Capitulo 37

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Mia

Nueve días

El primer día sin él fue el más duro el más complicado y agobiante con el simple hecho de imaginar mi vida sin él. Creí que me sería imposible vivir un solo día sin hablar con él y ya llevo nueve. Aunque me han parecido cien, para ser sincera, cada hora que pasa duele un poquito menos que la anterior. No ha sido en absoluto fácil. Antonio llamó al señor Will para que me diera el resto de la semana libre; total, sólo iba a perder un día.

De solo imaginar que nunca más lo volvería haber en mi vida..., no sé pero últimamente he dejado que mi vida dependiera de él y no de mi misma. De pensar que las cosas puedan cambiar cuando claramente nunca va hacer así. Mi vida esta perdida sin él y yo no sé si pueda seguir aguantando tanto dolor, tanto sufrimiento; es como sí estuviera hundida en la autocompasión sin él pero sobre todo en el dolor. Y me agobia imaginar que lo nuestro pueda funcionar sinceramente..., creí que lo nuestro funcionaría; entonces seríamos felices pero claramente eso no está dicho solo se encuentra en las páginas gastadas de un libro.

Esperar tanto de una persona cuando ella no esta decidida a darte lo que tu quieres o a darte lo que tanto deseas, últimamente estás esperando que te de algo que él mismo no puede y solo sus silencios duelen más que sus gritos incluso imaginas más de lo que pensabas, te ama pero no te lo demuestra a menudo con actitudes; te ama por momentos cuando quiere; te quiere a destiempos y no descifras sus silencios. Y es más lento de lo que debería ser.

Y en ese momento ahí estaba yo bebiéndome en silencio los recuerdos de las noches tras las lágrimas; no paraba dejar de pensar ni en tan solo un segundo en él.

...

El segundo día dolía menos que la anterior pero aun seguía tras mis pensamientos, desearía pensar si todavía me extraña como yo a él, se que me ama pero no quiero ser la única quien luche por nuestro amor. Incluso mi error fue darlo todo por ti; sabiendo que tu nunca diste nada por mi.

Y tu actitud mataba mis ganas de luchar por ti. Siento que estoy esperando algo que no va a suceder jamás. Necesito un momento para pensar si nuestra historia tiene todavía una solución o es que ya a terminado.

Durante estos días no hablaba con nadie ni mucho menos con mi mejor amigo, necesitaba estar sola en mi habitación; necesitaba paz y silencio, solo lloraba en ella una y otra vez hasta quedarme profundamente dormida con la almohada a mi lado sin poder detener las lágrimas que caían por mis mejillas sin cesar.

No me lamentare por lo que nunca fue, ni por lo que nunca existió. De lo que nunca creí que yo podría ser, si él estaba ahí constantemente enloqueciéndome pero a la vez me hacía enojar y llorar seguidamente. Y lo pensé, esta última vez si lo pensé realmente.

Se acabo todo con él.

***

Suspiro

Después de todo yo si lo di todo por él, pero él nunca dio nada, ni mucho menos la mitad que yo pude haberle dado, desearía odiarlo pero lo amo y jamás podré odiarlo. Nadie me dijo que el dolor se iría tan lento que corriera a destiempos que me amara a destiempos. Y si hiciera como si nada habría pasado no solo le estaría engañando a él sino a mí misma también pero ya no puedo permitir que me siga controlando ni que mucho menos decida por mi vida.

El tercer día fue el peor de todos. Fue cuando empecé hablar después de haberme pasado dos días sin abrir la boca, a excepción de algún si o no a Dan o a Paula cuando los pobres intentaban darme conversación. Lo único que hacía era llorar y balbucear que mi vida habría sido mejor y mucho más sencilla si no lo hubiera conocido. No me lo creo ni yo. El tercer día fue cuando por fin me mire al espejo, mi aspecto no era perfecto como imaginaba, tenía la cara amoratada y los ojos hinchados que casi si podría abrirlos. Entonces me tiré al suelo y le rece a Dios que hiciera desaparecer el dolor. Le dije que nadie podía soportar un dolor semejante ni siquiera yo.

Incluso fue cuando no pude evitar llamarlo. Me dije que sí me cogía el teléfono lo solucionaríamos, entonces llegaríamos a un acuerdo, nos pediríamos perdón y nos prometeríamos que no íbamos a romper nunca más. Y entonces solo entonces entendí que no tiene sentido seguir insistiendo con alguien a quien no le importas, ya que a los pocos segundos salto el buzón de voz prueba de que rechazó mi llamada él.

Y entonces en ese momento entendí de que realmente sí se acabo todo con él.

...

Saga II- 𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐌𝐞𝐬𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora