50. Mía

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-¿Qué? –digo incrédula saliendo de cualquier otra sensación de placer. Ahora mi mente y mi corazón están en pausa.

Su expresión cambia de inmediato al darse cuenta de lo que ha dicho. Sus ojos me miran de manera diferente.

-Te amo –repite con una sonrisa en los labios. -Estoy jodidamente enamorado de ti Bridget.

Matt se sienta un poco y me abraza. Aún está dentro de mí. 

Siento que me voy a desmayar con todo lo que siento.

¿Esto es real? ¿No estoy soñando? Él dijo que me ama... que está enamorado.

-Me amas –digo algo tonta e incrédula.

-¿Y tú me amas a mí? –besa la comisura de mi boca y luego se queda viéndome.

Por un segundo pienso decirle que no, para que vea lo que se siente cuando confiesas tus sentimientos y te rechazan como lo hizo él conmigo hace tiempo, pero estoy tan feliz que no puedo arruinar de tal manera este lindo momento.

-Te amo hace mucho tiempo Matthew Bomer.

Él sonríe de inmediato y besa mi frente con amor. Amor que ahora realmente siento de parte de él.

Oh dios. Esto es perfecto.

-No creas que acabo de enamorarme de ti –se mueve lentamente saliendo de mí, me acuesta a su lado y nos tapa con la suave ropa de cama.

En otras circunstancias estaría preocupada por manchar todo con su semen saliendo de mi, pero en estos momentos, me importa bastante poco todo lo demás que no seamos nosotros dos.

Apoyo la cabeza en su pecho sintiendo su agitada respiración, no puedo creer que esto esté pasando realmente. Es... aún mejor de lo que imaginé.

-Me enamoré de ti hace tiempo... -continúa. Él pasa suavemente su dedo índice por los tatuajes de mi brazo. -Solo te lo estoy confesando ahora porque creo que ya estoy listo.

-¿Cuándo te diste cuenta de que me amabas? –me levanto un poco y lo miro directamente a los ojos.

Se ve hermoso.

-Me di cuenta que te amaba cuando sentía celos de los tipos que estaban a tu alrededor. Me di cuenta que te amaba cuando por las noches necesitaba sentir el olor de tu cabello para poder conciliar el sueño. Cuando quería dejar a Barbara para solo estar contigo. Cuando te veía caminar por la oficina y me daban ganas de besarte en mi escritorio -sonríe y yo lo hago con él.

-¿Es lo mismo que sentiste alguna vez por Becky? –pregunto temerosa.

Mierda, quizás fui demasiado lejos con esa pregunta. No era necesaria. 

Matt me mira pensativo algunos instantes. Quizás Becky me supera con creces y él no quiere decírmelo; quizás no soy lo suficientemente buena como para hacerlo olvidar a su primer y gran amor.

-Aunque suene extraño, sí... es lo mismo –me mira con una enorme sonrisa. Su voz es tranquila. -Distinto porque ambas son diferentes, pero igual de intenso y bueno. Me haces feliz Bridget. Me liberaste de la oscuridad -arrastra sus dedos por mi mejilla suavemente y cierro los ojos sintiéndome inmensamente feliz.

Sinceramente no esperaba eso. No tan pronto.

-Matt –digo poniendo mi cara frente a frente a la suya –Amo saber que amas como yo te amo a ti –ambos reímos por mi trabalenguas y nos enredamos tiernamente entre las sabanas de la cama otra vez.

-¿Me dirás el significado de este tatuaje? –toca el dibujo de mi pecho.

-Bueno, cuando niña tuve un accidente –de reojo veo que él abre sus ojos angustiado. –Leila, una de las empleadas más antiguas de mi casa, mi empleada favorita que es como mi segunda mamá, estaba cocinando una sopa en una gran olla. Yo tenía 5 años y era tan pequeña que ella no notó mi presencia a su lado. Recuerdo que sentía un olor tan delicioso que la curiosidad casi me mató. Intenté subirme a la estufa y la olla con agua hirviendo se dio vuelta en todo mi pecho -hago una mueca. 

Prohibido enamorarse [Matt Bomer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora