Temprano como parte de su rutina la rubia camina por el interior de la mansión Park Manoban donde los secretos de su matrimonio se mantienen fielmente resguardados por ella. Lisa ocupó sin siquiera pensarlo el rol de aquella bestia que protege su más preciado tesoro. Jimin siempre fue alguien quien se ganó su cariño y consideración desde muy joven así que, como se lo prometió en el altar siempre velaría por su bienestar.
– Buenos días señora. – la ama de llaves le saluda con una inclinación en el inicio de las escaleras
Vestida en un elegante vestido negro, la rubia siempre es tan pulcra y elegante en su vestimenta que lo único que se podría decir de la señora Park es que es alguien discreta.
– Buenos días señora Kim. – devolvió el gesto mientras camina con ella por detrás.
Todos los días se asegura que la mansión se mantenga limpia y en control mientras los empleados le saludan con respeto. A pesar de que no solían hablar mucho, todo el personal comparte ese sentimiento de resguardo cuando ven a la señora de la casa, Lisa no habla como quisiesen, pero siempre escucha las peticiones que alguno de ellos suelen pedirle en casos especiales.
En pocas palabras Lisa es una gran jefa a pesar de nacer en cuna de oro.
– Mi esposo tardará en bajar, por favor prepare huevos revueltos con tocino y panquecas. – pidió sabiendo que es el desayuno favorito de Jimin. – Y para mí simples tostadas de fresa y café amargo, por favor. – solicitó mientras la señora Kim asiente y va a la cocina con el chef.
Sacando de su pequeño bolso de vestido Lisa opta por ir al jardín y empezar con los pendientes en su día. La familia Manoban son grandes titanes de bienes raíces en todo el mundo. Por lo que sus acciones y poder no solo están en el país en el cual residen sino también en cada continente.
– Señor Hye, buenos días. – saludó al organizador. – Habla la señora Park. – se presenta y en seguida nota como la forma de hablar del hombre cambia a uno serio.
– Lamento si es muy temprano para ponerme en contacto con usted, mi esposo me ha hecho saber su petición al hablar conmigo. – explica.
– No es molestia señora Park, al contrario. – se mantuvo callada, escuchándolo con atención.
– Es de su obvio entender que la familia Manoban y ahora Park tienen el privilegio de recaudar fondos para asociaciones benéficas. He pensado que quizás podamos hacer algo distinto este año. – explica con cierta euforia en su hablar.
Mucho antes de casarse Lalisa siempre fue la que organizó eventos de esa magnitud en nombre de su familia resultando poco a poco en popularidad donde más miembros de la elite se unían a su causa. Cada año era un tema diferente por lo que este era directamente al sector salud para combatir el cáncer y ayudar a pacientes en su tratamiento.
– Me parece una gran idea señora Park. – alagó el hombre.
Lisa quiso reír pero se abstuvo em aclarar la garganta mientras asiente como si estuviese hablando con alguien. Sabe que Hye suele ser la clase de persona que acepta todo, aun cuando sea pésimo, así que su falso alago solo causan contracción en su rostro.
– Quiero que busque artistas en ascenso y solicite a una galería de arte exponer sus obras. – comienza diciendo. – De ese modo apoyamos dos causas. – le explica el porqué de su idea.
Al tener artistas emergentes, este proyecto impulsaría sus obras y les lograría posicionar su arte entre la elite. Así mismo una parte de las ganancias irían a la causa de cáncer y centros de salud.
– Sin embargo, las obras deben aludir a nuestra temática que es el cáncer. – recalca. – Del mismo modo quisiera, busque conferencistas que nos proporcionen información al respecto obviamente en salas separadas. – su mente se deja llevar por la gran cantidad de ideas.