36♡⃕﹫

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Narrador

Una tarde entre risas y platicas fue para los chicos, además de dulce por lo que sus paladares saboreaban, esa grandiosa conexión que lograron tener en tan poco tiempo fue lo mejor que les pudo ocurrir.

Habían finalizado aquella tarde, ahora mismo dos manos entrelazadas encaminadas hacia las calles principales de Seúl se dirigían sin ningún rumbo en concreto. Sólo disfrutando de la noche iluminada por los focos, las suelas de sus zapatos golpeando contra el piso y sus risas combinadas como la mejor melodía que pueda existir, porque si, para ellos así de grandiosa era su compañía.

No tardo mucho en que dieran las 9:30 pm, hora en la que el menor debía volver a casa aunque no quería, sin embargo, el llegar tarde podría llegar a ocasionarle graves problemas con su madre, algo que ya no quería porque desde la última vez lo había pasado bastante mal aunque trataba de calmar las aguas con ella.

Con un paso no tan apresuraro, comenzando una nueva dirección hacia su casa.

—Ya pronto cumplirás 18 Jimin, te queda solamente un mes y te juro que te robare, para protegerte de todo crimen, te apoyaré en todo.

—Gracias Jungkook, no sabes lo agradecido que estoy de que me dediques tu tiempo a pesar de que tengas otras cosas más importantes que hacer.

—No hay nada más importante en este mundo que no seas tú, ¿Haz estado juntado pruebas?

—Si, varias fotos, algunos audios y con trabajos videos, todo esta en mi celular, algunas fotos ya las imprimí y están en un sobre en mi casa, en mi mueble.

—Solo espera, cada día se acerca más y veras como saldrás de ahí.
—Sonreí, depositando un suave y casto beso en su frente—

—Incluso, si cualquier cosa pasa... ¿prometes hacer justicia por mi y no olvidarme?

—Lo haré, no digas eso jamas seria capaz de olvidarte, nunca llegaría a hacerlo, ¿Cómo olvidar a tan bello ángel?

Los dos se miraron un par de segundos, sintiendo como sus mejillas se tenían de rojo, aquella inocente vergüenza pasaba nuevamente pero no les molestaba, al contrario para sus corazones es una de las muchas muestras de amor que siempre tienen.

En el transcurso de la platica y sin haberse dado cuenta, ya se encontraban frente a la residencia del más pequeño. Al percatarse rieron juntos ya que siempre de vuelta camino a casa no sentían el tramo pesado, al contrario sentían que el tiempo no les bastaba para lo mucho que hablaban pero así era, dos personas que se gustan y quieren tener más tiempo juntos se les llega a pasar volando.

—Gracias por venir conmigo Jungkook, espero que pronto volvamos a salir.

—Gracias a ti por mostrarme un lugar tan cálido y hermoso, así será, además nos veremos en las clases tu tranquilo.

—Esta bien, ve con cuidado a casa y no olvides avisarme que llegaste, cualquier cosa me marcas estaré atento a mi celular.

—Lo haré, ten una linda noche y no duermas tarde.
—Me incliné hasta el menor proporcionándole un suave beso en su frente haciendo una señal de que entrara a casa—

El más pequeño asintió, pero sus pies no tenían intención de moverse quería quedarse un poco más de tiempo admirando a su mayor, este mismo no lo negaría tampoco quería dejar de ver al menor porque era tan hermoso ante la luz de la luna.

Ni una palabra, ni un parpadeo, solo un acercamiento e inclinación que comenzó un beso bastante suave y lento, aquellos corazones ya no podían negar sus sentimientos encontrados.

Los bellos se juntaban a la perfección en una gran sincronizacion, escuchándose únicamente el sonido de sus respiraciones y labios al chocar, la mano del mayor se posó en la mejilla del contrario profundizando el beso.

—Jung~kook
–Pronuncie abriendo suave mis labios, sintiendo como su lengua húmeda y caliente invadía mi cavidad bucal haciéndome estremecer ante el toque con la mia—

—Jim~in
—Apenas pude pronunciar, concentrándose en atacar el interior de su boca, fundiendonos en un beso aun más intenso y húmedo escuchando los gloriosos jadeos del menor haciendo que rodeará su cintura con mi brazo—

Poco a poco se fueron separando debido a la falta de aire viéndose a los ojos, sintiendo como un hilo de saliva era el único que los unía el cual cortaron con otro casto beso viéndose con la sonrisa boba que adornaba sus rostros.

—Descansa Jimin~

—Igual, Jungkook.

Sin más, un casto beso por último se dieron como una despedida alejándose el mayor poco a poco de la vista del menor, este último desapareciendo al entrar a su casa con un corazón casi saliendo debido a la intensidad del beso.

Claro que para él, se trataba de una nueva experiencia única, debía admitir que los besos cada vez se intensificarán y no negaba que en ciertas ocasiones llegaba a tener pensamientos eroticos que lo atormentaban, pero no estaba mal era normal. Una parte de él se llegó a perder en sus pensamiento al recordar el beso de aquel instante sintiendo su cara roja.

Por el contrario, un chico dirigiéndose a casa y con una sonrisa tan resplandeciente no podía olvidar lo que pasó instantes atrás, poder sentir el cuerpo pequeño junto al suyo fue como la mismísima gloria e incluso aquellos sonidos que se escapaban de aquellos belfos regordetes fue lo mejor.

No mentiría si dijera que Jimin movió toda su mente desde meses atrás, sin importar ya quien se tratase del chico o chica de las cartas, él moría por estar a lado de Jimin y hacerlo feliz, claro que lo haría feliz porque tenía planeado una gran sorpresa en cuanto el calendario tocara el día de su cumpleaños.

Carta errónea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora