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Trenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas...
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TRENTON
Keisha acaba de echarme de su vida.
Qué diablos, me ha dado una patada en el culo sin prácticamente dejar que me explicara. Ni siquiera he tenido tiempo para procesar lo del contrato, no he dicho que fuera a aceptar.
No entiendo su reacción. Aquella...no era la mujer valiente de la que yo me enamoré.
Era como si hablara su miedo...y su desesperación. ¿Pero por qué?
Mi instinto me dice que algo me está ocultando, que pasa algo gordo. Pero, joder, mi orgullo está herido y no puedo volver ahí como si nada. Al menos hasta que me haya calmado lo suficiente como para pensar qué hacer.
Solo...necesito una vía de escape. Tengo que concentrarme en la pelea que tendrá lugar dentro de unas horas y no podré hacerlo con el corazón roto y la ira bullendo en mis venas.
Solo me hace falta relajarme y sé cómo y dónde conseguirlo.
Dejo la maleta en el porche. Solo necesito mi móvil y un poco de dinero.
No pienso dejar las cosas así con Keisha.
Ya me ocuparé de eso más tarde, ahora necesito un chute con urgencia.
...
La dosis de anfetaminas ha cumplido su función. Estoy eufórico, como si pudiera tocar el cielo con los dedos.
Los problemas siguen ahí, pero es como si se hubieran visto relegados a un segundo plano diminuto al que ahora no quiero ni puedo prestarle atención.
Estoy lleno de energía, la adrenalina viaja por mis poros y me empapo de ella. Soy más que nunca el Trenton de antes, ese que tanto solía despreciar pero que justo ahora idolatro.
Se siente increíble dejar de pensar.
Compro una botella de whisky y me la bebo toda en mi paseo hasta el descampado. Está prácticamente vacío todavía cuando llego.
La impaciencia me devora. Ansío entrar en movimiento, que mis nudillos restallen contra el cuerpo de mi oponente, los gritos y vítores del público coreando mi nombre...como antes.
Como antes, joder.
De repente, recuerdo la oferta de Phillip y la ira se abre paso en mi interior al mismo tiempo que lo hace la euforia que me quema las venas. Dos sentimientos tan contradictorios como mi estado emocional, que oscila como una montaña rusa.
A ratos me siento invencible y otras tan vacío que quiero desaparecer.
Y las ganas de desahogarme con alguien no hacen más que ir en aumento, pero estoy solo...para variar.
La única persona que podría escucharme y aconsejarme como siempre lo ha hecho está a cientos de kilómetros de aquí.
Una bombilla se enciende en mi cabeza al pensar que puedo llamarlo. No sé por qué no se me había ocurrido antes.
