Manteniendo sus manos sobre la superficie de asiento del avión el medico se mantenía viendo sobre la ventanilla perdido en pensamientos. Ha sido de los primeros en abordar a primera clase, según lo que ha explicado Lisa sería un viaje vacacional en donde ambos podrían estar juntos por unos días.
No tuvo que pensar al respecto, sin embargo, el sentimiento moral de viajar de esa forma "en secreto" amarga un poco la experiencia de ser el primer viaje junto a ella.
No podía hace mucho al respecto pues cada vez que su corazón pide más trata de hacer una reinvención de sus propios deseos y contenerse porque no pueden permitírselo. Era duro, pero aun así intenta buscar un equilibrio en su relación. Tan ensimismado estaba que no se dio cuenta de alguien tomar asiento junto a él.
– No pensé que nos veríamos otra vez. – Jungkook volteó para ver a cierto chico pálido sonreírle cortes.
– Bueno, no quisiera recordarlo, en especial por lo salvaje que me comporte. – confesó
Ciertamente jamás esperó volver a ver a aquel chico quien estaba encima de Park.
– Min Yoongi. – extendió la mano. – Seremos compañeros de asiento. – obvio.
– Si te sirve de consuelo, tampoco es grato recordar como tres extraños estuvieron a punto de verme tener sexo. – el pelinegro no pudo evitar sonreír por el comentario del chico.
– Entonces finjamos que nunca sucedió. –
Lo sucedió antes no debía de afectarles pues estaba claro que les habían emparejado por alguna razón, ambos estaban informados de cómo sería la dinámica de ese viaje. Era mejor aclarar tensiones por el bien de la convivencia y estadía que compartirían.
Jimin y Lisa viajarían en otro avión y destino mientras ellos iban a la isla privada para esperarles y pasar unas merecidas vacaciones.
– Jamás pensé que estaría haciendo algo tan descarado, se siente ilegal de alguna forma. – no había razón para explicarlo, pues Jeon entendió a lo que se refería Yoongi.
El pelinegro quería ignorar esa misma razón, pero el solo pensamiento de hacer "lo incorrecto" le cohibida. ¿Cómo es que Yoongi podía soportarlo y lucir tan relajado?.
– No parece ser que te incomode la forma en la que estamos viajando y hacia donde nos dirigimos. – Yoongi detuvo el sorbo de café que pretendía beber para mirarle. Por el tono de voz que el medico empleo el pálido supo que algo más pasaba en su cabeza.
Era obvio anticiparlo, Jeon Jungkook es un hombre demasiado correcto para su propio bien. Esta situación no sería totalmente de su agrado.
– Cuando vives de esa forma toda tu vida, es fácil manejarlo. – se sincerizó.
Comentario que hizo al pelinegro dirigir toda la atención al compañero de asiento. Vivir en una sociedad aún encajonada a estereotipos absurdos provocan que esa incomodidad de lo correcto o incorrecto sea menos tensa pues pocas veces se logra amar con libertad siendo ellos mismos.
La libertad era un lujo a la cual ellos no podían aspirar, pero lo cercano a ello hacía calentar su corazón. – Tu situación y la mía no es tan diferente Jungkook. – se permitió hablar.
– La única diferencia es que no cargaras con el pensamiento de ser un anormal. –
Quizás esta siendo demasiado egoísta, Jeon se siente apenado. Cuando creía que podía superarlo y no le importa otra cosa que no sea Lalisa de nuevos esos pensamientos le hacen sentir culpable. No le gusta el termino de "amante" pero de alguna forma eso es lo que eran.
Al menos hasta que el anillo en el dedo dejase de existir.
– Lo siento, estoy siendo demasiado desconsiderado. – se disculpó con el chico quien negó para restarle importancia.
– Ser amante no es fácil, pero es igual de divertido. Solo míranos, ¿Cuándo has visto o escuchado de dos personas totalmente extrañas que van a un viaje con sus parejas que resultan ser esposos? – demasiado positivo para resistirse a su temperamento. – Y al parecer están totalmente consiente de quienes somos. –
– Sé que no me has pedido consejo, pero te diré una cosa que debí decirme a mí mismo hace tiempo, disfruta. Si tu relación con la señorita Lalisa es similar a que yo mantengo con Jimin te puedo asegurar no estas haciendo nada malo. – por mucho tiempo Yoongi también se sintió de esa manera, era inevitable no verse reflejado en ese pelinegro.
Pero ahora entiende que el amor es más fuerte a cualquier razonamiento y tras ver que no hay alguna clase de crimen por fijarse quizás, en la persona incorrecta, empezó a disfrutar su relación. Viviendo cada día como si al siguiente no fueran a verse.
– Temo de la caída. – Yoongi asintió comprendiendo sus mismos temores. Al igual que Jungkook ninguno de los dos tenía un futuro asegurado.
– Pero si el trayecto es demasiado dulce ¿no crees que valga la pena?. –
La conversación se detuvo en ese momento cuando el avión aterrizó y ambos bajaron hacia el aeropuerto y recorrer donde sería la ultima parada.
"Si es tan dulce como Lalisa, vale cualquier dolor". Jeon apresuró sus pasos para alcanzar a Yoongi quien está hablando con lo que parecía ser el siguiente piloto que les llevaría al destino privado de la isla.
– Cuando Jimin comentó que sería algo "sencillo" no creí que se refería a dos inmensos condominios. – Jeon estaba situado a su lado. El mar se vislumbra a la lejanía mientras varias secciones de servicio eran atendidas por el personal más selecto quien firmado por un contrato de confidencialidad no podían contar nada de lo que vieran allí o las multa sería abismal.
– Es el personal que estará a cargo en su travesía. – cuatro personas eran más que suficientes.
– Soy el encargado del lugar así que no se preocupen por nada y si necesitan algo hágamelo saber. – ambos asintieron.
– Deben elegir cual de las dos mansiones quieren, yo notificaré a la señorita Lalisa y Joven Park. – las dos viviendas eran increíbles así que Jeon no podía dejar de mirar aquella que estaba más cerca del mar y que parecía tener su propio muelle. Situación que no fue desapercibida por Yoongi.
– Escoge tú primero. – Jeon comento y el pálido acepto.
– Me quedaré con esta. – señalando la opuesta que Jungkook veía.
– Bien, dado que llegamos demasiado temprano por ahora es mejor descansar. ¿te gusta la idea de reunirnos para cenar?. –
Jeon no se negó, francamente no se opondría pues encontraba en cierto chico un carisma y sensatez abismal.
– Hecho. – quizás al final del camino se quedaría con un bonito recuerdo y una posible amistad.