"Tengo miedo a volverme loco" es lo que pensaba Jungkook mientras el silencio de la sala era tan calante y asfixiante por la incógnita de la expectativa.
"Sin embargo, mi cordura también fue corrompida". Los pensamientos del pelinegro son tan profundos que después de estar un año internado bajo la estricta supervisión de su psiquiatra finalmente ha llegado a una conclusión. Está en el punto clave de su vida donde ya no tiene nada más que perder.
"Siempre fui un humano tan humano que terminó por ser consumido por su propia alma". En la expectativa de proteger a una persona que no le merecía se perdió el mismo. Su menté creó la salida más beneficiosa para alejarlo del dolor y es por eso que durante meses apenas era consciente de su entorno. Los días se volvieron meses y bajo los sedantes es que se volvió un adicto a la injusticia.
"Ya no protegeré a quien no merece mi consideración" afirmó sus votos mentales, ha pasado mucho tiempo en esas cuatros paredes alejados de todos. Necesita liberarse, lo necesita tanto que su alma se regocija de finalmente darse el valor que merece.
"No necesita migajas". Porque él es un hombre que suele dar todo de sí cuando ama, y ya no aceptará a personas que no estén dispuestas a devolver algo igual.
– Te escuchamos hijo. – su madre le sonríe cálidamente.
Ha sido un proceso largo, donde los altos y bajos constantemente le han arrebatado un año de su vida. Pero esto no fue como tal una perdida, pues se ha permitido sanar y exigir lo que merece. Es su derecho.
– Lo sé madre. – el atractivo hombre sonrie ligeramente envolviendo las cálidas manos de su progenitora.
Quiere que vean en el la determinación de un paciente con una paz mental natural, una sinceridad arrolladora y un potente carácter.
Jeon Jungkook es un hombre que cayó al abismo y durante mucho tiempo todo fue oscuridad. Ahora ha logrado salir y con ello desatará el infierno si no es escuchado. Ya basta de tantas injusticias.
– Mi psiquiatra me ha dicho que debo de contárselos para finalmente avanzar. – suspirar.
– Pero antes de decirles lo que voy a confesar quiero que sepan que esto no ha sido su culpa. Mis decisiones solo me corresponden a mí y aunque esto no me enorgullece en su momento creí que podría afrontarlo y aceptarlo. Las personas no cambian de opinión cuando no están suficientemente interesadas en otras, y eso lo he aprendido a la mala. – los presentes se miran entre sí.
Hoseok se mantiene en el sillón con una postura un tanto inquieta.
– Vamos Jungkook. – anima Jisoo quien es correspondida con una sonrisa sincera por parte del pelinegro. No hay cosa que la pelirroja no sepa del hombre frente a ella.
– Mantuve una relación amorosa con la heredera del imperio Manoban. – dice directamente mientras se acomoda en el sillon.
Sus padres abren los ojos un tanto escépticos, quizás escucharon mal. Su hijo no era esa clase de hombre, o al menos su moralidad no podía ser tan tenue.
Pero la verdad siempre pesa más que la mentira.
Jeon no era tan buena persona, él lo sabe. Pues de haber sido una persona cuerda y lo suficientemente aceptada por sí mismo no hubiese estado en una relación de esa manera.
– Estuvimos juntos mucho tiempo. Teníamos una relación donde creí que ambos conectábamos de forma especial. Me dejé deslumbrar por una mujer hermosa y que se sentía igual de sola que yo. – confiesa.
Lalisa fue su primer amor después de llegar del voluntariado. Y lo natural es que sentimientos tan complejos y similares por parte de ambos terminaran por unirlos de una manera amorosa. En las relaciones siempre se busca afinidad, y ellos eran polos tan iguales.