Capitulo 24

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Nick

Después de todo abrazarla por segunda vez en lo que se me antoja toda una vida es algo que no tengo palabras para describir. Siento un tremendo alivio físico cuando corre a mis brazos. No me lo esperaba. Ha estado fría y distante últimamente... No la culpo pero, joder, como duele.

__ ¿Estás bien?. __pregunto con la boca en su cabello.

Asiente con la cabeza contra mi pecho pero no para de llorar. Sé que no está bien. Seguro que su madre le ha soltado alguna tontería que no debía. Sabía que iba a pasar y, para ser sincero, mi parte mezquina se alegra de que haya metido la pata. No me gusta que le haya hecho daño a Mia, aunque eso a provocado que mi chica acuda a mí en busca de consuelo.

__ Vayamos adentro. __le digo.

Asiente de nuevo pero no se mueve. Me obligo a soltarla y caminamos hacia el interior. Se le ha corrido el maquillaje y tiene los labios hinchados. Espero que no haya venido llorando todo el trayecto.

En cuanto entramos en el vestíbulo me quito la bufanda y le tapo la cabeza y las ojeras hasta que sólo se le ve esa cara tan bonita que tiene. Debe de estar helada con esa blusa de escote. Esa blusa... En condiciones normales empezaría a fantasear largo y tendido sobre quitárselo, pero hoy no, tal y como está, no.

Le entra el hipo más adorable del mundo y se sube la bufanda hasta cubrirse la cabeza. El pelo marrón sobresale por un lateral del nudo y parece mucho más joven que de costumbre.

__ ¿Quieres contármelo?. __aprovecho para preguntarle cuando bajamos del ascensor y echamos andar hacia nuestro... hacia el apartamento.

Asiente y abro la puerta. Mi madre está sentada en el sofá y pone cara de preocupación al ver el estado de Mia. Le lanzo una mirada de advertencia, esperando que recuerde que me ha prometido que no iba a bombardearla a preguntas nada más al llegar. Mi madre deja de mirarla y finge que ve la televisión.

__ Estaremos en el dormitorio. __anuncio, y ella asiente. Sé que la incomoda no poder hablar, pero no voy a consentir que su curiosidad provoque que Mia se sienta peor.

Me detengo un momento en el camino para subir el termostato porque sé que está muerta de frío. Cuando entro en el dormitorio, ella ya está sentada en el borde de la cama. No sé cuánto se me permite acercarme, así que espero a que diga algo.

__ ¿Nick?. __me llama con un hilo de voz. La ronquera me confirma que ha estado llorando todo el camino, y me siento fatal por ella.

Me coloco frente a ella y vuelve a dejarme de piedra cuando me coge de la camiseta y tira de mí hasta que me tiene entre sus piernas. Sé que ha ocurrido algo más grave de lo habitual con su madre.

__ Mia... ¿Qué te ha hecho?. __le pregunto.

Rompe a llorar de nuevo y me mancha de maquillaje el bajo de mi camiseta negra al volver abrazarme a la vez que acaricia mi pelo. No me importa, me la guardaré para cuando vuelva a dejarme.

__ Mi padre... __dice con la voz rota, y me quedo helado.

__ ¿Tu padre? Si estabas en... Mia, ¿tu padre estaba en casa?¿Te ha hecho algo?. __le pregunto entre dientes.

Niega con la cabeza y le levanto el mentón para que me mire. Nunca deja de hablar, ni siquiera cuando está enfadada. De hecho, cuando se enfada es cuando más se expresa.

__ Se ha trasladado a vivir aquí y yo ni siquiera sabía que se hubiera ido, lo peor de todo es que mi hermana lo sabía.__explica a continuación, me mira añadiendo: __ Y quiero decir, me lo imaginaba, pero nunca me había parado a pensarlo. Nunca he pensado en él.

Mi voz no suena tan serena como desearía cuando le pregunto:

__ ¿Has hablado con él?.

__ No. Pero ella sí. Me ha dicho que mi padre no se me va a acercar, pero no quiero que sea ella quien lo decida.

La miro fijamente

__ ¿Quieres verlo?. __le pregunto.

Mia sólo me ha contado cosas malas de su padre. Era un hombre violento que pegaba a su madre delante de ella. ¿Por qué iba a querer verlo?.

__ No... Bueno, no lo sé. Pero quiero decidirlo yo. __contesta suavemente. Se limpia los ojos con el dorso de la mano__. Aunque no creo que él quiera verme solo quiero encontrar a ese hombre y asegurarme de que no se acerque nunca a ella, y tengo que contenerme para no hacer una estupidez.

Aparto la mirada y la levanto en cuanto me mira y dice:

__ No puedo evitar pensar: ¿Y si es igual que el tuyo?.

Suspiro viéndole confundido

__ ¿Qué quieres decir?.

Sonríe

__ ¿Y si ha cambiado?¿Y si ha dejado de beber?. __La esperanza en su voz me parte el corazón... o lo que queda de él.

Suspiro

__ No lo sé... No es lo habitual. __le digo con sinceridad. Veo cómo tuerce el gesto y añado:

__ Pero podría ser. A lo mejor ahora es un hombre distinto... __No me lo creo ni yo, pero ¿para qué quitarle la ilusión?. Suspiro y añado: __No sabía que te interesara tanto tu padre.

Suspira suavemente

__ No me interesa... No me interesaba. Sólo estoy enfadada porque mi madre me lo ha estado ocultando. __dice, y entonces, en las pausas entre llantos y sollozos, me cuenta el resto.

La madre de Mia es la única mujer del mundo capaz de revelar que su ex esposo alcohólico ha vuelto y a continuación anunciar que va a irse de compras. Pero lo mejor de todo es que por un instante la vi feliz en cuanto me dijo que su hermana estaba viva, se alegro cuando hace tres meses le contó toda la verdad y que después de todo regreso de Seattle, pero le duele que ella supo lo de su padre y ella no. No hago ningún comentario sobre la visita de Erick por mucho que me fastidie. No hay manera de quitarse a ese imbécil de encima.

Y segundos más tarde levanta la vista y me mira, algo más calmada. Se la ve un poco mejor que cuando ha venido corriendo hacía a mí en el aparcamiento, y quiero pensar que es gracias a su madre a que yo puedo estar con ella.

__ ¿No te molesta que me quede aquí?. __pregunta.

Sonrío

__ No, claro que no. Puedes quedarte todo el tiempo que necesites. Al fin y al cabo, es tu apartamento. __le aclaro.

Intento sonreír de nuevo y, para mi sorpresa, me devuelve la sonrisa antes de volver abrazarme y eso me reconforta al tenerla tan cerca de mí. Y cuando se separa vuelve hablar ella.

__ La semana que viene me darán habitación en la residencia.

Asiento sin decir nada. Si abro la boca, le suplicaré como un patético que no vuelva a dejarme.

Y a pesar de todo nunca imagine que dolería tanto estar lejos pero a la vez tan cerca de la persona que amas, con solo verla y sentirla mi a lado me reconforta y me perfora el alma.

...

Saga II- 𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐌𝐞𝐬𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora