6. Conocerte (parte 1)

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Jungkook tendría que hacer algo que odiaba con todas sus fuerzas, iba tener que ir a hablar con su padre. Había sido nombrado presidente de una de las compañías de la multinacional hacía un mes pero en todo el tiempo antes y después de el nombramiento los problemas seguían surgiendo muchas cuentas de clientes tenían actividades sospechosas. Tenía que hablar con su padre para que le dijera que rayos estaba pasando ¿Estaría metido en algo turbio? Esperaba que no, lo mas posible era que no, la empresa había sufrido cambios recientemente y tal vez era solo la mala recaudación de información y bases de datos .

Recordó que hacía unos años había habido un gran escándalo en el que acusaban a Bkorean de fraude y lavado de dinero e incluso se les acusaba de el ataque a un centro nocturno en el que murieron más de diez personas y otras más resultaron heridas. Recordó que en ese tiempo su padre lo obligó a viajar al extranjero pero aunque el estuviera lejos aún así veía las noticias.

Al final el escándalo se acabó en unas semanas y ningún medio volvió a hablar de ello. Su padre le había dicho que habían querido manchar la imagen Bkorean pero que el había aclarado todo el asunto y que podía regresar a Corea, que iba a darle la presidencia de una de las empresas.
¿Será que todo eso era cierto?

Nunca había llevado la mejor relación con su padre pero aún así esperaba que no fuera cierto.

Recibio un mensaje en su teléfono, era Jimin. Su rostro inmediatamente se relajo y lo leyó con una sonrisa.


Decía: Hola cariño espero que estés pasando un buen día Taehyung tiene unos tikets de descuento para comer en la barbacoa de el centro, ¿quieres venir con nosotros?, sería por la tarde como a las seis.

El ánimo de Jungkook siempre mejoraba cuando pensaba en su novio.
Con su sonrisa de conejo de oreja a oreja le contesto: Claro que quiero ir Jimin-a, hoy voy a ir a ver a mi padre así que no me esperen en la estación, mejor vallan a casa y yo los paso a recoger en mi auto.

Su teléfono sonó con una llamada. Era el mismo Jimin.


_No sabía que tuvieras auto, tal parece que aún no te conozco muy bien, aunque no sé por qué alguien que viste como tú y tiene un auto toma el metro de la ciudad.


Jungkook quiso golpear su cabeza en la pared, era cierto el le había dicho a Jimin que era empleado de una tienda departamental, y el muy imbécil había olvidado desmentirlo, ahora no creía que Jimin lo tratara diferente sabiendo que era rico. El no era como todos los demás pero... la deshonestidad, no creyó que a Jimin le agradará que le hubiera mentido. Tenía que contárselo y sería hoy por qué no pensaba mentirle un día más a él amor de su vida.

_Tengo mucho que contarte sobre mi, mi amor pero hoy te lo diré todo. Quiero que me conozcas tal cual soy.

_De acuerdo, quiero conocerte bien. ¿Sabes una cosa? Me gustas mucho.


_ A mi me gustaste primero, desde el momento en que te vi caí como embrujado.

Jimin se río al otro lado de la línea y luego de muchas palabras cursis ambos colgaron.


Ya en el departamento con Taehyung, Jimin acababa de ducharse, el siempre tardaba más de lo normal debido a que tenía que cuidar el tanque y la cánula.

Aún quedaba tiempo para que Jungkook pasara por ellos, el ya estaba vestido y se había peinado el cabello, después de todo Tae había tenido razón, le sentaba bien el color rosado. Una idea cruzó su mente ¿y si...


Jimin fue al fondo de su closet y saco una caja de zapatos, hacía años que no la abría, dentro estaban algunos cosméticos y accesorios, los cuales hacía años que no usaba.
Los miro, eran tan bonitos como los recordaba, no lo pensó más y se puso un par de aretes largos de plata, esos pocos accesorios era de lo poco que le quedaba de su antigua vida, su hermano se los había regalado. Una vez en el pasado casi los había vendido si no fuera por Tae quien se lo impidió.

Se vio en el espejo si se sonrió a si mismo, le quedaban bien. Después tomo un labial de la caja, era de un rosa suave, se lo paso por los labios haciéndolos ver aún más bonitos de lo que ya eran. Puso un poco de color en sus ojos un tono de café pero muy suave.

Se veía muy bonito, su imagen en el espejo casi le recordó a hace cinco años cuando salía de fiesta todos los días, en ese entonces tenía casi veinte años, no, de ninguna manera volvería a ser esa persona. Eso había quedado en el pasado, está era la primera vez después de todos esos años en que se permitía ser un poco coqueto.

Tae entro a la habitación, se tenían tanta confianza que nunca habían tocado para entrar a la habitación de el otro. Cuando vio a Jimin con sus aretes y los labios rosados se quedó en shock, hacía tanto tiempo que no los usaba. Su amigo era realmente una belleza de hombre,  eso activo su modo bromista.

Apreciar la oscuridad (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora