Capitulo 38

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Mia

El cuarto día dolía igual que la anterior pero esta vez es cómo si me estaría ahogando conmigo misma al pensar como si ya nada tendría sentido sin él. Y es como sí me despertara a su lado pero solo con la diferencia de que él ya no esta aquí conmigo.

Ese día fue detestable no quería ver a nadie ni siquiera verlo a él y por lo cuál volví a desgarrarme y lo llame otra vez, esta vez tuvo el detalle de dejar que sonara hasta que salto el buzón de voz en vez de pulsar el botón ignorar fue cuando me di cuenta de que lo amo mucho mas que el a mi. Después decidí no salir de la cama, estuve recordando las pocas veces que me había dicho lo que sentía por mí. Comencé a darme cuenta de que casi toda nuestra relación y lo que yo creía que sentía por mí no era más que imaginaciones mías, igual después de todo comencé a darme cuenta de que mientras yo me dedicaba a pensar que podíamos conseguirlo que podíamos hacer que funcionara para siempre el no pensaba en mi en absoluto.

Suspire tirándome en la cama boca abajo intentando cerrar los ojos.

Ese día pasaron veinticuatro horas y no supe durante esos minutos hasta que llego la noche ese fue el día que decidí unirme a la fila de los jóvenes normales y le pedí a Dan que me enseñara a descargarme música en el móvil, fue solo de empezar y no parar, me pase veinticuatro horas sin quitarme lo auriculares escuchando mas de cien canciones, la música ayuda mucho el escuchar las penas de otros me recuerda a que no soy la única que lo pasa mal en la vida. No soy la única que a amado a alguien que no la amaba lo suficiente para no luchar por ella y como dice una frase muy conocida: "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde," después de todo siempre imagine con volver a verlo sentir sus caricias las cuales ocasionan que mi cuerpo se tense ante el toque de él.

Sus labios acariciando los míos

El es todo lo que temo pero al que necesito y quiero en mi vida, además no somos capaces de vivir separados el uno del otro incluso somos el día y la noche él es mi pecado indefinido pero para mí es mi caos perfecto, nunca seré capaz de amar alguien más como lo amo a él.

...

El quinto día por fin me duche e intente ir a clase, fui a yoga con los dedos cruzados para poder soportar los recuerdos pero me sentía rara caminando en un océano sin fin de universitarios felices, incluso gaste toda la energía que me quedaba suplicar para no tropezarme con Nick en el campus, ya no tenía ganas de llamarlo esa misma mañana conseguí beberme medio café y Dan me dijo que me estaba volviendo normal después de todo, pase completamente desapercibida que era justo lo que quería antes.

Y en ese momento el profesor Soto nos mando a escribir nuestros mayores miedos en la vida y de la relación que guardan con alguien que significo mucho en nuestra vida, ¿les da miedo morir? nos pregunto él pero si yo ya estaba muerta sin él respondí en un susurro casi para mi misma que por suerte no lograron escucharme ellos.

Suspiro con mis ojos lagrimeando después de todo me doy cuenta de que no soy nada sin él

...

El sexto día fue martes empece a formar frases completas un tanto fragmentadas que no venían a cuento pero nadie se atrevía a decirmelo. Por otro lado me incorpore a Will, mi hermana se paso toda la mañana sin poder mirarme a la cara pero al final se decidió a intentar entablar conversación conmigo aunque no fui capaz de participar en ello, en la conversación de ella y su novio, menciono algo de una cena y recuerdo que le dije que me lo preguntara otra vez cuando pudiera pensar, estuve todo el día mirando la primera pagina de un manuscrito que por mas que leyera y releyese no retenía.

Ese día volví a comer ya que siempre se lo rechazaba, los días previos solo había comido algún plátano o un poco se arroz hervido pero eso era antes de todo; ese mismo día Dan me llevo a su casa ya que estaba en la residencia de mi hermana, Paula hizo un asado que me recordó al que había preparado un día muy lejano en que Nick y yo cenamos en su casa, los recuerdos de aquella velada con él acomodado a mi lado cogiéndome de la mano me sentaron tan mal que me pase toda la noche sentada en el baño vomitando lo poco que había comido momentos antes. Me lo imaginaba a él cogiéndome del cabello y pasándome un poco de agua para estar más aliviada, él me hace tanta falta que de tan solo pensarlo me entran las ganas de llorar y no detenerme nunca, nunca seré capaz de olvidar todo lo que vivimos.

Y en ese momento me vienen los recuerdos de la última noche antes de terminar la relación.

__ No volveré a beber ni una gota más te lo juro, si no te gusta ¡Dímelo!, cambiare ¿sí? seré mejor por ti.

__ ¿En cerio?, repites eso una y otra vez sin cesar mi amor.

Susurro cerca de sus labios ante su promesa

Antes de que pudiese reaccionar sus labios se acercan a los míos. Su beso era lento pero a la vez feroz mientras sus manos recorrían mi cintura y las mías le acariciaban el pelo. Segundos después me coge de la cintura para sentarme en la encimera de la cocina y yo lo acerco más a mí desde su cintura lo cuál en nigún segundo se separo de mí.

Luego nuestro beso se intensificaba pero no me atreví apartarlo de mí, cada vez que lo tengo cerca no necesito a nadie más solo a él. Y como dijo alguna vez él somos como una adicción en partes iguales, de pasión y dolor; ¿debe ser así el amor?, tan apasionado y doloroso a su vez.

Y en ese momento entendí que lo nuestro jamás funcionara si uno de los dos solo quiere luchar por la relación.

...

Saga II- 𝐓𝐫𝐞𝐬 𝐌𝐞𝐬𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora