-¿Un qué? –Matt sonríe pero yo no estoy de humor.
-Un contrato señorita Presley, un acuerdo firmado por usted y yo con las condiciones que ambos aprobemos previamente.
-Ammm –me levanto de la silla y camino hasta su lado -¿De qué estás hablando y a que te refieres con un contrato? ¿Es sobre el trabajo? –me cruzo de brazos delante de él.
-No, no tiene nada que ver con tu trabajo al que no fuiste hoy porque estabas paseando con tu noviecito.
-Nate no es mi noviecito Matt –bufo enojada.
-¿Entonces? –levanta una ceja incrédulo.
-Es mi mejor amigo -vuelvo a repetir. -Salí con él para distraerme, no pensar en ti ni en tu jodida bipolaridad –espeto y él suelta una carcajada divertido. -Debes dejar de ponerte celoso, no soy de tu propiedad.
-Pero quisieras -bromea y ruedo los ojos. -¿Yo te gusto, verdad? –me sonríe sexy.
Siento mariposas otra vez pero no digo nada. Voy a asesinarlas a todas cuando Matt no esté frente a mí y pueda recobrar la cordura.
–Bridget... dime la verdad –insiste él y se pone un poco más serio. –¿Te gustó el beso que nos dimos en el ascensor la primera vez que nos vimos?
-Si –digo cortante.
-¿Te gustó la noche que te fui a buscar a tu departamento y te llevé a mí casa para hablar? –me mira expectante.
-Si –sonrío irónica.
-¿Y te gustó lo que hicimos anoche en tu habitación? –da un paso al frente y posa sus manos en mis caderas. De inmediato el ambiente se tensa. Creo que jamás entenderé lo que provoca en mí.
Hace que todas mis emociones se contradigan.
-Fue lo mejor que me haya pasado hace mucho tiempo –digo cortante. Me cansé de fingir, no quiero ser como él.
Desde ahora seré sincera, basta de la Bridget inocente que baja la mirada y se sonroja. Matt abre sus ojos impresionado con una sonrisa de oreja a oreja.
-Opino lo mismo señorita Bridget –me da un pequeño beso en mis labios y lo miro sorprendida de su atrevimiento. -¿Te gustaría que lo de anoche se repitiera?
¡Claro que sí idiota! Pero en vez de decir algo, solo asiento con la cabeza.
Él tampoco dice nada y me besa otra vez, pero ahora con mayor intensidad que antes.
Suelto un pequeño "auch" cuando succiona demasiado cerca de mi "herida de guerra" que él mismo dejó en mi boca anoche.
-Lo siento –deja un pequeño beso en el corte.
-¿Y entonces? ¿Qué quieres decir con aquel contrato? –lo alejo suavemente de mí, necesito distancia para pensar las cosas con claridad.
-Quiero proponerte una especie de "pacto de silencio" –marca las comillas.
¿Qué que qué?
-¿Un pacto de silencio? –levanto mis cejas.
-Haremos un contrato, un pacto de silencio entre los dos donde la única condición será no enamorarnos ni decirle a nadie de lo nuestro –hace una pausa y sus palabras vuelven a ser como un puñal en mi corazón. -¿Acepta señorita Presley?
Lo miro desconcertada...
¿Qué debo responder a esto?
Creo que siento muchas cosas por Matt, simplemente me tiene vuelta loca, toda una adolescente con las hormonas revolucionadas y las emociones confundidas.
Quiero su cuerpo otra vez y quiero entregarme por completo a él... ¿Pero tendrá que ser a escondidas?
No quiero que él siga siendo infiel, no me parece bien que le haga esto a Barbara, ella no se merece eso. Y yo tampoco quiero seguir siendo el plato de segunda mesa. Yo no quiero ser su amante, su diversión. Yo quiero ser su novia o al menos la única en su cama.
-¿Y entonces? –me mira preocupado por mi silencio.
-¿Tú me quieres? –las palabras simplemente salen de mi boca sin poder hacer nada.
Él se demora unos segundos en responder.
-Te deseo –vuelve a posar sus manos en mi cintura y luego besa mí frente.
-Esa no fue la pregunta –digo retrocediendo un poco. -¿Me quieres? ¿Sientes algo por mí que no sea solo deseo sexual? –su mandíbula se tensa y saca sus manos de mi cintura.
Abre su boca para decir algo, pero alguien nos interrumpe de repente.
-¡Amor! ¡Aquí estabas!
Mierda, es la señora Barbara.
Gracias al cielo no estábamos haciendo nada malo, solo estamos parados uno frente al otro con una distancia prudente.
-Disculpa Barbara, vine al baño como te dije pero luego me quedé conversando del trabajo con la señorita Presley –me sonríe y Barbara se tranquiliza.
-Pensé que te habías perdido –ríe incómoda. -Los estamos esperando para cenar –ella toma la mano de él marcando su propiedad.
Yo solo les sonrío a ambos y los invito a bajar al primer piso.
Matt tendrá que responder a mí pregunta más tarde, por ahora, tendré que soportar verlo con su novia mayorcita mientras recuerdo lo que hicimos anoche en mi habitación.
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Prohibido enamorarse [Matt Bomer]
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si el padrastro de tu mejor amiga y socio de tu madre es un guapo empresario del cuál te enamoras locamente? 17 años de diferencia no son nada al compararse con lo demás. Pactos de silencio, engaños y enredos. ¿Pero quién puede hacer en...