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Trenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas...
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Hay una idea mezquina y equivocada en el concepto de autosuperación. A menudo, cuando la gente ve que estás pasándolo mal suele quitarle hierro al asunto y minimizar los problemas con un "anímate, verás que es una racha" o "seguro que pronto lo superas, trata de poner de tu parte".
Y no es así.
Ojalá fuera tan fácil. Pero no.
Yo lo he intentado, durante mucho tiempo. Algunas veces con más fuerza, otras con la poca que me quedaba.
Así que sé de lo que hablo y no, no es tan simple como los demás piensan. Como se ve desde fuera.
Es una batalla llena de altibajos en la que unos días sientes que puedes con todo, que está casi superado y otros...otros te hundes en un abismo del que puedes pasar semanas sin salir.
No sin ayuda.
Y estoy convencida de que habría pasado mucho tiempo para mí, a pesar de Trenton y sus intentos por hacerme sonreír – que han sido muchos y me han tocado el corazón, pero no podía...de verdad que no y me sentía fatal porque no lo conozco, pero tengo la sensación horrible de haberlo defraudado – de no haber sido por la llamada que he recibido hace unos momentos y que me ha obligado a salir de mi realidad como si me hubieran propinado la más dura de las bofetadas.
Se supone que eso debería ser algo bueno, que tendría que alegrarme ¿no? Entonces, ¿por qué estoy aterrada? ¿Por qué me asusta tanto enfrentarme al mundo real?
¿Soy una cobarde?
¿Estoy demasiado rota para seguir?
No tengo ni idea, pero a veces la vida se trata de eso, de seguir adelante sin pararte a pensar en cómo te van a afectar las cosas. Aunque después tenga que capear el temporal, seguiré remando.
Al menos, espero seguir pensando igual mañana. Pero ahora tengo que moverme.
Evangeline me necesita y Trenton...tengo que avisar a Trenton de lo que está pasando.
Si por mí fuera haría esto sola, pero ella me lo ha pedido. Y me ha revelado algo que me ha dejado impactada, la verdad. Aunque no sea asunto mío, pero es que la otra vez en el supermercado se comportó tan frío con la adolescente que...nunca imaginé que podría ser su hermanastra.
Ahora entiendo algunas cosas. Y tengo un millón de preguntas sobre otras, preguntas que no me conciernen. Además, debo recordar una de las reglas de oro.
Me visto a toda prisa, intentando adecentar este nido de pájaros al que anteriormente solía llamar pelo y me vacío medio frasco de colonia encima porque no quiero parecer una vagabunda después de haber vivido en mi cama por días enteros.
Luego me armo de valor y subo las escaleras, me planto delante de la puerta de Trenton, hago un baile ridículo y respiro hondo como unas diez veces antes de atreverme a llamar a la puerta.
