No creyó que se encontraría en una situación como esa a tan corto tiempo de formalizar su relación, después de un mes el tiempo juntos ha transcurrido tan rápido que le pareció solo abrir y cerrar los ojos. Jeon ahora comprende aquel dicho del tiempo transcurrir demasiado vertiginoso cuando se está con las personas correctas. Su relación ha avanzado, ambos han logrado construir una pequeña rutina para verse a pesar de sus deberes y a través de los ojos inquisidores que muchas veces los obligaban a fingir no ser cercanos.
Es difícil, pero el optimismo sigue sintiéndose con furor.
Claro, a excepción del presente evento que ambos tenían que atender. Jungkook quería creer que estaba preparado para cualquier incomodidad, incluso se lo repitió varias veces antes de ingresar al recinto donde Jennie, la hija del presidente, ha reunido a su mayoría a personas importantes en la elite.
Hay dos vertientes en ese lugar, la primera es que ver a Lisa, y esa es la que más le entusiasma. La segunda, es que la vería, pero también le miraría cerca a Park, es la realidad que más le arrolló al mirarlo juntos.
Si bien esos nacientes celos los cuales no se dio cuenta hasta verlos ingresar juntos son los que le están aturdiendo la mayor parte del tiempo en recepción. Tiene que conocer su lugar, y allí mismo, su lugar no estaba a lado de la rubia, eso le dolía pues ante los ojos de la sociedad el matrimonio Park siempre lucía formidable y Lisa cubriría su papel como una mujer casada.
– Si solo supieran. – susurró.
Se obligó a no mirarla, no después de darse cuenta como es Park sonreí a todo mundo, no después de ver como la sujetaba de la cintura y mucho menos ver como él le sonreía. Tan buen actor era el peligris que incluso él, sino supiese la verdad creería que está enamorado.
Entonces, ¿por qué sentir celos? Quizás porque él, en el fondo de su corazón sentía la añoranza de estar en el lugar de Jimin. ¿Cómo sería presentar a Lisa como su amada? ¿Cómo se sentiría sujetar su mano por un rato? Pero sobre todo como sería poder disfrutarse sin tener que buscar horarios y lugares específicos para verse, ¿Cómo sería amarse libremente?
Se sentía hipocrática y abrumado, no lo contempló hasta esta clase de momentos donde la realidad le golpeó, su burbuja de amor era cruel e instintiva buscando una forma de aferrarse a ambos. Jungkook miró la copa de vino espumoso, sin retirar la vista de aquel objeto decidió que lo mejor sería salir del salón principal. Se estaba asfixiando al no mirarla, al fingir y sonreír cuando algunos "invitados" se acercaban a hablar con él.
Jeon solo asistió a esa reunión benéfica por la idea de ver a Lisa, pero ese mismo motivo ha sido aplastado.
– Es una agradable velada, ¿no lo creé doctor Jeon?. – el mencionado detuvo la caminada al jardín tras mirar de frente a una señorita de cabellera roja irrumpirle la huida.
– Kang Dahyun. – se presentó extendiéndole la mano con cierta sonrisa que pudo evidenciarse desde el centro del recinto.
– Veo que planeaba salir. – le comentó con el mismo gesto gentil en la mirada.
– ¿Me permite acompañarle? Yo tampoco me siento muy cómoda en estos lugares repletos de gente que no conozco. – Jeon frunció el ceño, no supo realmente que decir.
– Yo no la conozco. – un comentario que bien pudo escuchar la contraria quien rió ligeramente ante el cómico comentario.
– Tiene razón, pero sabe mi nombre, puedo presentarme apropiadamente si vamos juntos al jardín. – Jeon quiso negarse, antes de que dijese algo la activa chica lo ha arrastrado hasta caminar a una sola dirección sin darse cuenta que, en el centro del salón una rubia ha observado aquella escena en silencio con el puño ajustado.