Jamás creyó que al escuchar su nombre por segunda vez se asemejara a tal confesión. El escrutinio de la rubia es como si quisiera anticipar cualquier movimiento o palabra que hasta el momento ha desaparecido de su cabeza.
Ciertamente no esperó algo parecido pero la sensación no dejaba de ser maravillosa.
– No fue mi intensión incomodarlo de esa manera doctor Jeon, pero como podrá darse cuenta no soy una mujer que se quede callada y tras varios días me he replanteado todo lo que siendo cuando lo veo. – esas palabras han sido exactamente el parteaguas para que Jeon se sintiera volar sobre las nubes, pues pudo darse cuenta que sus sentimientos y todas esas noches en vela donde pensaba en Lalisa eran de alguna manera correspondidos.
– No espero que acepte esta confesión y tampoco una respuesta. –
Tan pronto como creyó llegar al cielo fue bajado de la misma forma a un frio infierno.
–¿ De que habla?. –
Lalisa le miró y Jungkook por un momento pudo contemplar ese debate para sí misma.
– Le he dicho lo que siento porque considero que es prudente hablar con sinceridad, esa es una verdad para mí, pero no planeo que lleve la carga de algo que no puede ser. –
Escucharla hablar de esa manera tan fría e indiferente parece arruinar todo el momento donde sus emociones estaban en la cúspide.
– No siga hablando. – dijo el pelinegro mientras dio un paso atrás.
Si su intensión era esa, le parecía un mal chiste pues no era posible cambiar tan drásticamente de parecer porque entonces Jeon no podría comprender el porque lo ha dicho sino va a aceptar la responsabilidad de sus palabras.
No es un juego.
– Nos conocemos. – parece que ha leído sus pensamientos y su poca lógica de una noticia de ese nivel.
– Usted comentó que la sinceridad era fundamental para una amistad, quiero que seamos amigos. – Jeon rió airado sin mostrar los dientes.
– No puede pedirme algo así, ¿acaso no sabe lo que significa confesarse de esa manera? Con esas palabras – Jeon empezaba a desesperarse. – ¿Como pretende que acepte "ser amigos"?. – hizo comillas con los dedos.
– Cuando ha confesado sus sentimientos. – ¿así de complicado es siempre el amor? Le parecía una barbaridad que estuviese siquiera discutiendo conceptos básicos.
– ¿Que es lo que espera de mí? ¿Acaso se burla?. – la rubia negó.
Era todo lo contrario, pues para la magnate es simple, si Jeon sabía que ella tenía ciertas inclinaciones y afinidades hacía él, quizás Jungkook tendría la mejor manera de fijar un límite. Lo meditó tanto que incluso ella misma se avergüenza porque ha llegado a un punto en donde Jeon ha roto todas sus barreras. Ella no sería capaz de ser objetiva y tener en cuenta su lugar.
Es lo mejor para ambos y de cierta forma podría ahorrarle momentos bochornosos.
– Espero que aceptes lo que le digo, le aprecio mucho doctor, quizás demasiado para una situación como esta y francamente no me gustaría ser yo quien le incomode.
– ¿Y porque lo haría?. – preguntó el pelinegro. – Me gusta su compañía. –
Lisa levantó la ceja ante las palabras de Jungkook, no creyó que fuera cierto pues por lo general las personas tenían diversas opiniones sobre ella; tachándola de aburrida, escéptica, desconsiderada y muchos descriptivos más, pero jamás alguien había pensado en sí como alguien afable y mucho menos carismática.
