33♡⃕﹫

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Capítulo dedicado a; WenLinx032

Jimin

¿Más golpes o que lo miraran así? Ese era el debate mental, mientras me dirigía a casa si no iba al trabajo me iban a correr y solo provocaría que mi madre se enfadara, por el contrario si llegaba a la cafetería con la cara llena de colores morados verdosos iba a recibir bastantes comentarios.

¿Qué más da? No era la primera, ni última vez que alguien lo llegaba a mirar en ese estado, tal ve, un poco de maquillaje lograría cubrir aquellos golpes notorios y unas pastillas para aliviar aquellos dolores que aún podía sentir en su cuerpo.

Los minutos habían transcurrido cuando llegué a casa, sin perder el tiempo comencé maquillar las zonas de mi cara e incluso algunas de mis brazos que podrían llegar a ser visibles con el uniforme del trabajo, pensaba aún más que mañana tendría tutorias con Yoong, tal vez, era momento de poner final de todo, Hoseok y él, ya se hablaban.

Al terminar, tome mis cosas volviendo a salir de casa dirigiéndome hacia la cafetería dejando una pequeña vista hacia el cielo, los meses se aproximaban y pronto mi cumpleaños 18 por fin sería, podría irme de ese infierno.

(...)

La rutina dentro de la cafetería era la misma, atender, cobrar y hacer lo pedido, algo sencillo, ver clientes de todo tipo con diferentes actitudes. Al menos era una zona de paz debido al café tostado que se sentía en el local.

El reloj marcaba las 5:40 los clientes disminuyeron un poco por lo que podía tomarme un breve respiro, mire mi celular observando los mensajes de Jungkook, no le había respondido y no porque no quisiera, pero tampoco quería ocultar lo sucedido, estaba en una pelea constante sobre decirle la situación de ayer.

Negué guardando el celular escuchando la campana de la puerta principal alzando la cara.

—Buenos días, ¿Puedo tomar su or...

—Buenos días, me gustaría que me acompañaras con un delicioso café de tu gusto y un pastel.

—Jungkook...

—El mismo, me tenias asustado, ¿Qué es eso de no responderme? Apúrate y sal detrás de ahí, es momento de disfrutar nuestra tarde.

Asentí preparando dos lattes, junto a dos rebanadas de pastel de vainilla y un emparedado. Los minutos fueron acabando se hasta que mi turno había concluido, le llamé entregándole lo que me dijo mientras iba por la puerta de atrás y un compañero venia a sustituir. En cuando quite mi uniforme volví a salir con mi mochila yendo hacia donde el mayor tomando asiento, ahora debía saber que decir.

—¿Y bien? ¿Por qué no respondías?

—Yo, lo siento, estuve en estudios sabes, luego la casa y eso. Vi tus mensajes pero no me dio tiempo de contestar.

—Entiendo, ¿Qué tal las cosas en casa?

Ese pregunta me hizo helar completamente, tragando saliva con dificultad porque unos segundos atrás debatía en que decir cuando esa pregunta se hiciera presente en el chat y no en persona. Rasque mi nuca al pensar si decirle verdaderamente lo que pasó hasta que solte un suspiro.

—Fue de mal en peor.

Fue lo que dije para comenzar una platica que iba para bastante largo.

(...)

Dentro de aquella cafetería había dicho todo lo ocurrió, por parte de Jungkook se hicieron presentes abrazos, mimos, maldiciones y besos. Lo entendía, se sentía frustrado al no poder hacer nada más que escucharme, el entendía la situación del porqué no daba aviso a las autoridades.

Ahora un camino tranquilo hacia casa se recorría, tomados de la mano y juntos en un silencio cómodo para ambos, de vez en cuando habían esas miradas donde se transmitían ciertas palabras.

Lo pensaba al verlo, ¿Solo era una amistad? sabía perfectamente que hubieron besos entre nosotros, incluso palabras que no cualquier se diría con una amistad, tal vez si, pero sabíamos que no lo decíamos por decir. Daba miedo afrontar la realidad de que sólo fuera latina al verme en mi situación.

Frente a casa ya nos encontrábamos, esas miradas estaban donde poco a poco se acordaba la distancia, sintiendo los bellos delgados contra los míos los cuales empezaron un baile lento en el cual nuestros labios se conectaban como piezas de rompecabezas.

Mi cara fue alzada por su mano, en un par de segundos nuestras lenguas ya eran un gran baile húmedo escuchando sonidos de estas mismas y nuestros labios, un beso húmedo que transmitía tantos sentimientos que lograba que mi corazón sintiera calidez.

Unos segundos más bastaron hasta que nos separamos juntando nuestras frentes.

—Solo espera un poco más Jimin, te prometo que te sacaré de este infierno.

—Te esperare Jungkook, solo quedan 4 meses y estaremos juntos.

—Entonces seamos fuertes para que cumplamos esto.

Si, mi corazón palpitaba ante esas palabras, otro beso se hizo presente siendo suave y casto dejando risas cómplices de por medio, un abrazo cálido que nos fundía en ese instante y mi vista al cielo.

Este infierno acabaría, por fin sería libre, tal vez a lado de Jungkook o en alguna otra parte del universo...

Carta errónea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora