Prohibido enamorarse [Matt Bomer]

03. Clichés de novela para chicas

-Lindos tatuajes -Matt me mira fascinado y no puedo evitar sonreír como boba.

-Gracias -digo algo torpe.

Compórtate Brid... no puedes actuar como una niña.

-Me encanta el arte corporal -dice mirando mi piel. -Pero nunca tuve la oportunidad de hacerme uno -pone una sonrisa de lado y luego me mira directamente a los ojos.

-Nunca es tarde para hacerlo -sonrío y luego disimulo buscar algo en mi mochila, pero en realidad solo estoy evitando su atenta mirada.

Debo controlar mi ansiedad. Debo comportarme como una mujer madura que sabe actuar ante un hombre guapo. 

¿Hace cuánto no me pongo así de tonta por la simple cercanía de un hombre?

-¿Está segura de que tiene veinte años señorita Presley? -pregunta Matt y lo miro confundida.

Su sonrisa es muy sensual, casi provocativa. Mi estómago es un revoltijo de emociones y siento que miles de mariposas revolotean en su interior. Pero... ¿Él pregunta eso porque me estoy comportando como toda una adolescente inexperta o porque me veo vieja?

No sé cual es peor.

-Si, tengo veinte -respondo sin saber qué más agregar. Ni si quiera quiero preguntar por qué lo dice.

Hay un repentino silencio y ambos nos miramos fijamente sin romper el momento. Él no deja de sonreír y me parece la imagen más linda del universo.

Su sonrisa es de un millón de dólares. Simplemente perfecta.

-Tu novio debe ser muy afortunado -pasa una mano por su bello cabello castaño y me deja marcando ocupado.

¿A qué viene ese comentario?

-No tengo novio -me río confundida. -Pero gracias, supongo -frunzo el ceño y lo miro divertida.

Él me mira igual de sonriente y pensativo que antes, y luego vuelve su mirada al gran ventanal que nos entrega una preciosa vista de la ciudad a estas horas de la mañana.

Aprovechando que su atenta mirada al fin me ha dejado, saco mi portafolio fotográfico de mi mochila y decido mostrárselo. Basta de distracciones, a lo que hemos venido.

-Estas son mis fotografías señor Bomer -se lo entrego segura de mi misma y él lo recibe.

Cruzo los dedos mentalmente para que le guste mi trabajo. Él lo revisa atentamente.

Espero unos segundos y ahora soy yo quien observa cada una de sus reacciones. ¿Le irá a gustar? ¿O pensará que lo estoy haciendo gastar su preciado tiempo de empresario en tonterías?

-Ya estás contratada Bridget -me mira gracioso mientras cambia la hoja y yo me quedo semi pasmada.

¿Qué? 

¿Así nada más?

-¿De verdad? -digo sorprendida y boquiabierta. 

Sinceramente no entiendo nada... ¡Ni siquiera alcanzó a pasar a la tercera hoja! 

-Si -su respuesta es cortante y baja su mirada a mi portafolio otra vez. -Veo que serás un gran aporte para Ares. Te he escuchado hablar, ahora veo tu trabajo. Y sí, quiero que seas una de mis asistentes de fotografía.

Oh Dios.

-Yo... ¡Muchas gracias! -digo de repente y mi voz es un poco alta. Creo que no es muy profesional de mi parte, pero me levanto de la silla y le doy un abrazo sin pensarlo dos veces.

Si, lo estoy abrazando.

Él se queda inmóvil en su silla mientras yo sigo sin darme cuenta de lo que estoy haciendo.