🥊CAPÍTULO 3 🥊

2.7K 280 260
                                    

KEISHA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

KEISHA

Debería haberme ido a casa hace horas, lo sé.

Pero cuando trabajo es el único momento del día en que puedo despejar mi cabeza de toda la mierda que me ronda a diario y aquí me siento en paz.

Desde siempre me han gustado los animales y estos pequeñines parecen tan solos y necesitados de atención como yo, así que ¿Por qué no dedicarles más tiempo y mimarlos?

A fin de cuentas, no tengo a nadie que me eche de menos ni ansíe mi vuelta. Y está bien, yo así lo quiero. Tengo que seguir así.

Sin embargo, esta noche no termino de estar del todo cómoda. Es difícil de explicarlo, no sé, pero tengo un mal presentimiento.

Así que me apresuro terminando de desinfectar todo el instrumental que he usado hoy para operar a Lassy, una preciosa husky siberiana de dos años con la que me encariñé desde la primera visita.

Por ella bien vale la pena salir más tarde.

Además, ya tengo calados a todos los babosos del pueblo. Sé cómo disuadirlos de acercase a mí. Mi cara delata que odio al universo completo.

No estoy para relaciones. No quiero amigos.

Solo quiero vivir tranquila sin saber nada de nadie y, sobre todo, sin que nadie sepa de mí.

Solo así podré empezar de cero, algo que necesito desesperadamente.

Ya estoy recogiendo y me quito los auriculares, casi con pena por tener que silenciar el magistral solo de guitarra de Slash.

Y entonces lo oigo.

Unos golpes resuenan con estrépito, filtrándose por las delgadas y mohosas paredes de la clínica hasta mis oídos.

Han sonado muy cerca, lo que hace que el pánico me invada.

Me quedo en silencio, luchando por controlar la oleada de pánico irracional que me invade.

Sé que este barrio es conflictivo, en teoría debería estar acostumbrada.

No es contigo, Keisha. Solo espera hasta que vuelva la calma para cerrar e irte a casa.

Mi fuero interno me hace recobrar la sensatez.

Sin embargo, a cada minuto que pasa, lejos de atenuarse el escándalo se prolonga.

Y llevada por un impulso, decido ponerle remedio.

Lo cierto es que estoy agotada y quiero irme a casa de una buena vez.

Siempre me gusta estar en casa cuando cae la noche.

Es más seguro.

Y sentirme segura es un pilar fundamental en mi vida. El único que me mantiene cuerda.

Trenton: salvaje adicción ✔ COMPLETA  {+21}©️ #1 Bilogía Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora