en el extranjero, también le dijo que no era empleado de la tienda departamental, sino que trabajaba para su padre como director de una empresa.
Cuando le contó Jimin se rió a carcajadas y le dijo que el ya lo sabía por el tipo de ropa costosa que usaba y otras pistas.
Y para su alivio Jimin estaba bien con ello, no se había enojado por qué le hubiera mentido, pues no fue con una mala intención.
Jungkook habría querido que Jimin dejara de trabajar, pero al ver lo comprometido que era Jimin con su trabajo no fue capas de insinuarle nada, tenía miedo de ofenderlo.
En la empresa al fin podía estar en paz, todas las cuentas que habían tenido problemas se habían pasado a revisión por el equipo de su padre y ahora el había comenzado de cero con nuevo personal y con sus propias reglas, todo parecía ideal.
Jimin lo invito a tomar un helado y el por supuesto salió más temprano de el trabajo ese día para pasar por su novio.
En el departamento Tae se peleaba con el televisor por qué su equipo había perdido y Jimin se reía de el.
_No es nuestra selección Taehyungnie, ya no te enojes.
_Tu mejor ni te metas, esto es entre el televisor y yo. Además ¿a donde vas tan guapo?
_Voy con Jungkook a tomar un helado. Te traeré uno enorme con chocolate- le dijo con una sonrisa brillante.
_Pareces feliz Jiminie, me alegro de verte así de nuevo. Tengo que agradecerle a Jungkook por eso.
_Cuando lo viste la primera vez lo odiaste.
_Bueno, tardo en encariñarme ya lo sabes. Pero el se ha ganado mi confianza.
Jungkook llegó y ambos salieron tomados de la mano.
Taehyung gritó desde el departamento.
_¡Van a darme una diabetes con tanta dulzura!
Jimin y Jungkook se fueron riendo por el comentario de Tae.
Ese día comieron helado y fueron al departamento de Jungkook. Jimin no se incómodo por el lujo, el no le daba valor a esas cosas, más bien lo que lo puso Jimin tan feliz que quería saltar era ver el lugar en el que Jungkook vivía, el lugar que tenía la esencia de su personalidad y su olor.
Parecía el departamento de un artista pop. Lo más extraño fue que había colchones por todos lados, eso hizo a Jimin sonreír al imaginarse a Jungkook acostándose en todos lados.
El pelinegro había ido a la cocina, por un vaso de jugo para Jimin y el había aprovechado para recostarse en uno de los colchones, se acurrucó allí y aspiro el aroma tan sabroso de Jungkook en la tela.
Jungkook quien había tardado un poco, regreso y vio a un lindo Jiminie acurrucado en su colchón favorito.
Se veía tan lindo que no lo despertó, más bien tomo una cobija suave y se acostó a su lado y con cuidado de no despertarlo, los cubrió a ambos. Paso un brazo por debajo de su cabeza para estar más cerca, todo con sumo cuidado de no despertarlo y de que su cánula no sé aplastará en ningún lado.
Se quedó apreciando la belleza se sus rasgos, su hermosa boquita y su naricita que parecía tallada por el mejor de los artistas.
Estuvo mirándolo por un buen rato pero cuando estaba a punto de caer rendido tomo una selfi para enviársela a Tae, la fotografía decía: Tal vez tardaremos un poco más Jimin-ssi, se ha quedado dormido, no te preocupes hyung.
Cuando Jimin despertó encontró a Jungkook dormido. su rostro era tan suave, la altura de sus cejas y la forma en que enmarcaban su rostro le daban ese toque de picardía que tanto amaba.
Jungkook había dejado la luz encendida anticipando que si Jimin se despertaba antes que el, no se encontrará en la obscuridad y se asustara.
Jimin vio la mano de Jungkook que estaba entre ellos, se veía hinchada. Jimin frunció el ceño, y tomo su mano para verla mejor, era enorme en comparación con sus pequeñas manos. Estaba lastimada, como si se hubiera golpeado muy fuerte con algo. Eso lo disgusto, acaricio la piel inflamada y luego la beso tiernamente.
Jungkook ya se había despertado pero fingió que dormía para su propio disfrute.Gracias por leer por favor déjame un comentario❤❤❤❤😘😍😘❤
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Apreciar la oscuridad (Kookmin)
FanfictionJimin perdió todo el dinero que le dejo su padre por culpa de Bkorean y tuvo que dejar la universidad por esa razón, además de que tiene que aguantar a un jefe que lo maltrata por qué si renuncia se queda sin seguro médico y como uno de sus pulm...