Mehmet estaba siendo un niño mimado ahora que todos sabían de su embarazo.
Tanto la tribu salvaje como su familia estaban mimando al príncipe en todos los sentidos. Nadie lo dejaba hacer nada por su cuenta y siempre había alguien a su lado que estaba atento a lo que pudiera necesitar. Lo trataban como si fuera un inválido. Le ayudaban en todo lo que fuera necesario e incluso innecesario. Mehmet ni siquiera necesitaba decir nada, ya siempre había alguien haciendo exactamente lo que necesitaba. Estaba muy feliz siendo mimado así.
Agrim era como un animal defendiendo a su pareja y a su cría. Él se había vuelto más protector, posesivo y paranoico de lo que alguna vez había sido. No confiaba en nadie más que en la familia cercana, por lo que nunca dejaba a Mehmet solo a menos que estuviera con Dejhani o Maryize. Hasta desconfiaba de Naikari, algo bastante bobo considerando que ella daría su vida por proteger al príncipe. Agrim estaba demasiado sobreprotector. Sin embargo Mehmet no se quejaba porque entendía aquel sentimiento. Él también estaba nervioso. Tenía que proteger a su bebé a toda costa.
Los días se iban tan rápido que Mehmet perdió la cuenta. Antes de poder procesarlo ya tenía cuatro meses de embarazo y su abdomen se veía un poco abultado. No era un cambio tan notable aún, pero poco a poco su cuerpo se iba acomodando más y más para recibir al bebé. Sus curvas no cambiaron mucho porque en realidad él era bastante curvilíneo naturalmente. Lo que sí cambió de manera notable fueron sus pechos, que ahora tenían volumen suficiente para al menos ser considerados senos femeninos. No era un tamaño tan grande, y de hecho parecían los senos de un pre adolescente, pero aquella era la manera en que su cuerpo se preparaba para alimentar al bebé en su vientre.
Mehmet era muy feliz, agitando sus pechos frente a Agrim de manera traviesa con tal de ser incitar a su esposo a hacerle cosas sucias. Sinceramente el apetito sexual de Mehmet solo parecía subir cada vez más a medida que el embarazo se iba desarrollando. Amaba sentir a su amado Agrim haciéndole cosas increíbles con su cuerpo. Su cuerpo estaba tan sensible que solo bastaba unos cuantos toques y caricias antes de que tuviera un muy exagerado orgasmo. Mehmet no tenía cansancio. Siempre estaba dispuesto a más. El sexo era casi una adicción para él.
Por supuesto que su esposo no se quejaba de nada. Hasta parecía disfrutar mucho que el príncipe lo sedujera.
Era una mañana cálida cuándo Mehmet despertó sin señal de los mareos que hasta ese entonces eran lo más común en su despertar. El muchacho esperó y esperó por un bueno rato, mas los mareos nunca vinieron. La alegría llenó a Mehmet al darse cuenta de que ya había dejado atrás eso síntomas del embarazo. Ya no sentiría más náuseas en las mañanas ni tampoco vomitaria el contenido de sus estómago. Se sentía normal por primera vez en cuatro meses.
Estaba tan alegre que de inmediato empezó a saltar de arriba a abajo con una mano protectora colocada suavemente sobre su abdomen. Saltó con emoción hasta que se cansó. Luego decidió vestirse y hacer algo, aunque sabía que sus opciones eran bastante limitadas desde que anunció su embarazo. Dado que todos sentían la exagerada necesidad de protegerlo a él y a su adorable bebé en el vientre, Mehmet no podía hacer nada sin recibir una muy intensa mirada de las personas a su alrededor. Puede que no le negaran o prohibieran hacer ciertas cosas, pero él podía ver en sus expresión cuando no estaban de acuerdo con verlo realizando dichas actividades.
Felizmente se puso una túnica gris que le quedaba suelta en el abdomen. Ese era una regalo de su madre para el embarazo. Mehmet lo usaba con alegría porque venía de su madre.
Mehmet salió de la tienda sin zapatos, sus pies tan hinchados que andar descalzo era lo más cómodo. El embarazo era una molestia constante que cambiaba de lugar con el tiempo. Los mareos se iban, pero el dolor en los pies apenas empezaba. No podría sentirse completamente cómodo hasta después de dar a luz.
![](https://img.wattpad.com/cover/312551606-288-k342650.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Príncipe Que No Es Un Doncel. (Tercera parte de la saga Donceles)
AléatoireEl líder de tribu Agrim siempre ha amado a una persona. Alev, quien era conocido como la esposa del Rey desértico. Desde que puede amar, su amor ha ido dirigido únicamente a ese pequeño Doncel, que jamás podría tener. Aunque lo ha intentado muchas v...