Capítulo 24.

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Tiene quince minutos atrás de la puerta decidiendo el momento de entrar. Aun le parecía una epifanía el hecho de esa libertad con el hombre que quiere. Durante largos meses lo deseó tanto que finalmente durante una semana se volvería realidad que parece ridículo conformarse con tan poco.

Tener a Jeon a su lado es su más grande deseo.

Un lugar donde pudieran mostrarse cual eran sin temor a ser descubiertos, sin horarios de trabajo, pero sobre todo la barrera del tener que aparentar no ser tan cercanos cuando sus corazones están emparejados.

Suspiró mientras una ligera sonrisa se forma en sus labios, dando el último vistazo a la luna decidió ser el momento. Según el sirviente, esa mansión ha sido elegida por Jungkook lo cual le parece hermoso. Incluso en la mente de la rubia se imagina una historia donde son una pareja que después de un largo día de trabajo volvían a reunirse en la confidencialidad de su hogar.

Camina despacio dejando su bolso en la entrada mirando el equipaje que le pertenece pues ha llegado horas antes que su presencia en esa residencia. Se escabulle por todo el living donde pudo ver una tenue luz marcar la diferencia de esa tranquila oscuridad.

Asomándose un poco, pudo ver la imagen más preciosa según sus expectativas. No puede anticipar cuando el medico ha cambiado sus anhelos y deseos. Jeon ha sido más que un hombre que le ha enseñado lo que es realmente querer estar a lado de él, alguien que le escucha y anticipa sus dificultades, alguien que se preocupa y cura sus inseguridades.

Jeon se ha vuelto tan especial que teme un día no ser suficiente para él.

Lalisa sabe de su situación, puede ver algunos deseos plasmarse en la mirada del médico. Pero la rubia no puede ofrecérselo y eso le lastima. Él le ha dado tanto, pero ella no puede retribuírselo de igual manera.

– Pensé que estarías durmiendo. – decide hablar. – Es demasiado tarde– se recarga en el muro de la pared para sentir su estomago removerse tras la sonrisa que le regala

El medico coloca el libro en la pequeña mesa a lado del sillón para caminar hacia la rubia.

– Quería esperarte. –

La mujer acepta el abrazo mientras esconde su rostro entre el cuello y hombro del alto hombre.

– Te extrañe. – confiesa sin vergüenza pues ha descubierto que ese tipo de palabras suele tener un sonrojo encantador en el medico.

Si de esa manera le hace feliz, ella no duda contar sus sentimientos.

– ¿Cómo te fue?. – pregunta mientras enciende la luz y le contempla plenamente.

Jeon está en pijama, tela de seda que amolda perfectamente bien su estilizada figura. Es la primera vez que le ve de esa manera.

– Deja de mirarme de es forma. – el hombre se cohíbe

Tal vez la femenina no fue nada discreta al contemplar a su hombre. Jeon es un tipo físicamente envidiable.

–Lo lamento, jamás te había visto así. – aclara.

– Referente a tu pregunta, Jimin y yo tratamos de cumplir nuestras obligaciones lo más rápido posible. – en especial cuando el platinado pasó la mitad de su viaje imaginando todo lo que haría con Yoongi. Aunque tiene que admitir que ella también estaba extrañamente entusiasmada.

Se dio cuenta de dos cosas importantes, la primera es que Jeon parecía tener más notoriedad en su vida pues la mínima acción siempre le hacia recordarlo y la segunda es la extraña coerción que empezaba a poseer con hombre de ojos azules. No es que no le quisiera, pero se sentía de alguna manera incomoda cuando pasaban tiempo juntos y tenían que fingir ser una pareja. Eso jamás le había ocurrido, claro, hasta conocer a Jungkook pues el horrible sentimiento de traición no era hacía Jimin, su esposo, sino por Jungkook.

SECRET | LIZKOOKMINSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora