Capitulo 14

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Nick

Después de todo la cabeza me da vueltas y se que está mal, pero no puedo evitarlo. La quiero, la amo, la deseo, la necesito. Me muero por ella. Tiene que ser mía y me ha dado un ultimátum: o me la cojo o me largo. Si esas son mis opciones, no pienso largarme. Lo que está saliendo por esa boca suena tan raro..., tan impropio de ella.

Pero me encanta muchísimo.

Sus pequeñas manos intentan bajarme la cremallera de los vaqueros. Meneo la cabeza cuando el cinturón me cae por los tobillos. No puedo pensar con claridad. No puedo razonar. Estoy un poco ebrio y loco por está chica dulce y, en este momento seductora, a la que amo más de lo que puedo soportar.

__ Espera... __repito.

No deseo que pare, pero mi lado bueno quiere poner un mínimo de resistencia para no sentirse tan culpable.

__ No..., no espero. Ya esperado bastante. __dice con voz suave y seductora mientras se acerca y con ambas piernas a los lados de las mías se sienta sobre mi.

Suspiro

__ Joder, Mia...

Ése es el plan: joder, Mia.

No puedo detenerla. Ni aunque quisiera. Lo necesita, me necesita. Y, borracha o no, soy lo bastante egoísta para aceptar si éste es el único modo en que puedo conseguir que me quiera.

Se arrodilla y me mira, luego recorre con uno de sus dedos el tatuaje que tengo en mi abdomen.

Cuando bajo la vista, me mira y pestañea mientras mete su mano dentro de mi bóxer. Joder, parece un ángel y un demonio a la vez, tan dulce y tan guarra mientras me vuelve loco con sus dedos, arriba abajo y trazando círculos.

Hace una pausa, se separa de mi y sonríe.

__ Estás demasiado bueno, necesitaba tocarte.

Casi me echo a reír a carcajadas al oírla. Asiento, incapaz de hablar, y menea sus caderas en mi de nuevo, se ríe y besa de nuevo mis labios. No quiero que pare pero necesito tocarla. Sentirla.

__ Para __le suplico, y le pongo la mano en el hombro para echarla atrás. Niega con la cabeza y vuelve a besarme.

__ Mia..., por favor... __digo contra sus labios mientras la intento apartar desde su cintura.

Jadeo, pero la noto reír, una vibración profunda que me atraviesa hasta que, por fortuna, para justo cuando estoy apunto de correrme entre sus dedos.

Sonríe y se sale de mis piernas, sentándose en la cama

__ Es que me encanta tenerte a mi merced. __dice.

La miro sonriendo

__ Joder, ¿desde cuándo hablas así?. __le pregunto cuando se levanta de la cama.

Se encoje de hombros

__ No lo sé... Siempre pienso estas cosas, sólo es que nunca tengo los cojones de decirlas. __responde acercándose a la cama.

Casi me echo a reír a carcajadas al oírla decir "cojones". No es propio de Mia, pero está noche manda ella y lo sabe. Sé que está disfrutando tenerme a su merced.

Ese vestido basta para hacer perder la razón a cualquiera. La tela abraza todas sus curvas, cada movimiento de su piel perfecta. Nunca he visto nada más sexi. Hasta que se lo quita por la cabeza y se ríe. Creo que se me van a salir los ojos de las órbitas; tiene un cuerpo perfecto. El encaje blanco del sujetador apenas puede contenerme, y lleva uno en los laterales de encaje, dejando expuesta la suave piel entre la cadera y el pubis. Le encanta que le bese ahí, aunque se que se avergüenza de las finas líneas blancas, casi transparentes de su piel. No sé por qué, para mí es perfecta.

Saga II- 𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐌𝐞𝐬𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora